Remolonea la tarde con tal de no perderse en las tinieblas de la noche.
El sol se cruza en el horizonte con la luna que llega desde el Aljarafe para
quedarse. El eterno relevo que cantaba Julio Iglesias…”Unos que vienen, otros
que se van…”. El cielo está inmaculadamente limpio. Luce sus mejores galas de
atardeceres donde Dios equilibra
armoniosamente su paleta de colores. Es una tarde de esas donde el incipiente
verano se manifiesta con todo su esplendor. Veo desde mi terraza a varios niños
jugando a ser niños en la calle y a sus
madres sentadas con los más pequeños en brazos hablando de sus cosas. Cosas de
niños; cosas de madres y cosas de la vida que nos atrapa y nos enredan
amorosamente. Cosas de Junio. Los preámbulos de los días calurosos que están
por llegarnos. Junio avanza imparable
hacia un mundo onírico donde los sueños dejan de ser sueños para convertirse en
realidades. Al fondo en el ordenador
suena la melosa voz de Dean Martin. Canta “Come Back To Sorrento” y la belleza
de los tiempos del temple y el sosiego cumple con creces su cometido. La casa y
la calle se complementan en una paz donde las cosas adquieren su justa
dimensión. Es de esas tardes que uno, vanamente, quisiera hacer eternas. La
televisión duerme en su pantalla con la negrura de la desconexión
pasajera. Un libro yace placidamente
medio abierto en el brazo de mi sillón. Lo dejé momentáneamente abandonado para
atender el teléfono y reclama de nuevo mi atención con sus hojas abiertas hacia
el techo. Escucho de fondo el ruido de los cordeles de mi vecina Amparo que
tiende su tercera lavadora del día…”Amparo,
por Dios Amparo / el enfermo busca el alivio / yo lo busco y no lo hayo”. Me
siento al ordenador y tecleo estas breves líneas para dejar un breve pero
sentido testimonio de esta tarde de Junio. Dentro de muy poco la noche se
apoderará de la casa y de la calle y se encenderán artilugios luminosos
callejeros o caseros. El almanaque nos dirá que se está terminando un nuevo
día. Mañana ya será otro día y todo volverá a empezar de nuevo. Cosas, son las cosas de Junio.
Juan Luis Franco – Miércoles
Día 3 de Junio del 2015
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