lunes, 27 de febrero de 2017

Gustav Mahler



Beethoven con su música simboliza la fuerza de la Tierra y la exaltación de los sentidos ante la fuerza de la NaturalezaMozart es un compendio de suma belleza donde armoniosamente consigue a golpes de pentagramas que la Humanidad tenga  definitivamente su Banda sonora.  Bach es el  espíritu sublime de la divinidad hecha música.  Tierra, Belleza y Dios unidos por tres compositores inmortales que con su música nos hicieron soñar, pensar y sentir. Gustav Mahler se nos representa como el culmen de todos y de todo.  Su Segunda Sinfonía (cuya partitura original fue subastada por Soyheby´s  el pasado noviembre por cuatro millones de euros) condensa y resume la andadura de los humanos, enredados entre gozos y penas, por la corteza terrestre.  El amor y el desamor hecho pura poesía musical.  Mahler templa el tiempo y nos seduce desde la belleza de las cosas intemporales.  Su música se abre camino por los senderos de la duda para demostrarnos sin paliativos que la certeza puede existir.  Nos atrapa amorosamente y nos libera del yugo de la orfandad.  Este compositor checo se nos representa como el máximo y más preclaro exponente del postromanticismo. Un bohemio soñador y un intelectual portador de emociones que falleció en Viena cuando contaba cincuenta años de edad.  Eterno y sublime su música traspasa las fronteras del tiempo para instalarse en las almas sensibles.  Gustav Mahler o la eterna verdad de la música atemporal. 


Juan Luis Franco – Lunes Día 27 de Febrero del 2017


viernes, 24 de febrero de 2017

Manolo Caracol



Hoy es 24 de febrero del 2017. Hoy hace cuarenta y tres años que dejó este valle de gozos y penas un sevillano nacido en la Alameda de Hércules llamado Manuel Ortega Juárez (Manolo Caracol para la Historia y la cima del Cante flamenco).  Un cantaor sin el cual quedaría incompleto poder explicar –y explicarnos- en que consiste la grandeza emocional de este Arte parido y amamantado en Andalucía. Precoz en sus comienzos el niño de Caracol “el del bulto” consiguió emocionar al mismísimo don Antonio Chacón. Su cante, que se me antoja más gaditano que sevillano, nace y muere en los confines de una tierra que deposita sus lágrimas en las orilla de sus mares y se alivia con el gozo de sus amaneceres entre sendas y olivares. Manolo Caracol apoya su legado jondo y ancestral envuelto en una capacidad creativa donde siempre consigue atraparnos en nuestra doble condición de humanos y andaluces.  Ser caracolero se me antoja como una de las condiciones más nobles y enjundiosas que alberga este corazón que, aunque cansado, todavía se emociona cada día con una puesta de sol, la sonrisa de un niño o un fandango de “El Carbonerillo”.  Siempre que la vida me apretó sus tuercas de desamparo y desosiego encontré en el cante de Manolo Caracol un antídoto contra todo y contra todos.  Representa en el Flamenco lo que Louis Armstrong representa en el Jazz: la verdad inapelable de la música de raíz.  Cuarenta y tres años sin el “Genio de la calle Lumbreras” y más de medio siglo sin que la “Reina de San Gil” y “El Cisquero de San Lorenzo” reciban el soplo gitano de sus saetas.  Un Dios de lo Jondo que nos redime con su cante y nos aclara sin paliativos que la emoción hace llorar también a los hombres.  Manolo Caracol o, lo que es lo mismo, el Cante flamenco en todo su esplendor.

Juan Luis Franco – Viernes Día 24 de Febrero del 2017


miércoles, 22 de febrero de 2017

Plaza de las Mercedarias



Por entre los visillos de la ventana
se cuela un suave soplo de aire
mostrando partículas en suspensión
que giran lentamente en un difuso eje.

Ecos hebreos recorren entre rezos y salmos
las callejuelas de la judería sevillana.

Una campana, a lo lejos, tañe lastimera
su pena de siglos entre la gloria y la orfandad.
La calle suena a vida y la vida suena a calle
con las luces y sombras de los corrales de vecinos.

Adormecidos por los calores del cisco picón
escuchamos a los lejos los rezos mercedarios;
trampantojo de la infancia que se abría ufana
a los despertares de mundos por llegar.

Calle del Verde que te quiero Verde
provocando la Alegría de una Virgen
y la enjundia del Miguel de los migueles.

Isla, oasis y remanso de paz mercedaria
con Tintes de Zamora en su Pasaje,
una arteria de Vidrio en su viaje
dentro de un corazón llamado Candelaria.


Juan Luis Franco – Miércoles Día 22 de Febrero del 2017



lunes, 20 de febrero de 2017

Zapatero a tus zapatos



Toda persona que afortunadamente viva en una sociedad democrática tiene perfecto derecho a opinar sobre lo divino y, sobre todo, lo humano.  Constatar, eso si, como una cuestión de principios que las opiniones deben fundamentarse a través de la formación e información de quienes las emiten. No conozco mayor grado de inteligencia que cuando asumimos y gestionamos nuestras propias limitaciones. Sabemos nuestras carencias y a través del reconocimiento y la superación de las mismas es como conseguimos crecer. Afortunadamente nadie está en posesión de la verdad absoluta y nadie está legitimado para descalificar a quienes no piensan como él.  Con cada año que cumplo intento ser más cauto en mis opiniones procurando que las mismas no carezcan de razonables argumentos. Este Blog no nació para los análisis políticos (doctores tiene la Iglesia mediática) ni tampoco para ser testaferro de la actualidad.  Hago excepciones por considerar que nadie, en momentos puntuales, debe sustraerse de cuanto le rodea.  Trato de conmover a través de los sentimientos y de provocar un punto de reflexión en una Sociedad caótica y compulsiva. Siempre pongo el ejemplo de nuestra Semana Santa como culmen de lo que ha representado y representa esta Ciudad. La Historia de Sevilla donde mejor se refleja es en los anales históricos de sus hermandades y cofradías. Siempre me han interesado de nuestra Semana Mayor sus aspectos antropológicos, historicistas y sentimentales. Poco o nada me interesa eso que se suele llamar actualidad cofrade (sin dudar de que la misma tenga su importancia).  Leo un titular en la prensa sevillana donde se informa de que la Junta de Gobierno de una determinada Hermandad ha destituido a un capataz después de muchos años de tocar el martillo. Esto siempre origina un amplio debate cofradiero pero sinceramente a mí no me provoca ningún sobresalto emocional. ¿Perderán los pasos de esta Hermandad su idiosincrasia por cambiar de capataz o de Junta de Gobierno?  Reconozco que en ocasiones puntuales me he permitido en este Blog hacer algún comentario sobre temas de actualidad cofradiera y, afortunadamente, siempre hay un amigo que a través del afecto me pone en mi sitio.  No volveré a caer en errores que son fruto de la insensatez.  Todos debíamos colgar en la puerta de nuestras inquietudes un cartel que nos recordara aquello de....”zapatero a tus zapatos”.  Sinceramente, un servidor hace tiempo que lo tiene colgado.  


Juan Luis Franco – Lunes Día 20 de Febrero del 2017


domingo, 19 de febrero de 2017

Doña Felisa


El ser humano, los seres humanos, buscan siempre la felicidad en lo excepcional obviando que es en lo cotidiano (el día a día) donde se encuentra, en no pocas ocasiones, la placidez de la existencia humana. Nuestro primer café, nuestras obligaciones, nuestras devociones, nuestra copa a mediodía y nuestra ruta urbana de cada día están salpicados de personas y situaciones que nos hacen crecer en esta Ciudad de nuestros amores y desvelos.  En la calle El Silencio tenía uno de los más claros ejemplos de esta reafirmación del gozo humano de la cotidianidad.  Allí cada mañana en el poyete de una ventana se sentaba Felisa (doña Felisa).  Nos pedía unas monedillas sin pedirlas. No necesitaba alargar la mano ni mostrarnos un vaso de plástico vacío.  Era amable, educada y cariñosa en extremo. La gente a menudo se paraba a hablar con ella buscando no dar conversación sino recibirla.  Ante la recepción de una moneda te regalaba una sarta de piropos donde se incluía el miarma, precioso y guapo (con un acento tan entrañable y tan andaluz que seguro molestaría a alguna alta jerarquía salmantina). Un día iba delante de mí un hombre que le acababa de dar unas monedillas y hacía en voz alta el siguiente comentario: “Tiene cojones, le doy a esta mujer cincuenta céntimos y me dice tres o cuatro veces guapo y en mi casa entrego todo lo que gano y todo el mundo me pone faltas”.  Esta mañana al pasar por la calle El Silencio me llevé una desagradable sorpresa.  En la ventana desde donde Felisa (doña Felisa) impartía a diario sus lecciones de bondad y honda sevillanía había depositado tres ramos de flores y una esquela mortuoria con su foto. Se ha ido como vivió, sin hacer ruido ni molestar a nadie. Que duda cabe que seremos muchos/as los que la echaremos de menos.  Precisamente hoy, cuando muchos españoles se preguntan si en verdad la Justicia es igual para todos, a mí lo que me apetece es rendirle un cariñoso y emotivo homenaje a Felisa (doña Felisa).  Dios le guarde noble anciana sevillana.


Juan Luis Franco – Viernes Día 17 de Febrero del 2017




viernes, 17 de febrero de 2017

Endémicos



“Cateto es quien considero un mérito definitivo,
un privilegio del destino, el azar de haber  nacido
en un cierto sitio”
- Antonio Muñoz Molina -

Sinceramente no tengo demasiado claro si los males endémicos (o las bondades) que se les adjudican a nuestra Ciudad son exclusivos de la misma o, más bien, propios de la sociedad y la época que nos ha tocado vivir.  Con esto que han dado en llamar “La Aldea global” puede que a través de las redes sociales se demuestre con absoluta nitidez que, para lo sensato y lo estúpido, ya estemos plenamente equiparados. ¿Podemos afirmar que los figurones, los envidiosos y los “chaqueteros” son patrimonio de Sevilla?  ¿No sería más prudente asumir que estos “atributos” son patrimonio de una gran parte de la Humanidad?  Estoy convencido de que mientras escribo estas líneas habrá un japonés emocionado escuchando un cante por Soleá.  Posiblemente un finlandés estará leyendo en pleno recogimiento al poeta Luis Cernuda y un norteamericano estará escuchando la sonanta de Paco de Lucía.  Un vecino de un barrio de Sidney sentirá envidia del ascenso que le han otorgado a un compañero reuniendo él muchos más méritos.  Un escritor marroquí se sentirá ufano de haber sido nombrado para dar un Pregón que le llevará del vacío a la nada.  Un bombero de Berlín dirá digo donde antes decía Diego en aras de un prometido ascenso.  Luego están las tradiciones, los aspectos culinarios y las raíces familiares que ahí si podemos encontrar diferencias sustanciales entre unos y otros. ¿Cuántos habitantes de la Tierra entonarán al mismo tiempo un Padre nuestro que estás en los cielos y cuantos pondrán sus vidas en manos de Mahoma? Nos han hecho creer que somos diferentes sin pararse a pensar que las diferencias políticas, étnicas, religiosas y/o sociales han provocado millones de muertos a lo largo de la Historia.  La Cultura, el Arte y las Ciencias tienen –o al menos debían tener- como principales objetivos la unión y el fortalecimiento de los pueblos. Todos sufrimos y gozamos y todos estamos expuestos ante los avatares del destino. Las peculiaridades son el basamento para desarrollarnos y crecer en las diferencias y nunca pueden ser el caldo de cultivo de la intransigencia y la intolerancia. No podemos creernos el ombligo del mundo cuando existen dudas razonables de que este lo tenga. Sevilla y lo sevillano es una parte mágica y profunda de esto que ahora llaman “Aldea Global”.  



Juan Luis Franco – Viernes Día 17 de Febrero del 2017

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miércoles, 15 de febrero de 2017

Suciedad Hispalense



Recuerdo una actitud que pude presenciar hace un par de días mientras esperaba sentado en un banco del andén el tren de cercanía que, cada semana, me lleva a Dos Hermanas a ver a mis nietos.  Justo sentada junto a mí había una señora de un porte que se podría considerar exquisito y elegante. Se estaba comiendo lentamente los “gusanitos” de un paquete y los acompañaba dándole acompasados sorbos a una lata de Coca-Cola Zero. Pues bien llega el tren y la buena señora deja en el asiento contiguo la lata vacía y esparcidos los restos del paquete de gusanitos. Curiosamente justo al lado del banco donde estábamos sentados había una papelera vacía y, además, en perfecto estado de utilización. Ante actitudes como estas poco, o nada, debe sorprendernos el estado de suciedad en que se encuentra nuestra Ciudad.  Sevilla está sucia por el incívico comportamiento de un número determinado y minoritario de sevillanos/as. Si, son una minoría, pues es fácil observar que la mayoría de las personas se comportan de manera civilizada.  Lipasam hace lo que puede y además entiendo que con una notable calificación ciudadana. Para algunos/as la Ciudad, al no ser propiedad de nadie en particular, es de todos para (fundamentalmente) lo malo.  No me refiero al vandalismo que es una modalidad que en Sevilla ha conseguido tener santo y seña. Me refiero a personas que, como la señora del tren, no tiene conciencia que lo incívico vaya con ellas. ¿Soluciones? Sinceramente no tengo claro que a ciertas edades las campañas educativas sean efectivas. Tampoco que las sanciones ejemplarizantes sirvan de ejemplo para frenar el avance de los “puercachones”.  La Suciedad Hispalense ya forma parte de nuestra vida cotidiana y hasta la “bruja de la escoba” la utiliza, más que para pegar escobazos, para barrer la mierda que dejan en las vías.  No estaría de más, ya que somos europeos, que observemos el edificante ejemplo de los muchos turistas que nos visitan. Solo nos fijamos que son cada día más y que además comen fritangas.  No tenemos arreglo, ¿o quizás si?


Juan Luis Franco – Miércoles Día 15 de Febrero del 2017

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martes, 14 de febrero de 2017

Racionalidad


 


Hoy, más que nunca, es una necesidad imperiosa racionalizar nuestro mundo de sensaciones, pasiones, aficiones y, sobre todo, expresiones.  Ser capaz de digerir en positivo toda la información que llega a nuestro cansado y hastiado cerebro es una tarea sumamente compleja. Situarnos política, cultural y/o socialmente se nos presenta una tarea de muy difícil acople.  Tratamos de huir, como Drácula de las ristras de ajos y los crucifijos, de los distintos gurús mediáticos y de los muchos politiquillos de tres al cuarto. ¿Qué somos? ¿Dónde estamos?  ¿Hacia donde vamos?  Preguntas ancestrales cuyas respuestas se pierden en el aire de la duda.  El pasado fin de semana se produjo en el Madrid de los Bernabéus y Calderones cuatro acontecimientos cuyos desenlaces son un claro ejemplo de la sociedad que nos ha tocado vivir. Tres fueron políticos y se fraguaron en torno al Congreso del PP, la Magna Asamblea de PODEMOS y la convocatoria pro-Susana Díaz de algunos alcaldes socialistas. Tres acontecimientos políticos con los finales previstos de antemano y donde, paradójicamente, los cambios políticos, sociales y culturales que necesita este país no hicieron acto de presencia. El cuarto acontecimiento fue la elección de nuestro candidato para una cosa desfasada y obsoleta llamada EUROVISIÓN. Tuvo un desenlace bastante brusco y con un corte de manga del candidato elegido. Si sigue mandando don Mariano y también lo hace el camarada Pablo, con el añadido de poner en la parrilla de salida a doña Susana, creo que habrá llegado el momento de pedir asilo espiritual en un Convento de Zamora. ¿Cómo se puede aplicar la racionalidad cuando la neurosis nos acecha por cada esquina? Por último y no por ello menos importante hacerme eco de la injustificada e irracional campaña que se está llevando a cabo contra la Educación Concertada.  No se puede, eludiendo cualquier posibilidad de dialogo, erradicar una forma educacional que, a la lo largo y ancho de la historia, ha producido tan alto bagaje educativo.  Lo dicho PP, PODEMOS, doña Susana, EUROVISIÓN y la Educación Concertada como ejemplos de la falta de racionalidad que nos invade.  Solo falta las nefastas planificaciones deportivas que el Betis, nuestro Real Betis, hace cada temporada. Pero a este cajón de sastre ya no le caben más trajes.  Racionalidad divino y perdido tesoro.

 

 

Juan Luis Franco – Martes Día 14 de Febrero del 2017

 

lunes, 13 de febrero de 2017

Vicente Amigo



“Dieron los vientos de poniente
los primeros acordes de la guitarra
y Andalucía despertó a  la brisa mañanera
con los compases del gozo y de la pena”

Vicente Amigo (junto a Rafael Riqueni) está llamado a liderar la guitarra flamenca del siglo XXI. Este andaluz universal nacido en la localidad sevillana de Guadalcanal (criado para la vida y el Arte en Córdoba) se me representa como un verdadero príncipe de los sonidos mágicos que nacen de la sonanta.  Fueron en sus comienzos sus primeros maestros “El Tomate” y “El Merengue” pero fue el mago de la guitarra Manolo Sanlúcar quien le mostró la hoja de ruta que deben seguir los elegidos para la gloria flamenca.  Sus grabaciones son siempre esperadas por los buenos aficionados y nunca (más bien todo lo contrario) suelen defraudar. Las actuaciones en directo de Vicente Amigo son un canto a la belleza y al sentimiento que desgrana la guitarra.  Su memorable actuación en la pasada Bienal sevillana es de las que difícilmente se olvidan. Aquellos que gustan de establecer comparaciones lo suelen comparar con Paco de Lucía.  Soy de los que creen a pie juntillas que las comparaciones, aparte de odiosas, siempre hacen un flaco favor a quienes la reciben.  Cada artista tiene unos referentes donde se asienta la raíz de su discurso pero lo importante siempre será su vuelo en solitario. Vicente Amigo tanto acompañando el Cante como en sus exitosos recitales en solitario sigue creciendo cada día. Ahí está la clave de un artista: en su permanente crecimiento. La guitarra flamenca goza en la actualidad de una magnifica salud. Tenemos una serie de jóvenes valores de verdadera enjundia. Vicente Amigo, junto a Rafael Riqueni, son ya hoy un claro referente para las nuevas generaciones de tocaores flamencos. Su mundo de fantasía nos hace cómplices y participes de los grandes misterios de este Arte universal. Rendirle pleitesía es lo menos que se merece este Príncipe de la guitarra flamenca. El flamenco se nutre de lo nuevo y se ennoblece de lo antiguo.  Unir ambos conceptos es lo que hacen artistas como Vicente Amigo.


Juan Luis Franco – Lunes Día 13 de Febrero del 2017


viernes, 10 de febrero de 2017

De Nueva Orleans a Triana



En los últimos años he ido consolidando mi afición al Jazz y, fundamentalmente, gracias al asesoramiento, las sugerencias y las inestimables aportaciones de mi gran amigo el excelso sevillano Eduardo Pérez he podido configurar una excelente colección.  Siempre me gustó el Jazz a través de mi inveterada afición al Séptimo Arte y, más concretamente, con la gran aportación de esta música del alma al bien llamado Cine-Negro. Ahora el Jazz ya forma parte de mi vida cotidiana sin que esto suponga menoscabo de la gran pasión-afición de mi vida que es el Arte Jondo. Algunas veces me da por buscar paralelismos entre los grandes del Jazz y los del Flamenco. Llego a algunas conclusiones que, independiente de ser puras ensoñaciones, me llenan de satisfacción. Encuentro similitudes por la carga sentimental de sus ecos enjundiosos entre Louis Armstrong y Manolo Caracol.  Ella Fitzgerald se me representa junto a la Niña de los Peines como las dos grandes damas del Jazz y el Cante Flamenco, respectivamente. Miles Davis, en su versatilidad y hondura, me ofrece pocas dudas de su paralelismo con Camarón de la Isla.  Billie Holiday es la Paquera de Jerez unidas por el desgarro emocional del Arte a través de lo vivido. John Coltrane, pura musicalidad, se mueve entre Manuel Vallejo y Porrina de Badajoz.  Nina Simone es la “Niña de la Puebla” en un hermanamiento entre Tryon-Carolina del Norte y la Puebla de Cazalla-Sevilla.  Charlie Parker solo se puede parecer a...Charlie Parker. Estos paralelismos siempre los establezco en el plano estrictamente musical pues la vida personal de los artistas es fruto y consecuencia de las circunstancias y avatares de cada uno.  Jazz y Flamenco unidos por la música del alma que nos humaniza y nos redime con nosotros mismos. Nueva Orleans, Triana, Chicago y Jerez..... La vida envuelta en un pentagrama que está siempre flotando en el aire.  Las almas libres volando y Dios soplando en el viento. La eternidad plasmada en la belleza de las cosas.


Juan Luis Franco – Viernes Día 10 de Febrero del 2017


miércoles, 8 de febrero de 2017

Soberbia



Dentro de las anomalías que presenta el ser humano el empleo de la soberbia no es cuestión baladí. Reconozco sin ambages que en momentos puntuales y, afortunadamente, en muy pocas ocasiones la he empleado con algunas personas.  Cuando con el paso del tiempo he podido pedir disculpas a quien  traté de manera despectiva me he sentido realmente aliviado. Rectificar es de sabios y saber disculparse a tiempo es de bien nacidos. En otros casos la distancia o las circunstancias personales de cada uno me han impedido cumplimentar a mi conciencia. Bien que lo siento. Al ridiculizar a alguien por comentarios que consideras absurdo y/o fuera de lugar solo consigues envilecer tu comportamiento.  Mirar a una persona de manera despectiva (lo de mirarlo por encima del hombro) no hace mas que empequeñecernos tanto humana como intelectualmente. Afortunadamente el balance que presenta mi curriculum humanoide es altamente positivo y donde siempre ha prevalecido la sencillez y el respeto a los demás.  Ante algo que consideramos una solemne tontería lo mejor es dar la callada por respuesta y poner tierra de por medio.  En no pocas ocasiones quien calla -aparte de otorgar- también deja dormir en un rincón el fantasma de la soberbia.  No es casualidad que la soberbia sea un complemento sustancial en la vida de los poderosos. Solo tienen la razón de la fuerza que dan dinero y poder pero nunca tendrán la razón de las cosas que dan sentido a la existencia humana.  Abusan de los más desfavorecidos y en  su soberbia está implícita la penitencia que les espera: la soledad en cuerpos y almas. Ser soberbio a tiempo completo aparte de agotador debe resultar tremendamente complicado.  Nadie hablará de ellos cuando hayan desaparecido y si lo hacen será para ponerlos de vuelta y media.


Juan Luis Franco – Miércoles Día 8 de Febrero del 2017


lunes, 6 de febrero de 2017

Disparates balompédicos



En una sociedad como la actual donde el disparate forma parte de nuestras vidas cotidianas poco o nada puede extrañarnos que el balompié esté inmerso en esta compleja y malévola tesitura.  Nuestras autoridades futboleras han criminalizado conjuntamente a una parte de la Afición sevillista (los “Biris”) que, aparte de que  mayoritariamente no son nada violentos, solo tienen como principal misión el apoyo incondicional a unos colores.  Hijos de amigos míos pertenecen a los “Biris” y doy fe de que son personas sensatas y nada agresivas en sus comportamientos.  Otra cosa es que dentro de esta rama de la afición sevillista (como en la de cualquier Equipo) exista un reducido número de energúmenos que utilizan el amor a unos colores para verter el veneno que llevan dentro. Erradicar a estos tóxicos elementos de los campos de futbol en particular y de la sociedad a la que pertenecemos en general es algo que no admite demora. Cuestión de vigente actualidad en estos días es la cacería que sufre el jugador ucraniano Roman Zozulya. El Betis había acordado con el Rayo Vallecano una cesión del jugador hasta final de temporada y la afición rayista  “argumenta” que no puede admitir que un “nazi” juegue en sus filas. Un auténtico disparate y que “democráticamente” impide que este hombre pueda ejercer su derecho a trabajar.  Roman Zozulya no es para nada una persona de ideas fascistas (así lo argumentan sin ambages desde distintos ámbitos políticos e intelectuales ucranianos). Es un hombre, eso sí, fuertemente comprometido con su país ante la desigual lucha que mantiene el mismo contra el imperialismo ruso. Los rusos siempre han tenido un especial interés en tachar de nazis al movimiento de resistencia ucraniano. Nada nuevo bajo el sol en una sociedad que vértebra sus emociones entre el culto a los “héroes” y el vilipendio a los “villanos”.  El sentido común y la racionalidad ni están ni se les espera.  Aquí se trata de “facha” a cualquiera y todo gira en torno a unas carencias ideológicas e intelectuales. Doscientos “demócratas” impiden que una persona pueda expresarse libremente en una Universidad tachándolo de “fascista”. Podríamos preguntarnos: ¿Dónde está el fascismo? ¿En la utilización de la fuerza bruta y mayoritaria o en el legitimo ejercicio de poder expresarse en libertad?  Estamos como estamos y esto, lamentablemente, ocurre un triste día donde, a los 91 años de edad, ha fallecido un grande entre los grandes del periodismo deportivo sevillano: “Juan Tribuna”.  Las marionetas convencidas de que son ellas quienes mueven los hilos.  El disparate formando parte de nuestra vida cotidiana.


Juan Luis Franco – Lunes Día 6 de Febrero del 2017


Tres en uno




Cada día que pasa estoy más convencido de la atinada teoría de las tres personalidades con las que pasamos por la vida y sus circunstancias.  La primera es lo que la gente cree que somos,  la segunda es lo que nosotros creemos ser y la tercera lo que somos en realidad.  Puede que las dos primeras se basen en criterios subjetivos y en la tercera es donde más cerca se encuentre el rigor de la objetividad.  De todas formas nada en la vida es inamovible y estas teorías pueden ser susceptibles de cambios de lo más diversos. Nos puede empezar a valorar en positivo alguien que no nos tenía mucha estima o puede ocurrir todo lo contrario. Cambia la vida y con ella cambiamos todos nosotros.  Recuerdo en mi juventud cuando un día le pregunté a un viejo anarquista, zapatero remendón en el zaguán de mi “Corral de vecinos” (el mismo que un día, harto de todo y de todos, se terminó suicidando) que significaba ser de izquierdas. Nadie me la ha definido nunca mejor que este atormentado buen hombre.  Me dijo: “Ser de izquierdas es ser siempre solidario con los más desfavorecidos. Rebelde con los poderosos (y los poderes que promueven la injusticia) y sensible ante el Arte, la Cultura y la Belleza”. Tres conceptos que como los de la personalidad nos siguen rondando por todas las esquinas. En no pocas ocasiones las justificaciones que parecen servirnos a nosotros mismos no se las concedemos a los demás.  Somos complejos por nuestra propia naturaleza y en el libre albedrío estará siempre la capacidad de elegir que camino tomamos en cada momento. Más que preocuparnos por el que dirán de nosotros debíamos hacerlo por tener siempre a nuestra conciencia en perfecto estado de revista.  Vivir en armonía empieza por hacerlo con nosotros mismos.


Juan Luis Franco – Lunes Día 6 de Febrero del 2017


viernes, 3 de febrero de 2017

Maduros interesantes




Los tiempos en lo que a longevidad creativa y existencial se refieren han variado de una manera bastante considerable.  Casi sin darnos cuenta la plena madurez que hace unos años se alcanzaba en la cima de los cincuenta años de edad en la actualidad está situada en los setenta. Vivimos más y, contradictoriamente, en no pocas ocasiones pensamos y actuamos menos. Cuando se hace un somero balance de grandes personajes que consiguieron –y consiguen- a edades muy avanzadas grandes cotas de creatividad observamos ejemplos realmente deslumbrantes. Personas que han conseguido armonizar años y creatividad con un brindis al sol en los atardeceres de la vida. Podemos decir, por citar algunos casos, que el Papa Francisco con 80 años está en su plenitud creativa de bondades y solidaridades compartidas. Charles Aznovour a sus 92 años sigue dando recitales por todo el mundo (el pasado 31 de enero dio uno en Madrid).  Frank Lloyd Wrigth con 90 años fue el arquitecto autor del Museo Guggenheim de Nueva YorkWoody Allen con 82 años lleva dirigiendo e interpretando una película anual desde 1969 (la última del 2016 llamada “Café Society”). Clint Eastwood a sus 86 años alterna tareas de dirección e interpretación desde 1955 (su última película del pasado año llamada “Sully”).  Alicia Alonso con sus 96 años a cuestas y a pesar de estar prácticamente ciega dirige cada día desde un sillón a jóvenes promesas de la danza cubana.  Tony Bennett con 90 años en su garganta acaba de sacar al mercado un nuevo disco (“Tony Bennett Celebrates 90) junto a Lady Gaga. Todas estas personas -como otras muchas- poseen un talento inconmensurable y  no están dispuestas a rendirse ante el inevitable pasar de los años. Valoran cada nuevo día que se les regala para seguir en la brecha. Saben que la vida es corta y la aprovechan haciendo lo que mejor saben hacer: ofrecernos en vida su inmenso legado creativo y existencial.


Juan Luis Franco – Viernes Día 3 de Febrero del 2017


jueves, 2 de febrero de 2017

Candelaria




A mi hija Alicia candelaria por  vocación y tradición

Hoy, como cada 2 de Febrero, celebramos el Día de La Candelaria.  Es una de esas dos fechas que se encuentra fuertemente arraigada en el epicentro de los sentimientos candelarios (evidentemente la otra es el soñado y anhelado Martes Santo).  Dentro de los actos de este hermoso y mágico día existe uno en particular que le da un emocionado sentido de continuidad a esta fecha: la presentación de los niños a la Reina de San Nicolás.  Las imágenes, nuestras sagradas y queridas imágenes, son las únicas capaces de unir pasado y futuro a través del presente.  La vida muere y se renueva con cada hoja de almanaque que cae y nuestras devociones más intimas se acrecientan con el paso de los años.  La Virgen de La Candelaria es el camino más corto que tengo para reunirme con frecuencia con dos de las mujeres más importantes de mi existencia: mi abuela Teresa y mi madre.  La Candelaria se nutre de nuestro fervor y lo proyecta amorosamente bajo un halo de belleza a nuestros hijos y nietos.  Ella es un poema de Antonio Fernández Montes escrito en “su exilio” de la Barrida de los Pajaritos. Un estudio riguroso e imprescindible con sabor a beatífico ibuprofeno escrito por Martín Carlos Palomo. Una devoción inquebrantable en la familia de los Lappi o una gran verdad en la rigurosa perseverancia candelaria de Pepe Martínez Raposo y Salvador Reina. Un llavero de Vito que descansa encima de una mesa con velas rojas de rogatorias que, al ser encendidas, siempre esperan el milagro de vivir una vida sin sobresaltos.  Un Hermano Mayor que nos llegó un día desde la Alcaicería de la Loza para alfombrar el camino que va desde San Nicolás a la Plaza de La Alfalfa.  Dos Candelarios (así con mayúscula) que vuelven la cara por la Plaza del Pan y acuden prestos si alguien levanta la voz diciendo ¡a mi La Candelaria! o simplemente Ignacio o Fali. Una, cien, mil historias candelarias contadas en primera persona y donde los “buenos”, en honor a Ella,  perdonan a los “malos” y estos a su vez prometen “no coger ventajas en las levantá”. Hoy, como cada 2 de Febrero, es el Día de La Candelaria.  Buen día para ir a verla y ver de cerca su cara llena de Verdad y guapa sevillanía.  Debemos hacerlo por nosotros y, fundamentalmente, por quienes ya no pueden hacerlo. Hoy, insisto, es el 2 de Febrero: Día de La Candelaria.


Juan Luis Franco – Jueves Día 2 de Febrero del 2017


miércoles, 1 de febrero de 2017

Silenciosos por un día



Cada día los ruidosos encuentran más motivos para explayarse y los silenciosos más motivos para protestar. Siempre encuentran los primeros nuevos artilugios para que la fiesta de los decibelios no pare. Vivir en paz con uno mismo lleva aparejado un cierto clima de sosiego para ejercitar la necesaria reflexión. No hay manera. Un amigo de sentires sevillanos y filosóficos cree firmemente que se debía regular por ley en Sevilla el necesario tema del silencio. El propone aplicar por decreto turnos de silencio acorde con la primera letra del apellido. Por ejemplo: los apellidos que vayan de de la A a la G guardarán silencio los lunes de cada semana. Los que coincidan de la H a la M deberían permanecer callados los martes. Los que van de la N a la R no hablarán los miércoles y los concernientes entre la S y la Z permanecerán silenciosos los jueves. Viernes, sábados y domingos solo se podrán emitir ruidos estentóreos desde las 9 a las 14 horas. Los tiempos de silencio solo podrán ser alterados por cuestiones laborales, profesionales o estudiantiles. También para hablarse lo estrictamente imprescindible con madres, esposas, hijos y nietos (cuñados abstenerse) o, evidentemente, cuando perentorias necesidades personales/familiares así lo requieran. Los turnos serán rotatorios y así poder guardar silencio en distintos días de la semana. Durante el turno de silencio los coches de los interfectos permanecerán estacionados y las hogareñas cajas de herramientas (con trompos incluidos) serán depositadas en un almacén municipal habilitado a tales efectos. Las operadoras/es de telefonía móvil que rompan el silencio en plena “cabezada” serán sancionadas con la audición (no menor de 300 veces) del “In the ghetto” en la versión del “Príncipe Gitano”. Los que se equivoquen al marcar el piso en los porterillos electrónicos tendrán que escribir cien veces “me pondré las gafas del cerca antes de pulsar el botón”. Todo sea por conseguir un poco de paz y silencio en esta convulsa y ruidosa Ciudad.   Silenciosos por un día que menos da un decibelio.


Juan Luis Franco – Miércoles Día 1 de Febrero del 2017