El pasado viernes casi de manera imperceptible y discreta (como a ella le gustaba vivir) volvieron a Sevilla los restos de la genial Marifé de Triana. Llegaban desde Torremolinos, su última residencia en vida, donde falleció un 16 de Febrero del 2013. Allí, en la Costa del Sol, la honraron en vida y la homenajearon tras su fallecimiento rotulando una Avenida con su nombre. Decir en Sevilla Marifé es decir Copla en el sentido más visceral y emotivo del término. Las Damas de la Copla (con Marifé al frente) fueron el refugio con un fuerte arraigo sentimental de muchas mujeres y de muchos homosexuales a los que por esta Tierra, de manera cariñosa, conocíamos como “los mariquitas”. Queda pendiente de desarrollar un estudio sociológico sobre la importancia de la Copla en estas personas que en esa época eran cruelmente perseguidas y a las que se le aplicaba la Ley de vagos y maleantes. Su único delito era haber nacido con unas determinadas inclinaciones sexuales. Cierro este paréntesis haciendo hincapié que también en el seno de algunas hermandades sevillanas fueron acogidos con grandes muestras de afecto y comprensión. La Copla, a qué negarlo, les supuso un antídoto contra el odio irracional que sufrían. Marifé, Marifé de Triana, fue el espejo donde poder mirarse para descubrir la verdad de este Arte parido y amamantado en Andalucía. Los restos de la gran Marifé de Triana ya reposan para la eternidad en el Cementerio sevillano de San Fernando. La reivindicación humana y artística de esta gran artista en sus últimos años en la Tierra tuvieron siempre como principal abanderado a Alfonso de Miguel. Con ellas, las despectivamente llamadas “folclóricas”, se fueron las emociones compartidas en el ámbito de la Cultura Popular de nuestras madres y abuelas. Alfonso Gamero “La Esmeralda” viajaba con Marifé para plancharles sus batas de cola. Nosotros, los hijos del agobio, siempre viajamos al pasado para no olvidar de donde venimos. Torre de arena plantada para siempre en ese Puente que une a Sevilla y Triana. Marifé, Marifé de Triana.