martes, 12 de enero de 2016

David, Cristina y Pepe




David, Cristina y Pepe. Tres nombres propios donde podemos asegurar que el orden de los factores si  altera el producto. Los tres y por distintas consideraciones han sido portada de los medios informativos en las últimas horas. Uno, a escala planetaria. Otro (otra), más bien a escala nacional y el tercero a efectos meramente locales. David Bowie se nos configura como uno de los mayores iconos del último tercio del siglo XX. Clasificar a David Bowie se nos presenta algo tan tremendamente complicado como dilucidar el sexo de los ángeles. Pero todos, desde su legión de admiradores a lo no menor de sus detractores, reconocen en David Bowie una deslumbrante personalidad y ser uno de los mayores elementos artísticos-culturales del pasado siglo XX.  Ha tenido que fallecer para terminar de convencernos de que era humano y mortal como cualquiera de nosotros.  La muerte, como siempre, termina por igualarnos a todos. La Infanta doña Cristina se sentó el pasado lunes día 11 en el banquillo de los acusados por el ya famoso “Caso Nóos”. Lo hacía junto a su esposo don Iñaki Urdangarín por, supuestamente, haber cometido alguna serie de posibles delitos.  Dios me libre de prejuzgar a nadie que para eso ya están los jueces. Ha causado, eso sí, una gran extrañeza que de todos los imputados (creo que son 19) la Abogacía del Estado, la Fiscalía y, lógicamente, el abogado defensor hayan pedido solamente de manera unánime que se deje al margen de este proceso a la Infanta doña Elena.  Lo cierto es que la foto de la Infanta en el banquillo ya ha dado la vuelta al mundo y eso, para lo bueno y lo malo, ya es irremediable. Su hermano, el Rey Felipe VI (a quien Dios guarde muchos años y de paso a todos nosotros), seguramente estará pasando sus peores momentos desde su llegada al trono de España (por cierto: tremendo error no haber recibido en audiencia a la Presidenta del Parlamento catalán. Parece ser que aquí nadie quiere privarse de seguir llenando de combustible el tanque de los independentistas). Por último y previo despido se ha producido la salida por segunda vez de don José Mel Pérez del Real Betis Balompié. Esta si creo que ya será la definitiva.  Al bueno de Pepe Mel le confeccionaron una “Plantilla” que no se la habría planificado ni el peor de sus enemigos. Pero resulta evidente que ir por la vida de “jardinero fiel” tiene a posteriori sus efectos colaterales.  Cuando las plantas no terminan de crecer ya no vale decir que el abono que te han traído (el mismo al que tú distes en principio el visto bueno) es bastante deficiente.  Tres nombres en definitiva, David, Cristina y Pepe, que por distintas razones han sido noticia en las últimas horas.  Solo desear que Dios acoja en su seno al primero; la Justicia en el suyo a la segunda y el Mercado futbolero al tercero.


Juan Luis Franco – Martes Día 12 de Enero del 2016

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