viernes, 29 de mayo de 2015

El tiempo y las percepciones





“Porque el ayer es sólo
un epitafio porque mañana
es nunca para siempre”
- José M.Caballero Bonald -
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Me gusta con cierta frecuencia releer libros o visionar películas que en su día, hace ya muchos años, me causaron un gran impacto. En cambio la música en mi círculo sentimental siempre camina por los derroteros de la cotidianidad. Sigo escuchando casi a diario desde tiempo inmemorial a Elvis, Los Beatles, Cliff Richard, Sinatra, Ella Fizgeralt, Nina Simone, Louis Armstrong, María Callas, Caracol, Mairena, Camarón, Serrat, Paco de Lucía, Morente, Santana…. Quizás la última y gozosa incorporación que he añadido a mi universo musical ha sido la Música Clásica. Cada día la escucho más y trato de nutrirme de conocimientos que me permitan saborearla en toda su plenitud. El crecimiento interior de una persona se hace realidad cuando asume sin complejo sus carencias y limitaciones. Reconozco que existen películas o lecturas que me emocionaron en mi juventud y que hoy considero obsoletas y amortizadas por el tiempo. En otros casos ocurre todo lo contrario y les descubro nuevos matices que acrecientan el enorme valor que un día tuvieron para mí. Maduramos y nos hacemos mayores e inevitablemente cambian muchas de nuestras percepciones de antaño. Ignoro cuantas veces habré visto a lo largo de mi vida películas como “El Tercer Hombre”, “Eva al desnudo”, “Solo ante el peligro”, “Ben-Hur”, “Siete novias para siete hermanos”, “El gran dictador”, “Apocalipsis Now” o la saga de “El Padrino”. Son varias las veces que he vuelto a releer “Cien años de soledad”, “Crimen y castigo”, “La metamorfosis”, “Los santos inocentes”, “El sonido y la furia” o la “Antología poética de Antonio Machado”. Obras para mí inmortales y que aumentan su capacidad de conmoverme con el paso de los años. El tiempo pasa y con él cambia nuestra percepción de las cosas. Somos fruto y consecuencia de nuestras vivencias y lo que nunca debía faltarnos es nuestra capacidad de asombro ante la belleza del ayer, del hoy y del mañana.  Vivir con inquietudes y con ganas de aprender de Dios a través de la naturaleza y de los hombres por medio de sus genialidades. El tiempo y sus percepciones.


Juan Luis Franco – Viernes Día 29 de Mayo del 2015

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