jueves, 30 de julio de 2009

La Senda de los Suspiros.

La memoria socio-cultural se nutre fundamentalmente de experiencias obtenidas a través de lecturas, películas, exposiciones, música, obras de teatro y en definitiva de las experiencias a que sometemos a nuestro intelecto. Bien a nivel corporativo o mediante un proceso de introspección interior individual. Quedamos marcados por aquello que nos educa, nos hace crecer como personas y nos conmueve dejándonos una huella indeleble. Somos el resultado de nuestras experiencias vivenciales y manejamos fundamentalmente el cofre de nuestras inquietudes utilizando la llave del conocimiento, la experiencia y el rigor.

Nuestra memoria sentimental aún siendo paralela y convergente con la anterior funciona en otra dimensión muy distinta. Es decir: aquí lo que prevalece son fechas, momentos, situaciones de muy diverso índole que dan alas a nuestros sentimientos y nos hacen crecer como personas y desde una perspectiva espiritual.

En nuestro calendario sentimental quedaron marcados a golpes de sentimientos aquello retazos de nuestra vida que acudieron a nosotros puntualmente, o en algunos casos sin previo aviso. La trágica fecha del fallecimiento de algún familiar querido. Nuestra primera mirada furtiva de adolescente enamorado. El día que nacieron nuestros hijos. Una jura de bandera o una licencia militar que nos devolvía a la vida civil. Un casamiento. Un bautizo. Una primera comunión. Un desengaño amoroso. Aquel amigo que un día despedimos en una estación de tren con un hasta pronto, y que luego la vida lo convirtió en un hasta siempre. Una separación sentimental inevitable. La terminación o el comienzo de algún trabajo o alguna tarea concreta. Para un sevillano cofrade siempre permanecerá en lo más hondo de sus sentimiento el día que salió a la calle por primera vez con su Hermandad. Aquella tunica que tu abuela o tu madre te plancharon con tanto esmero, y que al enfundarte en ella, tenías la misma sensación de un novillero que estrena su primer traje de luces.

Mi círculo sentimental-cofradiero no estaba cerrado del todo. Me faltaba integrarme como hermano en la Hermandad del Señor de Sevilla. Esto ocurrió una fecha que llevaré de por vida en lo más hondo de mis sentimientos. Fue un 9 de Mayo del 2008. Cuatro días antes de que Alicia, mi hija mayor , cumpliera 29 años.

Mi vinculación con el Gran Poder arranca desde mi niñez. A edad muy temprana ya acompañaba a mi abuela Teresa a verlo. Luego durante muchos años acompañé a mi madre (la cual a punto de cumplir las 97 primaveras todavía hasta hace un año recorría conmigo el Camino de San Lorenzo. Hoy, ya desgraciadamente, vive en el tiempo de los que ya no tienen tiempo). Se me viene a la memoria un día que la acompañé a San Lorenzo militando yo entonces en el vacio –pero siempre respetado- mundo de los agnósticos. Le dije….”mamá, ¿tu crees de verdad que te escucha y te puede conceder lo que le pides?”; ella me contestó…..”pues no lo se, pero de lo que estoy segura es que Él te comprende, te alivia y nunca echará en tu hombro la carga del suyo”.

Por eso cada vez que puedo, que afortunadamente son muchas veces, acudo a la presencia del Señor de Sevilla en busca de sosiego, recarga de fé y tranquilidad de espíritu.

Siempre me llamó poderosamente la atención algo que era un denominador común en las mujeres que se plantaban ante su misericordiosa figura: los suspiros. Entre petición y petición con un leve susurro hacían un breve paréntesis para suspirar. Poco importaba que hubieran olvidado el Padre Nuestro. Establecían una comunicación de tú a tú con el Señor de Sevilla. No es el rezo colectivo de la Misa, es algo más personal y donde sobran los intermediarios. Rezaban desde lo mas hondo de sus corazones con una plegaria cuya letra la escribe las necesidades de cada cual. Recuerdo una anécdota que viví personalmente durante la restauración del Gran Poder. Dos mujeres mayores coinciden en la puerta de la Basílica. La que salía le comenta…..”no entres si no quieres que no está el Señor”….. la otra le pregunta….. “ ¿y donde está¿ “ ……a lo que le responde……. “es que dicen que esta malito y lo estan sanando“. ¡Toma ya ejercicio de sevillanía ¡. Teología del pueblo de Sevilla en estado puro.

En el revuelto mar de la vida siempre encontraremos el faro luminoso del Señor del Gran Poder. No hay mayor verdad que la que dimana de su rostro. A Él se le pueden confiar todos nuestros avatares. Los entiende y los hace suyo siempre. Yo he visto a una mujer llorar desconsolada apoyada en su divino talón y luego verla sentada en “El Sardinero” tomandose un café con una “tostá” con manteca de lomo. ¿Contradicción ¿, para nada. Esta mujer vino a descargar su pena buscando el divino consuelo y luego había que seguir viviendo.
Por eso a la mujeres de Sevilla no hace falta señalarles donde está la Senda de los Suspiros. La recorren siempre que pueden y por ella van derramando petalos de sentimientos camino de San Lorenzo. Allí donde siempre les espera Aquel que nunca las defrauda.

martes, 28 de julio de 2009

El Cielo debe esperar.

(Aclaración previa: el presente Toma de Horas lo escribí el pasado 28 de enero del presente año. Corrían –y corren- malos tiempos para la lirica, pero siempre con las ventanas abiertas a la esperanza. . Nunca llegó a publicarse por decisión propia. Hoy, de nuevo, la luz se abre paso entre las sombras y mi hija primogénita Alicia, se encuentra de nuevo en estado de buena esperanza. Si el Señor de la Salud y la Candelaria así lo quieren, ellos se estrenarán como padres y yo como abuelo en el próximo mes de enero. Tenía dos opciones: guardar este Toma de Horas en el baúl de los recuerdos o compartirlo con vosotros, me decidí por la segunda).

En mi inventario personal el pasado lunes día 26 puedo considerarlo como nefasto (horribilis que dirian en la patria de don William). Empezaba otra semana con otra derrota del equipo de mis amores y desvelos. Como dice una letra del Flamenco….” tan acostumbrao estoy a perdé que cuando gano me enfao”. Pues por ahí andamos los verdolagas. Ya vendrán tiempos mejores.

Ignoro si aquel día el grajo volaba bajo, pero aquí en Sevilla hacía un frío del c……. Lo pude sufrir nada mas asomar -mí cada día menos cuerpo serrano- a la calle. Un aire polar que mi artrosis (la muy ingrata) recibió con los brazos abiertos. En fin paciencia que ya va quedando menos para la soñada Primavera. Tomando a pequeños sorbos el primer café mañanero la cosa tenía pinta de enmendarse. Voy despues a por el pan nuestro de cada día y a padecer las casi siempre malas noticias que traerá el periodico. Es lo que hay y querer ignorarlas nos llevaría a un mundo tan irreal como falso en su verdad impresa. Entre otras –casi todas malas- hoy comentan la muerte de unos niños en un pueblo catalán a los que se les cayó encima un techo, debido a los rigores de lo que llaman “la tormenta perfecta”. ¿Perfecta?. Perfecto es un atardecer en las Piletas en Sanlúcar o un amanecer en la Sierra de Ronda. Convulso y confuso tiempo este con tantos conceptos llenos de cursilería y “modernidad”. Al maltrato criminal a las mujeres le dicen: violencia de género. A algunas sustancias que dañarán irremediablemente el cerebro y el futuro de muchos jóvenes le llaman: drogas de diseño. Triste Sociedad esta que pretende tapar con contenidos banales y cursis a la realidad más espantosa.

Antes de abandonar mi barrio de Pino Montano donde prevalecen las buenas personas y las obras callejeras siempre pendientes de terminar, me encuentro a un amigo/vecino que me dá una triste noticia: el fallecimiento de un amigo común el cual llevaba tres días muerto en su dormitorio. Estaba separado pero por causa de la crisis vivía (¿?) con su antigua esposa bajo el mismo techo. Ella dice que como dormían en habitaciones separadas y apenas convivían no se percató de nada. ¡A lo que hemos llegado!.


Enfilo sin mas preámbulos el camino de la parada del autobús y alla voy como cada lunes camino de mi cita con el Señor de la Salud y la Candelaria. Pasamos en el último tramo de nuestro trayecto urbano por la Alameda y me reafirmo (una y mil veces más) de la barbaridad que han cometido con tan mágico e histórico entorno sevillano. Afortunadamente hoy no están saliendo del suelo los chorritos de agua (el liquido elemento donde debía estar hace tiempo era en el estanque de la Plaza de España).

Camino ya pausadamente hacia San Nicolás cuendo me suena el móvil. Es mi hija mayor que me llama desde el hospital para darme una triste noticia: está ingresada pues ha sufrido un aborto del hij@ que esperaba. Curiosamente (y no es la primera vez) es ella la que me anima a mí. Me dice que son jóvenes y lo volverán a intentar. Que este tranquilo que no me moriré sin estrenarme como abuelo.

Camino cabizbajo y pensativo hacía mi destino y el epicentro de mis emociones infantiles y juveniles: el Templo de San Nicolás de Bari. Una vez dentro y como si mis pasos tuvieran vida propia, me veo apoyado en la cancela donde estaba ubicada la antigua pila bautismal. Allí dónde fuimos bautizados mis hermanos y yo. Precisamente en ese emotivo y recordado lugar es donde rezo una plegaria para que al próximo intento nazca en mi familia un nuevo candelario. Mientras camino al encuentro del Nazareno de la Salud y los sublimes ojos de mi Candelaria, esbozo una pequeña sonrisa disimulada en una mueca de tristeza y me digo con firmeza: el Cielo debe, o tendrá que esperar. De aquí no me muevo hasta tener a un niet@ en los brazos, inmerso y gozoso entre la gente escuchando la Marcha Real, mientras se asoma esplendorosa en la puerta de San Nicolás la Reina de la judería sevillana. Ellos saben que los tres tenemos un acuerdo y que estamos anhelantes por verlo cumplido. Será –por el momento- el último eslabón de mi cadena sentimental. Aquella que nace de generación en generación y que nos hace renacer cada primavera sevillana. En Sevilla somos siempre un punto y seguido. No hay mayor verdad que aquella que queda anclada en lo más profundo de nuestra alma. Es decir: vivir eternamente en los sentires de los que nos precedan. Tomarán el relevo amoroso de nuestros más nobles sentimientos y de nuestra Fé, y un día serán ellos los que también podrán ser relevados. El mágico y eterno círculo sentimental de nuestra Ciudad.

Al Cielo siempre con Él. Al Cielo siempre con Ella. Pero contando con vuestra divina bondad y vuestro santo permiso -os lo ruego- conmigo todavía no.

P.D. Desde la fecha original de este Toma de Horas han pasado en Sevilla algunas cuestiones de especial relevancia. Unas trascendentes y otras más superficiales. A saber: unos canallas acabaron con la vida de Marta del Castillo y siguen acabando día a día con el sosiego de sus familiares. En Semana Santa pudieron salir –despues de algunos años- todas las hermandades a la calle. El paro subió de manera alarmante y dejaron sola a Caritas para paliar las necesidades más apremiantes de las gentes. El Betis–cosa más que previsible- bajó a Segunda. A pesar del bajonazo y de una manifestación –sin precedentes- de 60.000 béticos en la calle, donmanué no se vá ni aunque desde lo alto de las almenas le tiren aceite hirviendo. ¡Cualquiera pensaría que ha estado – y está- negociando con el Betis!. Eso solo son patrañas de Hugo Galera, José Manuel Soto y 200.000 béticos más. Las hijas de Santi Pardo juraron como hermanas del Gran Poder. A Eduardo Pérez López lo nombraron Duque del Infantado de Casa Coronado. Salvador Gavira consiguió dignamente tener un sueldo sin necesitar la ayuda de ZP. Hoy de mañana al pasar por la Alameda pude comprobar que los desmanes urbanísticos con este emblemático lugar aún no han terminado. Han colocado los monumentos de La Niña de los Peines, Manolo Caracol y el reciente de Chicuelo ¡juntos! en un reducisimo espacio, y fuera del entorno natural de la Alameda. Por cierto del “invento” de los chorritos de agua han terminado apareciendo brotes verdes. ¿Qué solo sabemos quejarnos?, hombre algo tendremos que hacer para no reventar con los continuos sofocos que nos brindan nuestras autoridades municipales. Don Antonio Rodrigo Torrijos “amenaza” estos días con que IU puede romper el Pacto de “Progreso” con el PSOE en Sevilla (eso no se lo cree ni él). Por ultimo, Alicia Franco Serrato y Joaquín Muñoz López serán padres (D.m.) el próximo mes de enero. Para separar lo banal de lo importante de todo lo expuesto tres cosas me conmueven especialmente. Una, como padre y ser humano, mostrarme solidario con el tremendo dolor de los padres de Marta. Dos, la enorme preocupación de comprobar como hay muchas familias golpeadas por la crisis: la misma que han propiciado banqueros y políticos corruptos. Y tres, mi espectación y alegría ante el nacimiento que, poco después de que nazca el Mesías en Navidad, acontecerá en mi familia.

jueves, 23 de julio de 2009

“… y le pusieron Triana”.

(A Angel Vela, que me enseñó a comprender y amar una Triana que se sueña, se goza y se padece).

Lo cantaba el Trovador de Sevilla, Paco Palacios “El Pali”: “Sevilla tuvo una niña y le pusieron Triana”. Así debió ser y si no lo soñamos. Porque en ese “lao” del río, como en ninguna otra parte, se dan la mano de manera armoniosa la Historia y la Leyenda. Aquí la realidad y los sueños se confunden hasta ignorar donde empiezan los unos y terminan los otros. ¿Y que mas dá?....”Si toda la vida es sueño, y los sueños sueños son”.

Triana quintaesencia de Sevilla, que la llevó primorosamente de la mano a conocer la otra orilla del río, y allí la dejó a cambio de que no olvidara que su madre vive y la mima desde la otra orilla. Triana alfarera y cofrade. Artesana y rociera. Marinera, cantaora y torera. Popular y señorial. Solidaria y tolerante. Aquí solo se sienten extraños aquellos que traen la intolerencia colgada en las paredes del alma. Tantas trianas como trianeros/as la aman, la sienten y la añoran. Triana soñada desde la distancia en los ojos melancólicos de sus hijos/as desterrados por crueles planes urbanísticos. Triana la de los días “señalaitos” de Santiago y Santa Ana. Con un puente que lo mismo dice “juí” cuando pasa la Reina que se engalana con banderas republicanas. La de sus “corrales” de vecinos rebosantes de Humanidad y Arte. La de las compras pausadas en su Mercado, donde en sus entrañas ejercian su mezquino oficio los inquisidores. Escucuchándose todavía en noches invernales los primeros ecos siguiriyeros del arrabal…”Yo te quiero más que a Dios, Dios mío que cosa he dicho, que me merezco la Inquisición”.

Triana de ayer, de hoy y de siempre. Que tiene como faro de su esperanza los ojos de una virgen morena, y donde un Cristo prefiere ser eterno trianero agonizante antes que Principe en el Reino de los Cielos. Triana que como Juncal saluda cada mañana a la Real Maestranza desde el balcón de la calle Betis. Que se hace toreo sublime en el capote y la muleta de Gitanillo, Belmonte o Emilio. Que se ennoblece con los sindicalistas de la Hispano Aviación. Que se hace rigor histórico en Demófilo o Manolo Macías. Poema de amor en las plumas de Juan Sierra o Emilio Jiménez. Copla majestuosa en Gracia, Marifé o Isabel. Pintura en Antonio Badía. Vanguardismo exquisito en Gualberto. Música flamenca en los Miños. Fútbol de seda en Quino (¿cuántos lo nombraron en el Centenario del Betis?). Fórmula magistral en Aurelio Murillo. Pasado y presente del Cante en las voces de los Cagancho, Oliver, Abadía, Niño Segundo, Naranjito, Chiquetete, Paco Taranto o Esperanza Fernández. Palomas al viento en el baile majestuoso de Matilde, Canales o el Mimbre. Gracia popular en los Morancos……¿seguimos?

Triana, crisol de culturas, cruce de caminos y formas de vida que tienen como finalidad la busqueda de la felicidad. Que se oxigena con el talento y el aliento infatigable de Angel Vela. Que añora sobre su corteza terrestre el andar cansino y señorial del patriarca Luis Caballero.

Que manda carretas al Rocío. Barcos a Sanlúcar y gloria cofrade al epicentro de Sevilla. Nos llegan desde el arrabal trianero con olores de nardos e incienso los nombre de: La Estrella, San Gonzalo, La Esperanza, La O (la primera que procesionó a Sevilla cruzando el puente de barcas) y….el Cachorro. “Que puñalaita te han dado, que tu cara va diciendo: ¡me muero por mi costao!”. Pero siempre en suntuosos caminos de ida y vuelta. Que así nos lo recuerda una soleá alfararera que dice……”
Me siento tan trianero
que en la calle de las Sierpes
ya me encuentro forostero”.


Triana para soñar. Triana para vivir. Triana para sentir. Triana del ayer, el hoy y el mañana.
“Eran los días señalaitos
de Santiago y Santana
y yo le he rogaito a mi Dios
que me alivie las duquelas
que llevo en mi corazón”.


Termino recordando al querido y admirado patriarca Luis Caballero cuando cantaba por Soleá aquello de:

“Trianilla, Trianilla, yo pasé por Trianilla, las dos daban en Triana, las dos daban en Sevilla.

martes, 21 de julio de 2009

Las palomas de Casa Coronado.

Si quieres saber de mí
ya sabes mi paraero
Sevilla, Puerta la Carne
Taberna del Mataero
donde paran to los grandes.
- Fandango de Juanito Valderrama –



En mi mañanero y diario peregrinar en busca de mi madre y siendo consciente que esta fructifera relación ya tiene fecha de caducidad en el tiempo, me doy de bruces con un hecho singular y que merece ser interpretado con una cierta dosis de imaginación.


Es el siguiente: cuando el bús de la Linea 1 que me transporta se para en la Puerta de la Carne observo en la acera de enfrente, concretamente en Casa Coronado (1935), algo que mueve mi curiosidad y me llena de asombro. Compruebo en esta Taberna (¡bonito nombre!) que se nos presenta como un Templo para los poleosos de este enclave sevillano, un andarín trasiego de palomas. Entran, con paso lento pero firme, por la entrada que dá a la calle Juan del Castillo (la que desemboca en el antiguo Mercado) y salen airosas y al mismo ritmo por la puerta que dá a la Avenida de Menéndez y Pelayo. Le pregunto a uno de sus parroquianos habituales –Eduardo Pérez López- a que se debe el deambular de palomas por este Santuario del Mollate. Este buen amigo de sentires y que entronca con los hombres más lúcidos de esta Ciudad, me comenta que está motivado por la formación de un triángulo que se ha consolidado en el interior de esta Capilla de ilustres mollatosos. A saber: palomas, clientes y avellanas. Las dejan esparcidas por el suelo y las palomas realizan numerosas incursiones a lo largo del día para saciar su hambre y llenar sus abultados buches. Nadie se extraña de esta peculiar situación entre hombres y aves. Curiosa y digna de ser resaltada en este volátil Toma de Horas.

Corren malos tiempos para casi todo (exceptuando claro está para los “chorizos” y desaprensivos/desalmados de toda índole) y las palomas no podían ser una excepción. Ya no cumplen su romántica función de palomas mensajeras portando en sus picos cartas de amor. Ni sobrevuelan mares inmensos llevando atados a sus patas esperados partes de guerra. Tampoco pueden ya ser un símbolo de la Paz en una Tierra plagada de guerras, horrendos crimenes, hambrunas, miserias y desmanes de toda clase y condición. Para colmo los urbanistas y conservadores de las ciudades han descubierto que representan un serio peligro para los edificios y monumentos más diversos. La fuerza de sus excrementos es tal que terminan corroyendo y blanqueando al mismísimo bronce. Taladran la piedra con la misma fuerza que el barreno de un minero. En la bella Italia las han denominado “ratas con alas”. Ya se han dispuesto en muchas ciudades distintos dispositivos para combatirlas y que vaya disminuyendo drásticamente su fértil reproducción. ¡Con el juego que en el pasado dieron en el Amor y la Literatura!. Palomas -como tantas cosas- ayer veneradas y hoy perseguidas. Aunque Rafael Alberti ya nos los advertía cuando escribió:


Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era el agua.
Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;
Que la noche la mañana.
Se equivocaba.

Que las estrellas eran roció;
Que la calor, la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
Que tu corazón su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla;
Tú, en la cumbre de una rama).


Pues ahí están en Casa Coronado entrando y saliendo con su peculiar bamboleo en busca de su diaria ración de avellanas. El gran Antonio Machado le dio su ración de poesía a las moscas…..”vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas”. Pero vosotras, amigas palomas, estáis condenadas a sufrir vuestra decadencia y exterminio en aras de la modernidad. Ha mucho no tardar seréis homologadas con los nocturnos y vampirescos murciélagos. Tiempo al tiempo.

¿De donde vienen las palomas de Casa Coronado?. ¿De los cercanos Jardines de Murillo?. ¿De los intramuros del Alcázar?. ¿De la Placita de Doña Elvira? ¿Del Callejón Dos Hermanas?. ¿De la Plaza DE LA ALIANZA?. Quién lo sabe. Palomas en definitiva nativas de la Puerta de la Carne.

Vecinas y compañeras de nuestra infancia. Las mismas que en noches estrelladas de Martes Santo, verán pasar desde lo alto de las palmeras a la Reina de San Nicolás al son de Campanilleros. Las que un día se salpicaron las alas de sangre con el Crimen de las Estanqueras. Las que picoteaban buscando comida en los railes del tranvía. Las que levantan presurosas el vuelo ante el estruendo de cornetas y tambores por el Puente de San Bernardo. Las que instaladas cómodamente en las marquesinas de Casa Cobo veían el trasiego de sevillistas que iban y venían del antiguo Nervión. Aquellas que se arrullaban con el toque a corneta de la Marcha Real en el cercano Cuartel de la Agrupación de Intendencia número 2.

Pues aquí siguen, entrando y saliendo de Casa Coronado. No sé qué futuro os aguarda palomas con sabores a mostos, tintos y cervezas, servidos por Rafael con maestría de tabernero antiguo.
Para mí siempre estaréis ligadas a un niño, que de la mano de su abuelo, pedía con insistencia la compra de un cartucho de arbejones para daros de comer de la mano en la Plaza de América.

Hace muy pocos días me mostrasteis de manera rotunda lo que pensais de mí en la actualidad. Caminaba con mi amigo Antonio Carrillo por la calle Jesús del Gran Poder en busca de nuestra tertulia quincenal, cuando al pasar por el costado de la Capilla de San Hermenegildo, descargasteis sobre nosotros -de manera inmisericorde- una auténtica lluvia de mierda pura y dura. Afortunadamente –y lo siento por mi colega Antonio- yo no fuí de los dos el más perjudicado.

Bueno, algo es algo. Os perdono, pues a pesar de ponerme perdido ese día, hubo muchas ocasiones a lo largo de mi vida que vuestro vuelo me hizo soñar, y volar con vosotras era soñar con otros horizontes. Para mí siempre seréis un símbolo de fraternidad y libertad. Cagado torrencialmente eso sí, pero agradecido de haberos conocido. Suerte para vuestro negro futuro. Esperemos que el nuestro sea algo mejor.

jueves, 16 de julio de 2009

El Paso del Tiempo

Deciamos ayer: que las hojas del almanaque son devoradas sin piedad por los afilados colmillos del tiempo. ¿Qué somos pues¿. ¿Una hoja otoñal a merced de los vientos¿. ¿Una canción de Serrat en un atardecer invernal¿. ¿Una puesta de sol en Bajo Guía con el trasfondo de la sonanta de Manolo Sanlúcar?. ¿El proyecto indefinido de un Ser Supremo?. O quizás sólo seamos retazos de la memoria que nos retrotrae a paraisos soñados y perdidos para siempre.

Cumplir años es ganarle parcialmente la batalla al reloj de la existencia. Somos alegría en el Reino del amor y la luz. Pena allí donde habitan los vencidos y las sombras. Nobles donde manda la solidaridad y la bondad. Perversos donde pleitamos por bienes materiales ajenos. Somos en definitiva un fruto que al final serán los demás quienes determinen si supo dulce o amargo.

Funcionamos como eslabones que engarzamos con nuestro pasado y dejamos abiertos al presente. Nuestro bagaje sentimental son nuestros recuerdos vividos o soñados. Paseamos de continuo por una Ciudad que nos convoca al amor y a la belleza en todas sus dimensiones. Trabajamos, amamos, gozamos y sufrimos. Todo, absolutamento todo -aunque presos de la melancolía por la distancia -, lo hacemos siempre a la amorosa sombra de la Giralda.

Nuestro mundo interior está formado por la sabiduría que desprenden los buenos libros. Por la emoción de aquellas peliculas que nos marcaron para siempre. Por obras de Arte que nos susurran emociones íntimas a través de la belleza. Por el Teatro como clarividente espejo de nuestras virtudes y defectos. Por canciones y coplas que nos cuentan historias trágicas y apasionadas. Por el temple de una muleta torera y un buen tercio de Soleá alfarera. Por aquel gol que nos llevó a la gloria futbolera. Por nuestros recuerdos y vivencias. Por contemplar al Hijo de Dios y a su Bendita Madre por la calles de Sevilla en medio del gentío. Por revestirnos –un año más- con una túnica de nazareno, que nos convierte en actores fugaces de una soñada y mágica Semana. ¡Tantas formas de enriquecernos espiritualmente y de llegar a Dios a través del Arte, la Pasión, la Fe y la Cultura¡.

Llevamos permanentemente de la mano al niño que un día fuimos. Será él quien en definitiva nos recuerde donde están nuestras raices. Somos la noche y el día. El gozo y la pena. La ansiedad y la templanza. La salud y la enfermedad. La vida y la muerte. Todo desordenado y unido a la vez. Ensamblado y anárquicamente armonizado como la vida misma. Navegamos en un velero llamado Fe, Amor y Esperanza con la confianza de llegar al puerto de la Alegría y la Felicidad.

Nos recordaran por lo que fuimos y no por lo que tuvimos. Sólo nos llevaremos con nosotros aquello de lo que nos desprendimos con alegría y bondad. Digamos pues recordando a Pablo Neruda y mirando hacía atrás sin ira…..” nací en Sevilla, Ciudad de la Gracia, y: confieso que he vivido “.

martes, 14 de julio de 2009

……Y Sevilla.



(A Pepe Torrano por compartir conmigo el cariño
por esta mágica y maltratada Ciudad)

Vencerá la primavera con su luz,
A los grises días invernales,
Se teñirán los cielos dulce azul;
Y verde/rojo los amplios ventanales.

Y un día ya no estaré para sentirte.

Alguien dirá…..”Huele a azahar”,
Y aspirará profundo en tus callejas;
Y la mano de una enamorada rozará
Una flor que en su pecho sabe a queja.

Y un día ya no estaré para aspirarte.

Sonarán trompetas y tambores
Y el rachear de alpargatas costaleras,
Se llenarán las tardes de colores
Y llorarán en tus calles lágrimas de cera.

Y un día ya no estaré para escucharte.

Fuistes ayer gloriosa Hispalis Romana,
Y culmen de belleza: Isbiliya Moruna;
Conquistada por San Fernando una mañana,
Para cambiar por Cruz la Media Luna.

Y un día ya no estaré para adorarte.

Padeciste la cruel piqueta intemporal
Que profanó tu Historia y tus Murallas;
Falsos profetas de la modernidad
Que te hieren porque tu gente siempre calla.

Y un día ya no estaré para llorarte.

¡ Cuanto te amé Ciudad de mi niñez !;
¡ De juegos, amorios y desengaños ¡;
Fuiste testigo fiel de mi vejez,
Al paso inapelable de los años.

Y un día ya no estaré para…. ¡ quererte!.

viernes, 10 de julio de 2009

El chabolismo en Sevilla: ¿Lacra social o vergüenza colectiva?

Cuando el siglo XXI camina imparable hacia concluir su primera decada y los avances tecnológicos superan con creces las previsiones de escritores de la talla de Julio Verne o Isaac Asimov, es difícil digerir que a estas alturas se den situaciones tercermundistas en países desarrollados. Es, utilizando un término benevolente, cuando menos aberrante.

Uno de los males endémicos de algunas grandes ciudades es el chabolismo. Siempre en vías de solución (sobre todo en las elecciones municipales) y siempre aparcado despues con toda su carga de miseria. Primero, la de los que la padecen y segundo, quienes tienen la responsabilidad política y social de solucionarlo.

Centrándonos en el chabolismo en Sevilla podemos distinguir en la actualidad dos tipos de asentamiento. Primero, aquellos que se generan espontáneamente y que se solucionan no siempre de la mejor de las maneras posibles. Citemos como ejemplo un caso que levantó en su día una gran indignación en la Ciudad: el de Los Bermejales. Donde para poder disponer del suelo hubo que pagar a los chabolistas como si de una expropiación legal se tratara. Se les dieron miles de euros en bolsas de basura. Aquello fue uno de las actos mas escandalosos desde la instauración de la Democracia en Sevilla. Lógicamente nadie se responsabilizó de tal despropósito. Se reconoció que había sido un error (¿de cuantos millones para los bolsillos de los contribuyentes?) y no hubo necesidad de que nadie dimitiera ni por supuesto que “nuestro”Alcalde tomara cartas en el asunto. ¡Hasta ahí podíamos llegar¡ . El final de esta triste historia (todavía en vías de solución) es que los chabolistas con el dinero que tan generosamente -y de forma inútil- les entregó nuestro Ayuntamiento se compraron pisos en las Tres Mil Viviendas. Evidentemente al margen de cualquier regulación de compra-venta establecida legalmente. Lo que aconteció despues es de sobras conocido: varias familias enfrentadas a tiro limpio en las Tres Mil, ocasionando la muerte de un joven de diecisete años. La familia de este muchacho clamaba venganza y la de los “caracoleños”(antiguos chabolistas de Los Bermejales) pusieron tierra por medio. Así que vuelta a empezar: ya están de nuevo“ubicados”en chabolas de quita y pon. Ancianos y niños, fundamentalmente, viviendo en unas condiciones infrahumanas, sin que la Junta o el Ayuntamiento sepan que solución darle a este gravísimo y sangrante problema. Vivimos en un Estado de Derecho secuestrado y el que clanes de etnia gitana marquen las pautas de convivencia son clarificadoras al respecto.

En el segundo tipo de chabolismo podiamos citar a aquellos que como El Vacie camina imparable hasta su primer centenario. ¿Para cuando una solución definitiva¿. Se comentó que para la Expo del 92 el tema estaría resuelto para no dar una mala imagen al numeroso grupo de visitantes en la Ciudad. Nada de nada, y de aquel evento ya han pasado diecisiete años. Pues bien, ahí tenemos el Vacie para vergüenza y escarnio de nuestros administradores públicos.

Aunque pareza increible es evidente que existen personas que no quieren abandonar su condición de chabolista. Reclaman de continuo sus derechos (nunca hablan de deberes) para obtener un piso (mejor prefieren dinero), luego los venden y vuelta a empezar en los escampaos. Es duro pero la realidad (cuando es tan triste como esta) es conveniente observarla, analizarla y denunciarla. Son varios años sin querer resolver este espinoso tema, que necesita ser afrontado en todas sus vertientes (empezando por la actitud de algunos chabolistas que -aunque resulte triste constatar- no quieren abandonar esta situación). Entiendo que no son comentarios “politicamente correctos” pero las cosas hay que abordarlas como son. Se les comenta por parte de la Administracción que les sean retirados momentáneamente los niños, para cuidarlos como sus edades requieren y sacarlos del infierno donde viven, y se niegan. La pregunta que surge es: ¿si tanto los quieren como es que los tienen en cueros y permitiendo que padezcan en sus debiles cuerpos los rigores del verano?. Posiblemente les vengan bien como moneda de cambio. ¿Duro comentario?. Evidentemente, pero enmascarando la realidad nunca se solucionará este grave problema social. Nuestros políticos les enseñaron dinero fresco en bolsas de basura y salieron volando de los campamentos de chabolas. ¿Habrá que repetir la jugada?. Sería lo que faltaba.

Se dirá que el problema no se resuelve dando pisos sino que hay que trabajar en una integración gradual e integral de sus moradores. Vale, ¿pero cuando tienen previsto iniciar ese proceso ¿. ¿Qué pecamos de demogagia?. Puede ser, pero peor es mirar para otro lado como si los problemas no existieran. Los niños –en un Estado de Derecho- son responsabilidad del Estado, caso de no poder –o querer- ser atendidos por sus padres. Dejarlos abandonados a su suerte es además de inhumano manifiestamente insolidario. Sencillamente,…..de vergüenza y pena.

jueves, 9 de julio de 2009

La Caridad (en Sevilla) tiene nombre de mujer

Madre Angelita. Sor Ángela. Santa Ángela de la Cruz. En definitiva una sevillana nacida el 30 de enero de 1846 en el número 5 de la Plaza de Santa Lucía. Bautizada un 2 de febrero del mismo año en la Iglesia del mismo nombre. Perteneciente a una saga de catorce hermanos, donde debido a los estragos de las enfermedades infantiles de la época, solo alcanzaron la madurez seis de ellos. Sus padres trabajaban al servicio del cercano Convento de Frailes Trinitarios. Él padre como cocinero y la madre como costurera y lavandera. Su infancia y juventud transcurren inmersas en una Sevilla con enormes desigualdades sociales. Los pobres lo eran de solemnidad y los ricos: ricos de una manera insultante. Una vez que tuvo claro cual era su misión entre los humanos y más concretamente entre los pobres y desfavorecidos, le plantea a su confesor don José Torres Padilla su deseo de meterse a monja (contaba con 19 años de edad). Al principio encuentra una fuerte resistencia, pues su aspecto excesivamente frágil hacia presagiar que sus fuerzas no estarían a la altura de tan dura tarea. Pero no contaban naturalmente que no existe mayor fuerza que la de la Fe. Empieza entonces para ella un largo y duro caminar, que a la postre terminaría con su proclamación de Santa por la Iglesia oficial, y la de Madre Eterna de los más necesitados por todo el pueblo de Sevilla. En 1865 se produce una terrible epidemia de cólera en Sevilla y Angelita Guerrero (todavía no había tomado los hábitos) desarrolla una encomiable labor humanitaria en corrales de vecinos y lugares de mayor pobreza y miseria. Allí donde la citada epidemia hizo verdaderos estragos. En 1868 entra como postulante de las Hijas de la Caridad del Hospital Central de Sevilla. Pero se daba la curiosa circunstancia de que era una monja sin convento. Todo motivado por la debilidad y fragilidad que presentaba su aspecto. Definitivamente un 17 de enero de 1875 decide dar el beneficioso paso para Sevilla de fundar su propia Congregación. Junto a dos compañeras, una de extracción humilde y la otra perteneciente a las clases más pudientes de la Ciudad, alquilan un cuarto en el número 13 de la calle San Luis. Posteriormente se trasladan al 8 de la calle Hombre de Piedra, donde de manera espontánea –y ya para siempre- sus compañeras se dirigen a ella llamándola Madre. Su crecimiento es imparable en la Ciudad y se consolida en 1876 cuando se produce en Sevilla una tremenda epidemia de viruela. A partir de ese momento implanta –por considerarlo más efectivo- la salida de las monjas en pareja para atender a los enfermos y necesitados. Ese mismo año el Cardenal Spínola bendice su obra. El traslado definitivo de las ya conocidas y queridas en toda Sevilla como las Hermanitas de los Pobres a la calle Alcázares (hoy Santa Ángela de la Cruz) se produce un 3 de diciembre de 1887. Desde entonces se cimenta una estrecha relación de mutuo afecto entre ellas y la Ciudad. Posiblemente un caso excepcional en toda la Historia de Sevilla. Son respetadas y admiradas desde todos los estamentos sociales o políticos, dándose la circunstancia que durante el mandato como alcalde (republicano) de don José González y Fernández de la Bandera (1931-1934), se decidió rotular a la calle Alcázares con el nombre de Sor Ángela de la Cruz.

Posteriormente tras su muerte ocurrida un 2 de marzo de 1932 se declararon en el Ayuntamiento tres dias de luto oficial por tan sentida pérdida. Entonces ser republicano (que por cierto, de verdad había muy pocos) era otra cosa. Hoy todo consiste en poner visible una bandera republicana en una ventana del Ayuntamiento para provocar a la “derechona”. ¡Pobre Historia de España cuantos desmanes se cometen en tu nombre!.

Esta breve sintesis histórica de Madre Angelita termina cuando Juan Pablo II la beatifica en Sevilla un 5 de noviembre de 1982, y posteriormente cuando la eleva a los altares de la Santidad el 4 de mayo del 2003.

Su inmensa obra le precede. Hoy las Hermanitas de la Cruz están instaladas en distintos puntos andaluces y españoles. Siempre cumpliendo con la máxima norma que les marcó su fundadora: ayudar a los mas necesitados y desfovorecidos sin más recompensa que sentirse atadas a la Cruz del Redentor. Sigue resultando conmovedor verlas andar en parejas y con la complicidad del silencio y la fe. Con sus espartanos habitos marrones . Sus cingulos a la derecha, trenzados con la soga del cubo donde se extrae del pozo de la caridad el agua de la esperanza. Sus rosarios de madera a la izquierda que las ata amorosa y espiritualmente a Jesús de Nazaret. Sus alpargatas de esparto que recuerdan el acompasado rachear de los costaleros de la Amargura. Sus tocados. Las monjas lo llevan negros como la noche de los tiempos que ellas se encargan de clarear, y blancos las novicias que simbolizan la pureza entregada a la noble causa de servir a los necesitados. Portan grandes bolsas negras de cuero donde llevar algo con que paliar las desventuras, enfermedades y tragedias de los humanos. Los pobres de esta Ciudad saben que cerca de la Encarnación hay un Convento, donde sólo basta tirar de una cadena en la entrada para aparcar el hambre por unas horas. Los humanos –a traves de nuestros políticos- hablamos de manera monocorde y vacia de implantar la Justicia. Bla,bla,bla…… Ellas –las Hermanitas de la Cruz- hablan el lenguaje de la solidaridad cristiana a través de la caridad y el sacrificio.

A nosotros se nos va la fuerza por la boca y a ellas por las manos y el corazón. ¡Dios las bendiga!.

martes, 7 de julio de 2009

La Ciudad no es para tí.

(“No somos lo que decimos, somos lo que hacemos” - Manolo Sanlúcar )

Un lunes, despues de cumplir mi compromiso semanal en San Nicolás de Bari, me entretenía paseando por la corteza de la Piel Sensible (ventajas de la prejubilación). A la altura de la Plaza de la Alfalfa me doy de bruces con mi amigo Julián. Un sevillano de pura cepa que ya ha sobrepasado la linea divisoria de los setenta años de edad. Este irreductible vecino de la Puerta de la Carne, que vino al mundo en la calle Doncellas, y que tiene previsto entregar la cuchara soñando primaveras entre Cano y Cueto y los Jardines de Murillo, simboliza en su persona cuanto el sevillano tiene de puro, ancestral y verdadero. Es filosófico, nostálgicó, zumbón y con un lenguaje andaluz y sevillano lleno de sabiduría, gracejo y vivencias asimiladas. Semanasantero sin alharacas ni artificios (creo que es hermano de Santa Cruz). Feriante que dejó colgado sus sentimientos lúdicos de manzanilla y albero en la Feria del Prado y que nunca pisó la de Los Remedios. Rociero que jamás hizo el camino ni presenció la salida de la Blanca Paloma. Poleoso comedido de taberna, que siempre encuentra a golpe de mollate la excusa perfecta para cultivar la amistad. Nada de la Ciudad le resulta ajeno ni indiferente. Tiene la enorme virtud –hoy lamentablemente en desuso- de saber dialogar, asumiendo que lo que importa es saber escuchar cuando te comentan cosas de interés. Su vestir siempre impoluto, incluso con las calores de la canícula (a destacar el brillo de sus zapatos), y sus andar parsimonioso apoyado en su bastón (debe tener los mismos que Antonio Gala) lo hacen formar parte de un entorno que se enriquece con su presencia. Estos sevillanos amantes del temple, exquisitos en sus modales y gozosos actores de la Sevilla Eterna, son hoy ignorados y despreciados por una progresía de salón que los considera caducos, arcaicos y trasnochados. Nos dicen que: son gente a los que se les paró el relój del tiempo. ¡Qué sabrán ellos que solo viven pendientes de aumentar sus dividendos e inmersos en paraísos artificiales!. Tener, trincar y ronear es el triángulo donde se apoya su triste existencia terrenal. Luego firmando manifiestos pro-abortistas o ensalzando las virtudes de la Isla de Cuba cubren su cuota de progres pseudo-modernistas. Pero en fin alla ellos con su materialista y falsa lectura de la vida.

Pues bien como os comentaba, me encuentro con Joaquín en la Alfalfa y despues de saludarme cariñosamente me suelta de sopetón…”Niño, ¿a ti que te parece este Alcalde que tenemos?. Como quiera que entiendo que la respuesta dá de largo para consumir un café, le propongo que lo tomemos en el cercano Horno de San Buenaventura. Una vez inmersos en el trasiego de los movimientos circulares de las cucharillas le devuelvo la pregunta comentándole: …..”bueno Joaquín, ¿y a ti que te parece el Alcalde?. Se rasca el mentón y me suelta…. “A mí me parece que este se mete en muchos berenjenales y luego no sabe como salir”. Dicho queda y ante una respuesta tan contundente solo restaría decir: amén. Pero él tiene mucho interés en conocer mi opinión. Dificil será mejorar la suya pero le debo una respuesta.

¿Qué que pienso yo por tanto de nuestro Alcalde?. Vayamos por parte para evitar mezclar churras con meninas. Las referencias que tengo de don Alfredo en lo personal a través de amigos que se precian de conocerlo, aducen que es una persona trabajadora, cercana, bondadosa, honrada y amigo de sus amigos. En definitiva un buena gente que decimos por estos lares. O un “tío cabal” según el argot del mundillo flamenco.
Pero aquí se trata de hacer una valoración del Alcalde y no de la de persona. ¡Ya se guardaría un servidor de hacer ningún tipo de comentario en el terreno de lo personal!. Eso es íntimo y sagrado. Hablemos pues del político y gestor municipal.
Solo en una ocasión pude tratarlo en la llamada distancia corta. Fue cuando como miembro de la Comisión Pro-Monumento a Manuel Vallejo nos reunimos con él en su despacho para cerrar definitivamente el acuerdo de colocar una escultura del cantaor en la Alameda. Nos dimos un apretón de manos y nos hicimos la foto de rigor. Pues bien hasta la fecha del monumento al genio flamenco de la calle Padilla nunca más se supo. Cuantas llamadas telefónicas hicimos desde la Comisión solo obtuvieran la callada por respuesta. No salíamos de nuestro asombro pero así ocurrieron unos hechos que nos dejaron patidifusos.

De todas formas visto como han dejado la Alameda y donde –y de que forma- han instalado el de Caracol (aparte de que hasta la fecha no saben donde ubicar el de La Niña de los Peines) mejor será dejar a Vallejo durmiendo el sueño de los justos. Es decir: inmerso en el grupo de los sevillanos ilustres y olvidados oficialmente. Total uno más que mas dá.

Si de lo que se trata en definitiva es de valorar la gestión pública y politica de don Alfredo Sánchez Monteseirín mi balance personal no puede ser más negativo. Es decir enlaza con lo peor de los alcaldes sevillanos de la Democracia, que exceptuando algunos retazos de la gestión de doña Soledad Becerril y Bustamente, no han sido capaces de situar a la Ciudad a la altura que demanda su pasado y precisa su presente y futuro (el avance propiciado por la Expo del 92, lo impulsó un Presidente del Gobierno nacido en Bellavista). Todas las grandes ciudades españolas tales como: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Málaga, Córdoba….. han despegado notablemente gracias al empeño personal de alcaldes que se subieron al carro y tiraron hacia delante. Por encima de intereses partidistas antepusieron los de los ciudadanos que los habían votado. Entre los mismos figuran alcaldes del PP, PSOE, PNV e IU. Es decir toda la baraja de partidos politicos. ¿Y nuestra Sevilla?. ¿Qué le ha pasado a nuestra Ciudad’. Lamentablemente esa es su gran asignatura pendiente: la de contar con un Alcalde que sepa empuñar el timón del barco de la ciudad y luchar contra viento y marea. Alguien que cuente con los ciudadanos como aliados principales y sepa conducir a la Ciudad a cotas funcionales de modernidad, sin tener que alterar un ápice sus fundamentos históricos, sentimentales o artísticos.

Entiendo que nuestro actual Alcalde no ha sabido –o no ha podido- estar a la altura de las circunstancias que demandaba Sevilla. A él se debe la antológica frase de: “Es lo que tiene estar muy en vanguardia, que hay que esperar a los inventos para avanzar”. ¡Ahí queda eso!.

Es imposible caminar en positivo por los senderos de la política municipal cuando tienes que estar pendientes de tus flancos. En uno, intentando soslayar el que te cuestionen desde tu propio Partido. En el otro, procurando contentar a tus Socios de Gobierno (legitimados por los pactos pero no por el respaldo votante de los ciudadanos) para que no se te vayan a molestar.

Resulta sospechoso y sorprendente que si tan beneficioso ha sido el Pacto de Progreso para la Ciudad, porque no lo han reeditado en la Junta de Andalucía, posiblemente será que allí se consiguió la mayoría absoluta y no era preciso ningún molesto compañero de viaje. Sí o sí que diría el mandatario de Nervión.

Estoy convencido que nuestro Alcalde actual, a pesar de su largo mandato municipal, esta llamado a formar parte de una cohorte de recientes politicos andaluces, que al dejar sus cargos (eternos en el tiempo) fueron rápidamente amortizados u olvidados por la memoria colectiva de la gente. Sevilla actualmente es una Ciudad de encefalograma plano y sin pulso. Llena de grandes y polémicos proyectos de futuro, pero carente de una planificación global que sepa conjugar los problemas cotidianos con las necesidades futuras. No debía resultar tan dificil concensuar y razonar con los ciudadanos la manera de abordar los problemas y sus soluciones. Vivimos instalados en una pantomima participativa, donde se pretende convencer al personal que todo se hace con el pueblo y para el pueblo. Las sedes de los Distritos, aparte de sus funciones burocráticas, debían ser (como por ejemplo en Inglaterra) punto de encuentro entre concejales y vecinos, pero evidentemente aquí solo nos referimos a Europa en aquellas cuestiones que nos son afines y nos interesa resaltar.

Me despido de Julian en la esquina de la calle Alcaicería, esperando que no se demore mucho en el tiempo el bamboleo del capirote de Casa Rodríguez y ambos llegamos a una misma conclusión: larga vida a don Alfredo en lo personal, familiar y profesional pero, a ser posible, que sea cortita en el campo de la política municipal.

jueves, 2 de julio de 2009

Hermanas del Gran Poder

( A Lola, que parió para Sevilla dos hermanas del Gran Poder)

Mañana será viernes 3 de julio del 2009. Mañana cuando en la Plaza de San Lorenzo la luz apure sus últimos destellos, tendremos una nueva cita con el Señor de Sevilla. Mañana una mocita y una niña sevillanas cumplirán el rito de un juramento con el Depositario de la Fé en nuestra Ciudad. Mañana Rosa María y Lucía entrarán a formar parte de la extensa nómina de hermanos/as del Gran Poder. Mañana el eterno círculo sentimental que envuelve el pasado, el hoy y el mañana se abrirá para que esta nueva savia forme parte del mismo. Mañana serán acogidas como miembros de una Asociación de Fieles, cuyo fin supremo es el de rendir pleitesía -al sevillano modo- al Hijo de Dios. Mañana serán momentos de emociones compartidas y cómplices sonrisas de felicidad. Mañana se parará el tiempo durante unos minutos, para demostrarnos una vez más que aquí en San Lorenzo no corren los horas sino que palpitan los corazones. Mañana esta mocita y esta niña sevillanas, formarán parte de un entramado sentimental que humaniza la Ciudad a través del Nazareno de Juan de Mesa. Mañana la luz del atardecer se teñirá de azul-añil y la tarde se irá muriendo lentamente por Conde de Barajas. Mañana, todo esto ocurrirá mañana.

Y allí estaremos, si Él así lo quiere. No faltaremos ninguno. Pasaremos lista terrenal los presentes y celestial los ausentes. Dentro de la Basílica notaremos a nuestras espaldas como nos llega un rumor por Cardenal Spinola. Nos traerá un trasiego de sillas en la Campana. Un chisporreteo de cirios encendidos en la noche eterna y un rachear de alpargatas costaleras. Una saeta en la Plaza en la voz de Manuel Centeno. Olor a torrija y a manzanilla. A nardo, clavel y a cera de candelería. A pasado, presente y futuro en el mágico ritual semanasantero de la Ciudad. Cerraremos los ojos un momento para soñar lo que aún nos queda lejano en el tiempo. Al abrirlos nos tropezaremos de golpe con la gratificante realidad de las hermosas cabelleras de una joven y una niña, que delante nuestra están a punto de jurar nuestras Reglas. Y enfrente, en su pedestal de bondad y consuelo, estará Él presidiendo tan hermosa Ceremonia. Siempre rotundo en su dolor y bondadoso en su mirada.
Al Señor del Gran Poder
duele mirarlo de frente
consuela besar su pié
confundido entre la gente
Puedes ir a verlo todos los días y nunca te cansas de contemplarlo. Duele por transmitirnos y hacernos partícipes de su dolor. Consuela por producirnos el consuelo que de Él requerimos. Cada visita es un ruego, una suplica o una queja (lamentando que no atendiera nuestra llamada, pero sin dejar de postrarnos a sus plantas). Él es el faro de nuestra Fé y la misma no puede sino acrecentarse con el discurrir de los años.

Y allí estaremos mañana, será viernes 3 de julio del 2009. La vida es una sucesión de fechas concretas. Retazos de vivencias compuestos por momentos y situaciones solitarias o compartidas. Siempre será preferible montarse en el tren de la Esperanza y la Fé, que dejar pasar todos los trenes instalados cómodamente en la Estación de la indeferencia y el pasotismo.
¡Que triste tiene que ser
notar el agua en los labios
y no quererla beber!


Rosa María y Lucía siempre recordarán este señalado día con el implacable paso de los años. Cada una desde una perspectiva distinta. Una, desde su deslumbrante juventud que se abre al sol y a la vida como un clavel mañanero en la Primavera sevillana.
Suspiro de juventud
que enciende claveles granas
la hermosura en plenitud
ruiseñor cantarín de la mañana
La otra, desde la inocencia de sus pocos años plasmados en sus bellos ojos, los mismos que no hace mucho contemplaron al Señor sintiendo muy cerca su divino aliento: los ojos de Lucía.
Encontré a Dios por Sevilla
cuando se paró el Mesías
y en los ojos de Lucía
fue y derramó su semilla

Y allí estaremos y eso será mañana. No faltaremos ninguno a esta cita con el Dios de nuestros mayores. Allí estará Eduardo, impoluto como un dandi, y que nos guiará por los confines de la Basilica en su permanente ejercicio de sevillanía. Seguro que no faltarán fotos que registren para la posteridad tan emotivo momento. No anda precisamente corta de fotógrafos la saga de los Pardo. Miraremos fugazmente a la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, a la que no olvidamos pero que siempre nos dejamos atrás. Ella lo comprende y no tiene celos de su Hijo. Sabe y entiende mejor que nadie que a Jesús, el fruto de su bendito vientre, en Sevilla le llamamos Señor del Gran Poder. Así fue ayer, es hoy y será mañana y siempre en esta Tierra de María Santísima.

Y allí estaremos mañana, será viernes 3 de julio del 2009 y Rosa María y Lucía juraran como hermanas del que habita en San Lorenzo. Mañana, todo eso pasará mañana.