“Nuestra dignidad depende muchas
veces de saber mantener el
escepticismo
en la puerta de casa”
- Rafael Chirbes -
Cada etapa de tu vida te va proporcionando unas coordenadas vitales
donde la percepción de cuanto te rodea va adquiriendo nuevas dimensiones.
Cuando encaras el epílogo de tu existencia estando bien de salud y con la
cabeza decentemente amueblada harás bien en darte por satisfecho. Reconozco que
son muchas las cosas –y sobre todo las personas- que me producen hastío por su
insustancialidad y por ser meros trasmisores de su propio ego. Es en lo único
que asumo con los años cumplidos y vividos un cierto grado de radicalismo: no
estoy disponible para memos integrales ni para cosas banales. Esto se acaba y
¡son todavía tantas las cosas por hacer!
No merece la pena perder el
tiempo (nuestro tiempo que es el mayor tesoro recibido) en gilipolleces y en
dilucidar de manera permanente el sexo de los ángeles. Hay cosas y personas que me interesan y cosas
y personas que me resultan indiferentes. Vivimos instalados en una sociedad de
pavos reales donde de manera permanente siempre se tiene el yo en los labios.
Cuando al eminente psiquiatra Carlos
Castilla del Pino le hablaban del éxito siempre respondía lo mismo… ¿Éxito? ¿Pero en que consiste el éxito?
¿Quizás en acumular fama y/o dinero? Triunfar en la vida es conseguir la
felicidad a través del afecto, la bondad y la solidaridad. Ser feliz procurando
que también lo sean las personas a las que queremos debe ser nuestra principal
meta en la vida”. Palabras sabias dichas por un sabio siempre en el
recuerdo. Seremos un día pasto de las
llamas del olvido y el tiempo se encargará de ir difuminando nuestro paso por
esto que se llama planeta Tierra. Tempo finito clamándonos -puede que inútilmente-
cada día el ser provechosamente utilizado. Nada es eterno empezando por la
propia eternidad. Puertas que un día
permanecerán cerradas para siempre.
Juan Luis Franco – Viernes Día 18 de Septiembre del 2015
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