“Otra Velá de Sant´ana
la luna por los balcones
va despertando a Triana”
Si bien es cierto que Sevilla
tiene un color especial no lo es menos que Triana
tiene el color de la quintaesencia de la sevillanía más profunda. A pesar de
considerarme un privilegiado por haber nacido en la Judería sevillana nunca he ocultado mi
vocación-devoción trianera. Al menos un día a la semana me gusta cruzar el Puente de todos los puentes de la Ciudad
y perderme por sus callejas y rincones. Triana es al Flamenco lo que Roma a la Cristiandad. Entre mis amigos más leales
tengo la suerte de contar con algunos trianeros de verdadero postín. Ellos
tienen las claves fundamentales de los que algunos cursis llaman pomposamente “Trianear”. Triana
en su gente del ayer, del hoy y esperemos que también del mañana tiene su mayor
tesoro. Se sueña a través de sus Leyendas
y se conoce a través de su Historia. La Estrella que guía la Esperanza
de trianeros y trianeras se cierra en su círculo sentimental con una O de orgullo trianero. Últimamente, cuando visito Triana, la veo bonita y placentera como
una mocita que nunca te dice que si pero tampoco que no. Es como si te dijera…”Vuelve otro día y ya veremos”. En Triana todo parece nuevo y viejo a la vez ante el discurrir de un
río que siempre parece querer quedarse para siempre en sus orillas. El Arte y Triana nacieron para caminar hermanados entre lo popular, lo culto
y lo exquisito. Tierra para los
náufragos del amor y silencios maestrantes para las almas que sueñan tardes de
gloria. Triana es mucha Triana. Allí donde se pescan estrellas
en el Puerto Camaronero con la banda
sonora de la Soleá de los Alfareros.
Nota veraniega: Si el de San Lorenzo no opina lo contrario nos
vemos en Septiembre. Buen verano para
todos/as y a disfrutar de la vida bajo las estrellas. Un abrazo.
Juan Luis Franco – Miércoles Día 29 de Junio del 2016