“De los cuatro muleros
que van al río
el de la mula torda
mamita mía es mi marío”
Tal día como hoy (7 de Noviembre) del año 1903 nació para luz de los
amaneceres de los campos andaluces y para el Cante con mayúscula don José Tejada
Martín. Vino al mundo en el hermoso pueblo de Marchena que a la sazón se nos
representa como una de las mejores joyas arquitectónicas-culturales de
Andalucía. Fue conocido como Niño de Marchena en sus comienzos y como Pepe
Marchena en sus epílogos existenciales y artísticos. Un cantaor y un artista
fundamental para entender la grandeza sonora de este Arte parido y amamantado
en Andalucía y al que el mundo entero conoce como el Flamenco. Artista entre
los artistas y grande entre los grandes este marchenero de pro se nos
representa nimbado con la aureola de los elegidos para lo gloria eterna de los
genios. Poseedor de un inmenso talento natural que eclipsaba completamente su
analfabetismo de niño andaluz huérfano de pan y escuela. Pepe Marchena, en su etapa de esplendor que
duró cincuenta años, se codeaba con lo más granado de la intelectualidad
madrileña. Muchas han sido las veces que
lo han biografiado como para ahondar más en su personalidad artística y humana.
En su caso se ha demostrado una vez más que el tiempo siempre actúa como juez
inapelable. Los mismos que ayer lo denostaban y lo acusaban de haberse cargado
la “pureza” del Flamenco hoy (poderoso caballero es don dinero) se rinden a sus
plantas cantaoras y artísticas. Bien está lo que bien acaba. Muchos/as de las
nuevas generaciones de cantaores/as (impagable el trabajo discográfico que le
ha dedicado Rocío Márquez) rinden pleitesía
al Arte del Niño de Marchena. Tal
día como hoy (7 de Noviembre) del año 1903 vino al mundo en Marchena para a través
de la eternidad quedarse para siempre entre nosotros. Se llamaba José Tejada Martín y se llama para
la música eterna y celestial de la campiña andaluza el Niño de Marchena.
Juan Luis Franco – Sábado 7 de Noviembre del 2015
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