“Vivimos de
alquiler,
el tiempo no nos
pertenece”
- Dennis Lehane -
-
Estos tiempos que nos ha tocado vivir son complejos por
estar repletos de incertidumbres y desosiegos. Los seres humanos basculan –o al
menos debían hacerlo- entre las experiencias del pasado y las expectativas del
futuro. El presente siempre es un
paréntesis entre lo vivido y lo que está por vivirse. Ahora ya todo se enmarca en un preocupante
presente y un incierto futuro. Para muchas personas salvar el día a día se ha
convertido en su principal preocupación y saben que planificar el futuro es
algo que solo está al alcance de la demagogia de los políticos. Me he preocupado estos meses de leer algunos
ensayos interesantísimos de expertos internacionales (evidentemente también
nacionales. Imprescindible no perderse “Entrada
en la barbarie” de Juan Ramón Capella)
llegando a la triste conclusión de que el futuro y el progreso para el común de
los mortales no irán cogidos de la mano.
No se trata de contextualizar el pesimismo sino de elaborar tesis realistas
que, partiendo de donde y como estamos, nos permitan cambiar el rumbo y el
sentido de las cosas. Lamentablemente las reivindicaciones y posibles “soluciones” van a estar en manos de “populistas” de todo cuño y condición. Europa está siendo ninguneada por
políticos oportunistas con la aquiescencia de socialdemócratas y
liberales-conservadores. En España los “nacionalistas”
periféricos someten a nuestro país (¿existe todavía nuestro país?) a todo tipo
de chantajes y presiones. Andalucía
(nuestra sufrida y querida Andalucía)
seguirá formando parte del furgón de cola de la vieja Europa. Progresar, lo que se dice progresar, aquí solo lo harán los
que van dentro de la máquina de vapor. Todo, absolutamente todo, envuelto en
las enredaderas de las eternas promesas incumplidas y los líderes de
mentirijillas. No solo es que corran malos tiempos para la lírica sino que la
lírica ya forma parte de la cultura de nuestros abuelos. ¿Futuro sin porvenir?; ¿Porvenir sin futuro? La pregunta, como siempre, está en el viento.
Mal vamos cuando en este país una Ministra se encomienda a la Virgen del Rocío para solucionar el grave
problema del Paro y otra lo hace a Nuestra Señora de Loreto para que los aviones no tengan problemas técnicos. Lo
confunden todo con la vana esperanza de confundirnos a todos nosotros. Puede
que sea verdad que la Fe mueve montañas pero no pueden justificar su inoperancia con
nuestras creencias más profundas. Ya sobran estas permanentes sobredosis de demagogia. El mañana es hoy y, lo peor, es que ya
también es el ayer.
Juan Luis Franco – Viernes Día 12 de Mayo del 2017
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