Mañana será martes día 31 de Mayo del 2011. Mañana concluye el mes de las flores y, de las cosas de belleza efímera, pero a la vez firmemente ancladas en las paredes del alma. Añoradas “Cruces de Mayo”, perdidas ya en la nebulosa de las hermosas tradiciones adheridas al mágico universo de la niñez. Mañana la vida sevillana poco a poco se va –o se irá- ajustando de una manera sincronizada a una nueva etapa. Tenemos desde hace una semana un nuevo Alcalde en la Ciudad y también una nueva Oposición. Creo –a priori- que contamos con un excelente material humano y político en ambos “frentes”. Veremos el juego que dan. Hay motivos sobrados para la esperanza que, alguien dijo, y dijo bien, es lo último que se pierde. Afortunadamente ya es pasado quien posiblemente peor haya representado -en Democracia- los intereses de los sevillanos. El Real Betis está donde por su Historia le corresponde: la Primera División. El Sevilla volvió a clasificarse un año más para competiciones europeas y, sinceramente, me alegro por la Ciudad y por mis muchos amigos sevillistas. Ya, una Semana Santa estropeada por la implacable lluvia forma parte de los Anales de la Historia de la Ciudad. Lejano queda el olor a pimientos fritos y a nobles tortillas de “papas” (lo de patatas como lo de los churros no termina de cuadrarme) de la última Feria de Abril (Mayo) y de la Crisis. ¿Quién dijo que la verdadera amistad se sustenta delante de un suculento plato de cigalas de tronco? Ahí lo que se cuece (nunca mejor dicho) son los negocios y las componendas políticas. La amistad –la verdadera amistad- nunca necesitó de manera prioritaria sustentarse en el falso brillo de los salones de aduladores cortesanos. Media docena de cervezas en “El Tremendo” o en “Casa Coronado”; “chochitos” y, si acaso, un par de tapas de mojama y que Dios reparta suerte. Todo aderezado con una buena dosis de amigos de gozo y pena que, se nutren y configuran, en la bondad y la solidaridad. Las “Setas” ya están plantadas –para lo bueno y lo malo- en el bosque de los sueños perdidos y, lamerse las heridas como con el Estadio “Olímpico” es ya perder tiempo y saliva. Queda mucho por hacer y contra menos veces miremos para atrás –si acaso para no tropezar en las mismas piedra- más tiempo les dedicaremos al presente y al futuro. Nos azota un Paro terrible que tiene sumido en la desesperación a miles de familias sevillanas. La Ciudad está pendiente de una vertebración social y urbanística que ya se nos antoja urgentemente necesaria. La falsa y pertinaz cantinela sevillana entre Tradición y Progreso debe ser resuelta sin complejos, pero también sin cantos de sirena. Vandalismo o lo que es lo mismo falta de educación y, suciedad o el resultado de la carencia de civismo, son cuestiones a las que habrá que abordar de frente y sin tantos rodeos “progresistas”. Es mucha, muchísima, la tarea pendiente, y que nunca se resolverá con una gestión política basada en el “buenísmo” y tratando de contentar a tirios y troyanos. Rearmar la Sociedad Civil sevillana es una cuestión que cada día se hace más prioritaria. Conseguir, en definitiva, que la Democracia sea algo más que un cartelón en una pared y una urna sedienta de nuestros votos. La gente que procedemos de la izquierda romántica no podemos –ni debemos- sustraernos de la utopía. Forma parte de lo más noble de nuestro armazón ideológico. Siempre será preferible un noble soñador que un vil mangante. Vamos a llevar a la practica lo que dejó dicho JFK: “No os preguntéis que puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos que podéis hacer vosotros por vuestro país”. Por ahí andamos –o al menos debíamos andar- para que los problemas algún día dejen de serlo. Llega Junio y con él llega la luz y la Esperanza. ¿O no?
lunes, 30 de mayo de 2011
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