“Se llena el blanco zaguán de
frescura
El toldo del patio nos da la
sombra
Un búcaro de Lebrija asoma en la
ventana.
Mi padre laborea sudoroso a pecho
descubierto
Mi madre cose cantando envuelta en su bata fresquita.
Mi hermano se va buscando
libertades callejeras
Yo sueño y acaricio la cabeza de mi cansada gata:
¡Julio se nos aparece entre dos
aguas!”
Como quien no quiere la cosa el 2014 echa la persiana a su primer
semestre. Junio se nos marcha para dejar paso a los meses más flamígeros de la Ciudad. Las
calles a ciertas horas del día se nos muestran con un calor abrasador y algunas
noches se nos harán eternas antes de ser
liquidadas por los radiantes amaneceres. Los fines de semana aquellos que
puedan y quieran emigrarán buscando temperaturas más placenteras. Lejos va
quedando cada día una primavera que siempre se nos muestra tan efímera como
hermosa y sentimental. No solo es que nos parezca que fue ayer es que en
realidad ya forma parte del ayer. Pasó la Feria de Abril (perdón de
Mayo) sin que los aficionados taurinos pudieran ver en la Maestranza a Morante,
el Juli, Manzanares, Perera o Talavante. Tampoco parece ser que a José Tomás le
interese mucho Sevilla. En la
Bienal de Flamenco estarán ausentes Eva Yerbabuena, Vicente
Amigo y José Mercé. Ciudad esta nuestra de grandes y sentidas ausencias y de
prescindibles presencias. Los días
siempre nacen con el firme propósito de morir y nos enredan en el vértigo del
carrusel de la vida. Los seres humanos siempre intentamos inútilmente atrapar
y, sobre todo, frenar el paso del tiempo sobre mentes y cuerpos. Todo,
absolutamente todo, transcurre entre dos aguas. Que duda cabe que para miles de
familias sevillanas y andaluzas decir “Vacaciones” es un ejercicio tan inútil como
cruel. Nuestros políticos y financieros
han propiciado que las posibilidades de trabajar para millones personas en este
sufrido y hermoso país nuestro se convierta en una misión imposible. Estamos
inmersos en una larga farsa provincial, regional, nacional e internacional
donde los responsables políticos solo nos cuentan mentiras disfrazadas de
verdades prefabricadas. Nadie dice lo
que piensa y la Sociedad
camina a la deriva sin más rumbo que el marcado por los vientos de lo
“políticamente correcto” y la usura. Pero ahora toca, que no es poco, intentar exprimirle al verano su hermoso jugo
de exultante vida. No dejes para mañana lo que puedas vivir hoy. Los que
pertrechamos los Toma de Horas vamos a descansar unos días para emprender
nuevos proyectos creativos y poder así romper, al menos de manera transitoria,
la parcela más asfixiante de la vida cotidiana. Vamos a intentar poner orden
entre las palomas dispersas por nuestras azoteas. Quedamos emplazados, si allá por San Lorenzo
no piensan lo contrario, para el mes de Septiembre. Feliz verano y a vivir los gozos de los
amaneceres luminosos y las noches estrelladas que la vida son tres días mal –o
bien- contados. Por cierto, hablando de cuentos, cada jueves de julio
colgaremos un relato breve de los “Cuentos de azotea”. Un
abrazo.