Cuando ya quedan pocos días para las Elecciones Generales y ese
esperado por muchos (y temidos por otros) 20-D se presenta como algo que ya se
otea en el horizonte las posturas, poco a poco, empiezan a clarificarse. Las encuestas, independientes de los medios
que las llevan a cabo, empiezan a mostrar unas coincidencias casi unánimes. A saber: el PP se estanca; el PSOE no
termina de despegar; PODEMOS se
desinfla y CIUDADANOS viene como un
cohete. Lo que resulta meridianamente claro es que fuera de estas cuatro
formaciones políticas hay ya poca vida política y, no digamos, electoral. UPyD
tiene ya menos futuro que el portero de un Cine de Verano. IU, es decir el PCE camuflado y barnizado con
nombres participativos (en Andalucía llegó a llamarse Izquierda Unida-Los
Verdes-Convocatoria por Andalucía. Cuarenta y siete letras que se podían
resumir tan solo en tres: PCA) está a
punto de quedarse como algo testimonial sin ningún peso en la política
española. El desesperado intento de reclamarle a PODEMOS una lista conjunta ha caído en saco roto. Las huestes de don Pablo Iglesias no son nada ingenuos y saben que hay amistades que
te terminan llevando a la ruina. Por tanto todos los analistas coinciden que lo
verdaderamente relevante de las próximas Elecciones es que CIUDADANOS viene como un cohete. Llegan para quedarse y ser los
árbitros de una contienda electoral que debe llevar a este sufrido país a
nuevas y mejores cotas de democracia e igualdad. CIUDADANOS
no solamente ha rebasado en intención de voto a PODEMOS (estos, entre una ambigüedad programada para recoger votos
de todos los graneros y la calamitosa experiencia griega, se han quedado des-compuestos
y sin novias). Bien es verdad que no
sería la primera vez que las encuestas fallan estrepitosamente en sus
pronósticos. La gente de Albert Rivera han hecho por el centro-derecha una
regeneración democrática que el PP ha sido incapaz de llevar a cabo. Es lo que
tiene la vida: quien no hace los deberes corre el riesgo de que otro lo haga
por él y se lleve el premio. Ya es tarde para lamentaciones y, sobre todo, para
descalificaciones oportunistas. Vamos a
vivir en los próximos días una etapa política apasionante y a que dudarlo la
verdadera Democracia saldrá reforzada.
Como no puede ser de otra forma que cada uno vote en conciencia pero,
eso si, que no deje de votar. Corren malos tiempos para el pasotismo. Veremos.
Juan Luis Franco – Miércoles Día 4 de Noviembre del 2015
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