hacer el mayor bien
posible
y el menor mal
consciente”
- Enrique Rojas –
La felicidad es algo que justifica plenamente la
existencia humana. La buscamos de todas las maneras posibles y casi siempre se
nos muestra en exceso esquiva. Planeamos el futuro –nuestro futuro- para luego,
con el paso del tiempo, comprender que era el futuro –nuestro futuro- quien nos
planeaba a nosotros. Pero la grandeza
humana consiste prioritariamente en su capacidad de reinventarse en cada
tropiezo y volver a la senda que nos haga felices. Una felicidad solidariamente
compartida y siempre alejada de un egoísmo personal que nos lleva del vacío a
la nada. Son felices los buenos lectores cuando consiguen terminar una novela
que durante días los ha tenido palpitando de emociones. Los melómanos lo son
cuando consiguen atrapar en el aire las notas de una soñada melodía. Las buenas
personas que se sienten felices ayudando a quienes más lo necesitan. Es feliz el amante que se ve ampliamente
correspondido. Lo es el padre o el abuelo que ve a sus retoños criarse en paz y
armonía con la vida y sus circunstancias. Son felices los amigos que se reencuentran con
el paso de los años y sienten viva la llama de su amistad. La vida es dura por
su propia naturaleza y son los momentos de felicidad los que nos redimen ante
las adversidades. Las sociedades de consumo están pensadas y planificadas para
que la gente encuentre la felicidad comprando objetos y cosas que muchas veces
poco o nada necesitan. Llegamos a la vejez con la extraña sensación de haber
dejado cosas importantes por realizar y haber hecho otras fácilmente
prescindibles. No pasa nada, afortunadamente nadie es perfecto. Si nos hemos emocionado escuchando una
canción; ante la risa de un niño o la sonrisa de un anciano; viendo una puesta
de sol o sintiendo a Dios bajo un
manto de estrellas hemos estado vivos. Si esa emoción llegó al limite cuando
nos nació nuestro primer hijo o un día pronunciamos un dudoso e incierto...”Hasta que la muerte nos separe” la
felicidad no habrá pasado de largo. La
vida es una lucha perdida donde siempre gana el tiempo. Ser felices y hacer
felices a los demás se nos presenta como la meta más noble a la que podemos
aspirar. Haz el bien y, a ser posible, mirando a quien.
Juan Luis Franco – Lunes Día 22 de Mayo del 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario