jueves, 29 de diciembre de 2022

REY PELÉ

                               (1940-2022)

Ha muerto el Rey Pelé uno de los mejores jugadores de la Historia del Fútbol. Tenía 82 años de edad y ha sido vencido por un cáncer de colón. Grande entre los grandes este brasileño de oro puro que deslumbró al mundo futbolero a muy temprana edad. Su manera de concebir el fútbol y su magia con el balón lo hicieron único e irrepetible Se va un gran hombre y un genial futbolista. Gloria eterna del fútbol brasileño y mundial.

 Descanse en la paz de los elegidos para la Gloria.

jueves, 22 de diciembre de 2022

Cruzando el valle que la nieve cubrió


“A Isabel y Antonio patriarcas de la saga de los Lappi”

Dice un amigo de sentires sevillanos que el problema de la Navidad actual es que a la par que se han llenado los frigoríficos se han vaciado los corazones. A pesar de que cada día esto resulta más secundario no debíamos olvidar que en Navidad se celebra la llegada al mundo del Mesías. Si obviamos este hecho estamos desnaturalizando estás Fiestas y postrándonos en sumisa y tarjetera veneración ante el Dios del Consumo. Visitamos los belenes buscando a un pastor que está defecando antes que buscar donde está el Niño Dios. Estos días son el culmen de la felicidad de los niños que lo son por edad y de aquellos que siempre lo serán de corazón. Ellos, niños y niñas, son las principales destinatarios de esta efemérides a la que la Iglesia Cristiana conoce como Tiempo de Adviento. Fiestas familiares donde las casas (ahora y siempre) debían convertirse en hogares. La Familia, como principal núcleo de vertebración social y sentimental, vive en la actualidad un serio proceso de devaluación. Hoy es difícil encontrar una familia donde no existan enfrentamientos que con la Navidad (comidas habemus) terminan  explotando en la cara de los comensales. El hermoso y edificante concepto de familia que se daba en mi infancia está seriamente cuestionado por una “progresía de salón” que destruye las costumbres ancestrales sin aportar nada nuevo a cambio. Es perfectamente compatible ser progresista en cuestiones sociales y conservador en la defensa de nobles tradiciones que nos unen a nuestros antepasados. La Ciudad, nuestra Ciudad, siempre supo darle a la Navidad un carácter tradicional-festivo donde los sentimientos quedaban contextualizados entre lo familiar y lo espiritual. Que cada familia responde a unas peculiaridades determinadas es algo más que evidente. Su normalización siempre dependerá de la aportación afectiva de sus miembros. No podemos pretender ser mejores personas por adoptar comportamientos “buenistas” actuando como autómatas siempre acorde con lo que nos marque el calendario. La vida cobra sentido cuando encontramos los momentos de felicidad. Lo que no podemos pretender es ser felices tan solo cuando así lo decrete el almanaque. Estos últimos años han sido terribles para muchas familias y han sido muchas las personas que nos han abandonado cuando todavía no les tocaba. Vivamos plenamente estos días por nosotros y, sobre todo, por los que ya no pueden hacerlo. Si sabemos cruzar con firmeza el valle que la nieve cubrió puede que todo nos resulte más placentero. El espíritu de las fiestas navideñas se encuentra en la piel del viejo tambor del pequeño tamborilero que va a rendirle pleitesía al Mesías recién nacido. Buscarlo en el consumismo compulsivo y en los impostados gestos de una maquillada caridad  es tarea tan estéril como farisea. Paz, Salud, Suerte y Prosperidad para todos aquellos y aquellas que todavía navegan en el barco de los buenos sentimientos. Feliz Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2022

Sobre estadísticas y personas



Pocas dudas nos ofrece la Sociedad actual de que todos formamos parte de un conglomerado de números y estadísticas. Somos una clave, un pin o una contraseña. Lo personal de cada uno (las personas) queda diluido entre porcentajes y parámetros. Nunca hemos tenido más “Defensores institucionales” y nunca hemos estado más desprotegidos. Tenemos a efectos institucionales “Defensores del Pueblo” pero cabría preguntarse: ¿de verdad alguien cree hoy día en el concepto de pueblo? Cada mes nos dan una estadística sobre la evolución del Paro donde algunas veces sube y otras baja. Este dato, que se mueve entre el empleo y el desempleo, obvia por interesado los salarios de miseria y los contratos basura que (fundamentalmente a la juventud)  se “ofertan” al inestable Mercado de Trabajo. Hablamos del Paro como un fenómeno estadístico pero nos olvidamos de sus principales protagonistas: los parados. Nos olvidamos de Fermín que después de terminar Arquitectura siendo el primero de su promoción no encuentra un trabajo donde desarrollar lo aprendido. Desde hace un año tiene que cubrir sus gastos sirviendo copas los fines de semana en una discoteca. Terminará, más pronto que tarde, saliendo de España. También ignoramos a Manolo que después de treinta y cinco años de actividad en una Empresa se ve en el paro siendo consciente que, a sus 57 años de edad, no volverá a encontrar trabajo. O a Mari Carmen que a sus cuarenta primaveras encadena contratos sin que ninguno supere los dos meses de vigencia. Tendrá que seguir viviendo en casa de sus padres hasta que le toque una Primitiva. Tampoco debemos olvidar a José Luis que con dos hijos y, a pesar de su gran experiencia y excelente formación, trabaja ocasionalmente de vigilante en unos Grandes Almacenes. Ana, su compañera, se ve obligada a cuidar a niños ajenos desatendiendo a los propios. Estas personas no interesan pues se quedan al margen de las frías estadísticas. Como no puede ser de otra manera a quienes hacemos estos planteamientos se nos acusará de demagogos. Es lo de siempre. Más de lo mismo. Lo que resulta innegable es que la Sociedad deja huérfana en sus principales necesidades a los más desprotegidos y nunca, absolutamente nunca, tuvimos a políticos (salvo honrosas excepciones. Dios salve a doña Margarita) más incompetentes. Todo queda supeditado a conservar el Poder como sea o a conquistarlo a cualquier precio. La Democracia se presenta como la coartada perfecta para encubrir espurios intereses partidistas o personales. Defender o conquistar el Poder. He ahí la cuestión.

jueves, 15 de diciembre de 2022

Mesón del Moro



“….la lluvia allí no es más que una rosa entreabierta; su niebla misma ríe, risa blanca en el viento” (Luis Cernuda) 

Por entre los blancos visillos de una ventana de la calle Aire suena la voz nítida de Enrique Morente cantando por Tangos. Canta a San Juan de la Cruz en su inmortal poema “Aunque es de noche” (Cantar del alma). A tan solo unos metros, un azulejo  con el poema “Jardín Antiguo” de Luis Cernuda nos deja el alma flotando atrapada por el aire nostálgico de lo vivido. La tarde huele a judería sevillana y se nos diviniza a través de los ojos de una Virgen que expresa su pena tamizada por el color celeste del cielo sevillano. La noche llegará atada amorosamente  por entre los cordeles de las azoteas que nos acercan al mágico mundo de la niñez. Aquí donde el mármol se hace plural (“Mármoles”) y la Ciudad se nos muestra en toda su belleza de mocita casadera. Una calle, la de la Madre de Dios, que se hace plácida rampa cuando se baja y empinada cuesta cuando se sube. Nadie la bajó nunca con tanto esplendor como el Cristo de San Bernardo. Pocas calles tan cortas fueron tan largas en su recorrido emocional. Por allí anida de manera permanente el alma de Nicholas Wiseman que fue Cardenal en la tierra de William Shakespeare y nos dejó una inmortal novela (“Fabiola”) que a la postre le dio nombre a una calle. Con un Instituto Británico que desde 1946 enseña en Sevilla las formas gramaticales de una lengua que, junto al castellano, llenaron el mundo de Cultura, Arte, entendimiento y alguna Cruzada que otra. Aprenderla era fundamental para, entre otras muchas cosas, poder traducir las canciones de “The Beatles “. Con una Iglesia que tiene a la Misericordia clavada en una cruz y que le da soporte espiritual al Barrio de todos los barrios de la Ciudad. Templo atravesado frontalmente por una flecha urbana dedicada a uno que se llamaba Guzmán y  que no sería mala persona cuando quedó para la historia como “El Bueno “. Todo acompasado por las risas infantiles de un Colegio que se nos fundió en el alma y que cubrió nuestras cabezas para siempre con un turbante moruno: el Mesón del Moro. 

martes, 13 de diciembre de 2022

Paul Newman



De vez en cuando suelo coincidir con algunos viejos amigos con los que mantengo intacta y acrecentada una gran afición cinéfila y que tuvo su origen intelectual y emocional en el recordado Cine Club Vida. Tardes dominicales juveniles en la calle Trajano donde el Cine se nos ofrecía libre de ataduras y abierto a ilusionantes horizontes de libertad. Siempre que nos vemos tenemos como tema principal el Cine y obviamos manipuladas cuestiones mundanas que solo tienen como objetivo hacernos perder el tiempo. No es casualidad que no pocos dirigentes políticos tengan siempre orillados al Arte y la Cultura. Ellos tienen como principal finalidad pensar y actuar por ellos y, lo más preocupante, hacerlo por todos nosotros. Hace unos días coincidí con un par de amigos de los que conocen y aman el Cine como pocos en Sevilla. Salió en la conversación el por donde irían nuestras predilecciones en el campo de los actores. Obviamos a los actores contemporáneos para centrarnos en aquellos que ya están situados en el Olimpo de los Dioses de la interpretación. La verdad es que la cosa no resultaba fácil pues nos salían una docena larga de actores norteamericanos; otro tanto de actores sudamericanos y un número no menor de actores europeos. Rizando el rizo intentamos estrechar el círculo y contextualizar lo que considerábamos nuestro personal número uno. Tarea tan difícil como compleja. Después de exponer variados argumentos llegamos a la conclusión de por donde iban nuestras preferencias. Mi amigo Manolo se inclinó con total apasionamiento por Marlon Brando. Rubén, no sin ciertas dudas, nos dijo que era Laurence Olivier quién cubría todas sus expectativas actorales. En mi caso sin ningún género de duda opté por Paul Newman. No sé si es el  mejor pero a mí me atrapó cuando navegaba entre la niñez y la adolescencia con películas tan extraordinarias como “El zurdo”(1958), “Marcado por el odio”(1956), “La Ciudad frente a mí”(1959), “Dulce pájaro de juventud” (1962), “La gata sobre el tejado de zinc “(1958) o “Dos hombres y un destino”(1969). Tengo en mi archivo la totalidad de sus películas y las suelo visionar con bastante frecuencia. El paso el tiempo no ha hecho más que acrecentar mi gran admiración por “el actor de los ojos azules “. Ahora la plataforma HBO emite una serie de 6 capítulos (“Las últimas estrellas”) donde de manera pormenorizada se nos muestra la vida de este inmenso actor y la de su inseparable compañera la gran actriz Joanne Woodward. Son de esos actores que desde que siendo niño los descubres ya sabes que te van a acompañar el resto de tu vida. Paul Newman fue el deseo prohibido de millones de mujeres y el faro que iluminaba la ilusionante vida de cinéfilos y cinéfilas. Sus últimos años en lo artístico y personal fueron un hermoso epílogo a una de las carreras más brillantes de la Historia del Séptimo Arte. Paul Newman eterno e inmortal.

viernes, 9 de diciembre de 2022

Paseante no hay camino….sin sobresaltos


Que duda cabe que ejercer de paseante mañanero por los calles del Centro de la Ciudad se ha convertido en un ejercicio de alto riesgo. Ciclistas, patineros y gente wasapeando con los móviles se han convertido en un triángulo infernal para los viandantes. Los usuarios de bicicletas y patinetes (casi todos) no solo pasan olímpicamente de las zonas peatonales sino que ocupan aceras y reducidos espacios en esto que, pomposamente, llaman sostenibilidad y que, por cierto, no hay quien lo sostenga. Es muy bueno que el personal utilice el coche lo estrictamente imprescindible y se desplace en los servicios públicos o, si la forma física se lo permite, moviendo el esqueleto. Esto siempre será bueno para él y, sobre todo, para los demás. En países europeos como Holanda (ahora llamada Países Bajos) el uso de la bicicleta es multitudinario (un 63% de la población la utiliza a diario) y esto afortunadamente ha posibilitado que sus índices de contaminación sean de los más bajos de Europa. La diferencia fundamental entre el coche y la bicicleta es que el primero esto hecho para las prisas y, por ende, para la ansiedad y la segunda es para desplazamientos lentos y placenteros. Poco o nada que objetar el que una Sociedad se preocupe del Medio Ambiente. Es muy positivo que tenga a la bicicleta o el patinete como formas alternativas de desplazamiento personales. No se trata de abolir el coche sino de darle un uso racional y responsable. Desde siempre formé parte del clan de los andarines irredentos. Cuando ya las prisas han desaparecido de tu vida y la forma física es relativamente buena andar es uno de los grandes placeres que la vida te ofrece. Ahora a los viandantes se nos han aparecido unos “enemigos” que avanzan a toda pastilla entre dos ruedas o subidos en una especie de tabla de planchar. El Ayuntamiento parece ser que quiere tomar medidas sobre el particular para armonizar la vida urbana (recordemos que viene de urbanidad) de sus habitantes. Solo pretendemos que un ciclista en la calle Sierpes no nos estampe contra el escaparate de la Papelería Ferrer. Tampoco que un patinete en la calle Tetuán nos ponga un tobillo mirando a Brenes. Queremos seguir andando y divagando tranquilamente por la Ciudad de la Gracia. El problema es que la armonía ni está ni se le espera. Cada uno hace de su capa un sayo y se mueve a sus anchas entre el vacío y la nada. Dicen que los que no aparecen en la tele no existen. Podríamos añadir que parece ser que solo están vivos los que tienen siempre muchas prisas. Es triste vivir en una Ciudad hecha para la templanza y donde impera el reino de la aceleración. A este paso tendremos que salir a pasear con espejos retrovisores en las orejas. Tiempo al tiempo.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Torre de arena


El pasado viernes casi de manera imperceptible y discreta (como a ella le gustaba vivir) volvieron a Sevilla los restos de la genial Marifé de Triana. Llegaban desde Torremolinos, su última residencia en vida, donde falleció un 16 de Febrero del 2013. Allí, en la Costa del Sol, la honraron en vida y la homenajearon tras su fallecimiento rotulando una Avenida con su nombre. Decir en Sevilla Marifé es decir Copla en el sentido más visceral y emotivo del término. Las Damas de la Copla (con Marifé al frente) fueron el refugio con un fuerte arraigo sentimental de muchas mujeres y de muchos homosexuales a los que por esta Tierra, de manera cariñosa, conocíamos como “los mariquitas”. Queda pendiente de desarrollar un estudio sociológico sobre la importancia de la Copla en estas personas que en esa época eran cruelmente perseguidas y a las que se le aplicaba la Ley de vagos y maleantes. Su único delito era haber nacido con unas determinadas inclinaciones sexuales. Cierro este paréntesis haciendo hincapié que también en el seno de algunas hermandades sevillanas fueron acogidos con grandes muestras de afecto y comprensión. La Copla, a qué negarlo, les supuso un antídoto contra el odio irracional que sufrían. Marifé, Marifé de Triana, fue el espejo donde poder mirarse para descubrir la verdad de este Arte parido y amamantado en Andalucía. Los restos de la gran Marifé de Triana ya reposan para la eternidad en el Cementerio sevillano de San Fernando. La reivindicación humana y artística de esta gran artista en sus últimos años en la Tierra tuvieron siempre como principal abanderado a Alfonso de Miguel. Con ellas, las despectivamente llamadas “folclóricas”, se fueron las emociones compartidas en el ámbito de la Cultura Popular de nuestras madres y abuelas. Alfonso Gamero “La Esmeralda” viajaba con Marifé para plancharles sus batas de cola. Nosotros, los hijos del agobio, siempre viajamos al pasado para no olvidar de donde venimos. Torre de arena plantada para siempre en ese Puente que une a Sevilla y Triana. Marifé, Marifé de Triana.

jueves, 1 de diciembre de 2022

La vida sigue igual



“Vivir es ir gastando los veranos. El consumo de vida se factura en julios y agostos”  (Aurora Luque)

Puede que sea verdad que la vida es esa cosa que vemos pasar sin darnos cuenta mientras estamos entretenidos analizando el pasado y programando el presente. Lo que si podemos dar fe con el paso de los años es que es algo que pasa rápido, tremendamente rápido. Siempre seremos un proyecto en vías de construcción. Que los sueños no se cumplan en su totalidad es algo que forma parte del ejercicio de vivir. Lo peor nunca será no verlos cumplidos; lo peor es cuando los sueños se convierten en pesadillas. Es cierto, absolutamente cierto, que todo se configura en el efímero campo de la niñez. Allí no existen los términos medios; o es un paraíso donde volver de manera reiterativa o un infierno donde intentar recordar se convierte en un ejercicio de masoquismo. Una infancia feliz siempre será un firme baluarte donde asentar tus años venideros. Si fue desgraciada se convierte en un pantano de tierras movedizas que al  pisarlo de nuevo te terminan hundiendo víctima eterna del pasado. Los recuerdos de mi infancia siempre han sido un canto a la felicidad y a la nostalgia bien gestionada. Crecer rodeado de cariño, muchísimo cariño, en unas duras circunstancias de posguerra realmente complicadas me supuso una armadura existencial donde poder relativizar lo malo y lo bueno. Vivir con los recuerdos se me antoja algo fundamental en esta difícil y hermosa batalla que es la vida. Cosa bien distinta es instalarnos sentimentalmente en el pasado para, inútilmente, poder sortear los avatares del presente. Los besos y abrazos que se nos escaparon por no saber darlos a tiempo se nos fueron con la brisa de la mañana. Mientras la salud te acompañe y en tu entorno afectivo  todo transcurra con normalidad siempre deberán prevalecer los proyectos a los recuerdos. Vivir por aquellos que ya no pueden se convierte en un supremo ejercicio de solidaridad existencial. Nuestra Sociedad desde tiempos ancestrales nunca supo digerir que la vida y la muerte son dos caras de una misma moneda. Hoy, más que nunca, vivimos instalados en la “cultura” de la falsa trascendencia. De manera permanente nos reivindicamos para que los demás nunca olviden la importancia de nuestras vidas. Es ahora y de manera inminente cuando debemos tender puentes para transitar hacia la bondad, la generosidad, la solidaridad y el afecto. No podemos tener una meta más ambiciosa que la de intentar ser una buena persona. Todo lo demás son abalorios que nos muestran por fuera (las formas) ocultando al que de verdad llevamos dentro (el fondo). La ética y la estética librando su inútil y quebradiza batalla. Todo queda contextualizado en la vida estacional de los árboles que nos enseñan en primavera el verdor de la rama renacida y en el otoño la hoja seca en el suelo. La vida y la muerte en clave de Naturaleza. La trascendencia solo se hará palpable en el corazón de los que bien nos quisieron. Más que volver a sentirnos niños convendría que conviviera con nosotros hasta el final de nuestros días. Cuando suenen las trompetas de Jericó será para proclamar que, de nuevo, la fortaleza de los buenos sentimientos permanece firme e inexpunable. La vida sigue igual. 

martes, 29 de noviembre de 2022

Los placeres prohibidos



Dice mi amigo Ramón que nunca pudo tener eso que llaman pequeños vicios mundanos. Ahora su compañera de penas y alegrías le controla los vicios pequeños; su médico le prohíbe los vicios medianos y el Estado hace lo propio para que sea un ciudadano sano. Por eso no es extraño que al ir a confesarse en la Primera Comunión de su nieto al preguntarle el sacerdote por sus pecados le dijera: “No tengo ninguno Padre. No me dejan”. De niño su abuela le decía que al volver de la calle se lavara siempre las manos. Su abuelo que cuando pensaba pelarse que tenía la cabeza de un león. Su madre que evitara en la calle las malas compañías. Su padre que como se enterara que había fumado “se iba a enterar de lo que es bueno”. Solo tenía el asidero de su hermano mayor que le decía que sin arrepentimiento no había Paraíso y que para arrepentirse de algo primero había que pecar. Pasó toda su juventud y una gran parte de su madurez agobiado por una interminable serie de prohibiciones que todos le decían era por su bien. Durante cuarenta largos años le dijeron que tipo de libros, obras de teatro o películas podía o no podía ver. Saltarse la barrera de lo prohibido llevaba implícito un serio riesgo de integridad física y moral. Por estas latitudes el eslogan francés de Mayo del 68 de “Prohibido prohibir “ ni estaba ni se le esperaba. Incluso hoy, dentro de esto que llaman la Tercera Edad, sabe que escuchar a Miles Davis o Antonio Mairena fumándote un puro en la terraza con tres dedos de Bourbon y dos trocitos de hielo es un acto transgresor. No digamos tomarse un par de copas de oloroso en un mediodía otoñal en la Bodeguita de San Lorenzo. Con los muchos años vividos ya supo que el colesterol, la diabetes, la artrosis o la tensión serían inseparables compañeras de viaje. Los pequeños placeres pasaron de ser prohibidos a muy prohibidos. Se acordaba de la canción de Pata Negra que decía: “Todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral o engorda”. La vida siempre te da una asidero para poder justificar (más bien poder justificarte a ti mismo) algunos pequeños excesos. En su infancia y juventud Ramón se apoyaba en su hermano Ricardo. Ahora lo hace en su nieto mayor Ramoncito que le dice: “Abuelo, tú no le eches cuenta a nadie y si puedes de vez en cuando te pegas un homenaje “. El ejercicio de vivir lleva implícito una gran dosis de sacrificio y todo queda relegado al difuso campo de la incertidumbre. Los placeres cotidianos son, en definitiva, el vellocino de oro que le da sentido a toda esta maraña de luces y sombras a la que llaman vida. “Por prohibir que no quede” dijo el inquisidor mientras refrescaba la manzanilla para el mediodía.

jueves, 24 de noviembre de 2022

La Fe según Sevilla



“La Fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo”. (León Tolstói) 


En una Sociedad como la actual donde impera el pragmatismo y el consumismo compulsivo es difícil, muy difícil, contextualizar el verdadero significado de la Fe. Puede que tenga tantas variantes como personas la practican. Para algunos creyentes la Fe es un valor supremo que te acerca al mundo de Dios a través de la praxis cotidiana. Para otros una especie de póliza celestial que actúa como antídoto contra el desánimo existencial. Intentar racionalizar la Fe llevándola al terreno de lo científico es una cuestión tan estéril como imposible. La Fe no es tangible y de ahí su enorme grandeza y su infinito valor testimonial. No es un producto que se pueda regir por las implacables leyes de compra-venta de la Sociedad de Consumo. La Fe es personal e intransferible y cada cual la proyecta en una determinada dirección. Sevilla, Madre y Maestra en tantas cuestiones existenciales, supo proyectar la Fe de sus habitantes a través de sus portentosas y sagradas imágenes. Como epicentro fundamental de esta Fe, compartida por los ausentes y los presentes, siempre estuvo el Señor del Gran Poder. Una relación sentimental de siglos donde todo queda consumado y se concreta en una explicación irrefutable de la Fe sevillana. Sevilla, el Señor del Gran Poder y la Fe son un triángulo sentimental donde todo cobra sentido. La Teología de la Liberación expuesta al sevillano modo. Buscar explicación al hecho de que algunos agnósticos o ateos (sevillanos) se emocionen ante el Gran Poder solo se explica desde la Fe sevillana. No hay más pero tampoco menos. Puede que sea verdad que no existe peor ciego que el que no quiere ver. Aquellos que le ponen cortinas tenebrosas a los ojos del alma. La Fe según Sevilla. Siempre con la Esperanza de encontrarnos con Dios en la última playa. En definitiva: la Historia interminable de una Ciudad que siempre buscó a su particular Ítaca en la Plaza de San Lorenzo.

martes, 22 de noviembre de 2022

Pablo Milanés

 


Cuando esta mañana de Noviembre se abría a los albores de la amanecida me llega la noticia, triste noticia, del fallecimiento de Pablo Milanés. Tenía 79 años de edad y llevaba cierto tiempo disputando una pelea contra el cáncer para ver quién ganaba finalmente esta batalla por la vida. Vivía en Madrid, donde este trovador cubano de sones caribeños, preñados de belleza y solidaridad, sentó catedra como insigne cantautor. En sus canciones, que te llegaban sin intermediarios directas al corazón, había una propuesta vivencial que aunaba la vida con el Arte. Fue, junto con Silvio Rodríguez, una avanzadilla cultural cubana que llenaron de sones de la mejor música caribeña a la vieja y hermosa Europa. Con la marcha de Pablo Milanés no se va solo el gran músico que nos deja canciones inolvidables se va también una persona que hizo de la solidaridad y la bondad una forma de vida. Los andaluces (los gaditanos ni les cuento) siempre hemos sentido una gran atracción por todo cuanto de Cultura y Arte nos llega de la Isla caribeña. Cádiz y La Habana fundidas en un abrazo eterno y amoroso entre los tanguillos de Chano Lobato y la canciones de Pablo Milanés. Dios te guarde Hermano.

lunes, 21 de noviembre de 2022

El baúl de la Piquer



El gran Manuel Vicent nos ha regalado una obra de arte en forma de libro dedicado a la genial Conchita Piquer (doña Concha para la eternidad). Se titula “Retrato de una mujer moderna” y está editado por la siempre eficaz Editorial Alfaguara. Este es un libro de obligada lectura para todos aquellos y aquellas que deseen documentarse sobre una artista inconmensurable y la época que le tocó vivir (a ella y a nuestras madres y abuelas). Este excelente libro tiene una primera lectura apasionante y apresurada (se lee de un tirón) para luego, en una segunda lectura, recrearnos de manera más pausada con la maestría de este escritor valenciano que, a la postre, se nos reafirma como uno de los más grandes narradores españoles actuales. Conchita Piquer (doña Concha) siempre queda configurada como la principal abanderada en el hoy denostado y olvidado género de la Copla. Una artista que ocupa el mismo espacio artístico que una María Callas en la Música Clásica; una Ella Fitzgerald en el Jazz o una Areta Franklin en el Soul. Hoy la Cultura popular ni está ni se le espera. Todo es de consumo inmediato y con nulas connotaciones sentimentales. La Copla, el maravilloso Mundo de la Copla, ha sido literalmente arrasado y marginado por unas tendencias “modernas” que tachan de franquista a todo aquello del pasado que ni les gusta, ni entienden ni se ajusta a sus intereses “culturales” (políticos). Este necesario y magnífico libro de Manolo Vicent pone en su justa medida la gran figura de Conchita Piquer (doña Concha). Una mujer moderna y con grandes fundamentos liberales en una etapa de este País donde ser liberal te acarreaba funestas consecuencias. Que la mujer que entonces era la más famosa del país viviera con el torero Antonio Márquez, un hombre casado, era un escándalo de incalculables dimensiones. Lo que ocurre es que “la Piquer” era mucha mujer como para arrugarse ante las habladurías de la gente. Escritores tan poco sospechosos de “rancios” como Terenci Moix o Manuel Vázquez Montalbán (quién definió a la Copla como “la caja negra de la emoción de España”) ya nos dejaron escritas páginas bellísimas sobre el género de la Copla por la que sentían una especial fascinación. Conchita Piquer (doña Concha) en cualquier país del mundo gozaría de una gran admiración siendo reverenciada como un auténtico emblema nacional. Por estos lares las cosas discurren de distinta manera. Tenemos al liquidacionista “Séptimo de Caballería” dispuesto a librar batalla contra todo lo que tenga profundas raíces culturales y artísticas españolas. Se ha ninguneado y despreciado a las grandes intérpretes de la Copla por considerarlas depositarias de un género menor, obsoleto y superado por los tiempos modernos. Sinceramente imaginar la Cultura popular de este hermoso y sufrido país sin la aportación de la Copla es como entrar de lleno en el vacío existencial. En tiempos tan banales como los que padecemos leer esta obra de Manuel Vicent dedicada a Conchita Piquer (doña Concha) se nos antoja como algo fundamental. Un pueblo que no es capaz de defender sus señas de identidad culturales y artísticas está abocado a permanecer eternamente a la deriva. “Él vino en un barco de nombre extranjero”…..y le dejamos el puerto de atraque de Andalucía para que Rafael de León llenara nuestras vidas de sentimientos compartidos. Conchita Piquer (doña Concha) unida de por vida a unas muchachas que cantaban a coro sus coplas de mocitas casaderas en talleres de costuras. Coplas de amores y desamores, amorosamente atadas a  barreños de lavar, de hacendosas mujeres de corrales de vecinos que cantaban “Ojos verdes” como antídoto eficaz contra la dureza cotidiana. Nunca lo olvidemos: se llamaba Conchita Piquer y el pueblo la conocía como doña Concha. 

jueves, 17 de noviembre de 2022

Tres mujeres y un destino

Sinceramente si digo que conozco a Eugenio de toda la vida no hago más que decir una verdad como un templo (el de Santa María la Blanca). Este oriundo de la Puerta de la Carne, que fue un novillero frustrado por una inoportuna cogida en una becerrada por campos extremeños, lleva en sus genes la espuma de la cerveza de Casa Coronado; el olor a pescaito frito de la freiduría de todas las freidurías sevillanas y el color insobornable del verde que te quiero verde curtido en la Peña Decana del Equipo verdiblanco. Lo suelo ver con menos frecuencia de la que los dos quisiéramos y siempre, absolutamente siempre, me alegra la mañana con su presencia. La vida sentimental de Eugenio es digna de recogerse en los Registros Civiles de la Historia de amores y desamores. Se ha casado tres veces y lo ha hecho con tres hermanas del Barrio de San Bernardo. Así como suena: tres mujeres y un destino llamado Eugenio. Cuando andaba navegando entre la perdida de la niñez y el encuentro con la adolescencia se hizo novio oficial de Adela. Una quinceañera bella entre las bellas y a quien parecía que iba dedicada la canción del Dúo Dinámico. Después de un largo noviazgo Eugenio y Adela decidieron pasar por la vicaría. Cubrieron una fructífera etapa de matrimonio feliz con la cosecha añadida de un niño y una niña que hoy son dos magníficas personas. Fueron treinta años de felicidad hasta que un día Adela se nos fue dejándonos huérfanos de su bondad y su carisma. Eugenio practicó la viudedad durante unos tres años hasta que empezó a frecuentar más de la cuenta a una de sus cuñadas. Aquello terminó en una nueva boda y un nuevo convite, esta vez en la Caseta ferial de la Peña Bética Puerta de la Carne. Si casarse dos veces y con dos hermanas ya era difícil Eugenio logró ensamblar la cuadratura del círculo y nos demostró que no hay dos sin tres. Se divorció de su segunda esposa y utilizó como paño de lágrimas a la tercera hermana. Tanto va el cántaro a la fuente de los amores que al final se rompió creando los preámbulos de una tercera boda. Esta no pudimos celebrarla por estar confinados por la Pandemia. Siempre me dice que tenemos pendiente el convite. En el Libro de Familia del suegro de Eugenio figuraban tres descendientes: Adela, Julia y Carmela. Todas, absolutamente todas, se casaron con Eugenio. Tres mujeres y un destino. Y pensar que todavía hay quien duda que muchas veces la realidad supera a la ficción. Dale a Sevilla un libro en blanco y te rellena sus páginas en un abrir y cerrar de….hermanas.

martes, 15 de noviembre de 2022

Vida y Obra

 
El pasado 25 de Octubre se cumplieron 141 años del nacimiento de Pablo Ruiz Picasso. Un malagueño que está considerado como uno de los más grandes Genios del siglo XX. En los últimos años cada vez que se produce la efeméride de su nacimiento se abre una cierta polémica sobre su vida personal. Picasso mantuvo una relación poco o nada edificante con las mujeres que se relacionó en su vida privada. Machista inmisericorde sometía a sus parejas con el despreciable yugo del machismo. Eso está más que demostrado y poca dudas existen al respecto. En su vida artística Picasso se nos configura como uno de los más grandes exponentes de todo el Arte contemporáneo del siglo XX. Un reconocimiento que no hace más que engrandecerse con el paso de los años. Pues bien aquí nos encontramos en una encrucijada que, por desgracia, no es un caso aislado en el mundo del Arte y la Cultura. Enormes escritores, pintores, filósofos, escultores o cineastas que en sus vidas privadas eran personas con unos compartimientos donde mandaba la ausencia de moralidad. Podríamos entrar en detalle personalizando alguno de estos casos pero el debate hay que contextualizarlo en otra dirección. ¿Debemos separar a la persona del artista?  ¿Priorizamos su conducta personal minimizando sus enormes aportaciones al mundo del Arte y la Cultura? ¿Propiciamos que lo personal sea prioritario en su potencial valoración de persona y artista? Esta polémica que se encuadra en una global reescritura de la Historia no es más que un nuevo intento de someterlo todo al filtro de un falso progresismo de cartón piedra. No podemos emocionarnos con una de las más grandes novelas contemporáneas europeas (“El tambor de hojalata”) y luego repudiarla cuando sabemos que su autor (Günter Grass) militó en las Juventudes Hitlerianas. El gran escritor siempre lamentó el haber pertenecido a una organización nazi. Tenia 15 años y al igual que millones de alemanes (no lo olvidemos) se dejó seducir por Hitler. ¿Qué hacemos con su extraordinaria obra literaria? ¿La quemamos por haber militado con 15 años de edad en las Juventudes Hitlerianas? En la Ciudad de Sevilla, cuando corría Agosto de 1591, el insigne imaginero Juan Martínez Montañés se vio implicado en una reyerta donde murió un tal Luis Sánchez. Dos años tuvo que pasar en la cárcel. ¿Cómo debemos proceder con Martínez Montañés? ¿Lo acusamos de asesino y retiramos del culto al Señor de Pasión? Sinceramente creo que esto es un debate que se difumina en sus preámbulos dialécticos. Quienes consideren que no pueden valorar la obra de un artista obviando su comportamiento personal están en su derecho de hacerlo. Lo que no hay duda de que si esto prosperase tendríamos que tirar al contenedor de la Historia cientos de grandes obras maestras. Al final las obras terminan siendo de los receptores que las valoran por lo que son en sí mismas. Nos emocionamos ante una buena película que nos hace soñar; una música que nos llega al alma; un cuadro que nos hace reflexionar sobre nosotros mismos; una buena novela que nos hace vivir historias que nos atrapan desde la emoción; una antología poética que es capaz de fundir lo humano con lo divino en los brazos de la Naturaleza o una escultura (imagen) que fue tallada para acercar a los hombres entre ellos a través de Dios. Eso es todo que no es poco. ¿La vida personal y privada de los autores de estas maravillas? Es algo que no debe quitarnos el sueño. Ellos y ellas pasarán pero sus obras serán eternas.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Víctimas y verdugos



Cuando hace pocos días el Juzgado de Instrucción número 4 y la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla dieron por cerrado el total esclarecimiento del terrible asesinato de Marta del Castillo todas las personas de bien, que afortunadamente son muchas, sintieron un escalofrío que les recorría el cuerpo y el alma. Una vez más se tenía la sensación, triste sensación, de que los verdugos le terminaban ganando la partida a las víctimas. Nada que objetar a que se hayan cumplido rigurosamente los plazos legales-jurídicos sobre este trágico suceso. Lo que ocurre es que esta decisión judicial deja en la más absoluta indefensión a los familiares de Marta del Castillo. Los asesinos de esta muchacha sevillana son canallas pero no estúpidos y saben, perfectamente asesorados legalmente, que la aparición del cuerpo (que solo ellos saben dónde está) les supondría una condena mucho más severa. No existe dolor más inmenso que la muerte de un hijo o una hija. Si a esto se le añade que ha sido asesinada y, completando el ciclo de la maldad infinita, sus asesinos no dicen donde la enterraron, el dolor, el terrible dolor originado, alcanza cotas de desconsuelo difícilmente imaginables. No les dejan a sus indefensas víctimas ni el consuelo de tener un sitio donde depositar unas flores. Vemos el dolor de esos padres televisado en directo y no encontramos más alivio que adentrarnos con ellos en la senda de la solidaridad. Por mi condición de abuelo veo a ese hombre mayor, al que la vida ha convertido en un abuelo-coraje, peleando cada día del epílogo de su existencia por su nieta y se me conmueve el alma. Podemos entender que con el archivo del caso  se ha cumplido con los aspectos legales respetando escrupulosamente las normas jurídicas vigentes. Lo que no podemos comprender es que hayan dejado a la familia en un limbo existencial donde siempre mandará el desosiego y la pena infinita. Les han cerrado la única puerta que les abría una cierta esperanza para, al final, dejarlos instalados en la calle de la Amargura. La clave está en que entendemos pero no comprendemos. Vemos con más frecuencia de la debida que se cambian los roles de los verdugos y las víctimas. Vivimos inmersos en un cúmulo de contradicciones sociales  donde cada día nos ponen más difícil ejercer de buenos (obedientes) ciudadanos. Víctimas o verdugos; legalidad o justicia, he ahí la cuestión. 

martes, 8 de noviembre de 2022

Los Derbis en la encrucijada

Reconozco sin ambages que el Derbi sevillano del pasado domingo se me representa como el más raro de cuántos he vivido hasta la fecha. Al mismo se presentaban los dos Equipos de la Ciudad con una dinámica claramente diferenciada. El Betis con un número consecutivo de victorias que lo tienen situado en zona europea. El Sevilla, en horas bajas, llegaba arrastrando un cúmulo de derrotas que, dicho sea de paso, no eran nada frecuentes en los últimos años. Creo que esto obedece a una pésima planificación deportiva: salen los muy buenos y entran los menos buenos. Doctores tiene la Iglesia de Nervión para hacer análisis más solventes que los que pueda hacer este pobre bético. La tarde del pasado domingo transcurrió para mi persona sumido en descifrar claves y contraseñas que pudieran disipar mi difuso horizonte tecnológico. Mi gente más querida en un gesto que les honra están empeñadas en sacarme de mi pertinaz analfabetismo digital. El Wifi como mi particular Puente de Barcas. Antes muerto que desconectado. Reconozco que con tanta presión sufrí un pequeño sobresalto cuando en el descanso del Partido mi reloj tecnológico decía que mi ritmo cardíaco era de 190. Estaba al borde del jamacuco. Vi el partido en casa de un vecino al que su beticismo propicia que durante el desenlace del encuentro vaya al cuarto de baño cada diez minutos. Su mujer cada vez que televisan al Betis hace mutis por el foro y se va a casa de la hermana. Lo deja solo con su nerviosera  y él siempre me llama para poder compartir el partido con un compañero de penas y alegrías verdiblancas. Me agasaja generosamente y suele abrir los botellines cuando los anteriores están casi llenos todavía. Vimos juntos el partido y lo curioso es que al final no sabíamos si estar tristes o alegres. Un Derbi más  donde manda la pasión y la emoción rebosa como la leche olvidada en el fuego. Salvo los Boca-River no existe en el mundo futbolero unos partidos con tal grado de emotividad. En el partido del pasado domingo, en  cuanto a dosis de buen fútbol se refiere, ocurrió lo de siempre: mucha adrenalina y pocos buenos conceptos futbolísticos. El primer tiempo se le puso al Betis muy de cara para haber hecho historia en el marcador del Benito Villamarín. Quedaban pocos minutos para concluir la primera parte y el Betis ganaba por un gol y el Sevilla jugaba con uno menos. Lo que pasa es que el Betis no sería el Betis sin darse un tiro en el pie. Se auto-expulsaron dos de sus mejores jugadores (el que mete los goles y el que las pone para meterlos) dejando al Equipo con 9 y con toda la segunda parte por delante. El Betis en estado puro. En el terreno de lo extradeportivo (por cierto, nada edificante) ocurrieron una serie de acontecimientos que no hacen más que traspasar peligrosamente la frontera de la pasión para caer en brazos del fanatismo y la irracionalidad. Conviene ahora recordar, por llorado y por trágico, el fallecimiento de Antonio Puerta. Una muerte sentida profundamente en la Ciudad sin distinciones de colores y banderas. Un hombre joven que falleció en directo a través de las cámaras de televisión dejando aquel momento como uno de los más tristes de la Historia del Fútbol español. Aquello marcó un antes y un después en las relaciones institucionales de los dos Equipos de la Ciudad. Hasta entonces el veneno vertido por unos personajillos de tres al cuarto, a los que el tiempo ha puesto en su sitio, surtió efecto. Después del fallecimiento de Antonio Puerta entramos en una fructífera etapa de moderación donde imperaba la cordialidad. Los últimos derbis ya nos estaban dejando claras señales de que volvíamos a las andadas. El último, el del pasado domingo, ha dejado a las dos directivas al borde de una ruptura institucional. El fútbol sevillano siempre será lo que quieran los amantes de este deporte tan magnético como manipulado. Convertir a los adversarios (políticos, sociales, culturales o deportivos) en enemigos lleva implícito la destrucción de una de las formas más hermosas que aquí tenemos de socializarnos. Como ocurrió siempre serán los mercaderes y la legión de “periodistas” deportivos los que “harán caja”. Todos contribuyendo en esta diáspora de sentimientos manipulados. Los Derbis de nuevo en la encrucijada. 


lunes, 31 de octubre de 2022

Entre Santos y Difuntos



¡Dios mío, que solo se quedan los muertos! – G.A. Bécquer 


Mañana día 1 de Noviembre es el Día de Todos los Santos. Pasado, día 2 de Noviembre, lo será de Todos los Difuntos. Días de  especial relevancia en una Ciudad que como Sevilla siempre supo recordar a sus muertos y venerar a sus santos. Ahí el orden admite una sutil variación: también podemos venerar a los ausentes y recordar las vidas de los elegidos para la santidad. Con la masiva aparición de la incineración ya no tenemos donde dejar unas flores como perpetuo recuerdo a esas personas que tanto representaron en el discurrir de nuestras vidas. Los ciclos que marcaban las tradiciones y que nos ataban a nuestros ancestros han sido seriamente adulterados. Compramos la Lotería de Navidad en Agosto; los mantecados y polvorones en Octubre y comenzamos la Cuaresma en el mes de Enero. Todo queda condicionado a unas prisas existenciales donde no hay paciencia para dejar que el tiempo (con sus ciclos) nos vaya marcando las pautas de la vida de la Ciudad. En estos días tan señalados y como su fiel escudero siempre acompañaba a mi abuela Teresa al Cementerios de San Fernando. Allí tenía enterrado a su marido (mi abuelo Juan) y a una hija que abandonó a temprana edad la Tierra de María Santísima. Íbamos una troupe compuesta por vecinas ya mayores y por niños que una vez entrábamos en el Campo Santo nos distribuíamos de manera racional. Las mujeres iban al encuentro de los eternos ausentes en un gesto de cariño y compasión. Los niños, sentados en un poyete, esperábamos obedientes la vuelta de aquellas mujeres de moñas de jazmines en los roetes y medallas del Gran Poder bamboleando en sus sufridos pechos. Nosotros nos dedicábamos en la espera a ejercer de niños intercambiando cromos de futbolistas: “Te cambio este de Jesús Garay por el tuyo de Antonio Valero”. “Vale, pero acuérdate que me debes uno por el que te di de Eusebio Ríos”. Poco a poco iban retornando hacia nosotros aquellas mujeres que tanto nos enseñaron y a las que tanto debemos. Con el paso de los años comprendimos que todos algún día pasaríamos en este Santo lugar de visitantes a visitados. Días, estos de Santos y Difuntos, que se nos presentan como un reclamo existencial para, en clave machadiana, conversar con el hombre que siempre va con nosotros. La eternidad de los ausentes solo se sustenta recordando a los seres que mucho quisimos y en los momentos compartidos con ellos. Santos y Difuntos; Difuntos y Santos ordenados geométricamente en el orden natural de la vida y sus circunstancias. Nacer y morir como las dos caras de una misma moneda.

jueves, 27 de octubre de 2022

Arriba el telón



Conozco a personas muy aficionadas al Teatro que por edad o imposibilidad física no pueden acudir físicamente a las representaciones que se programan en esta Ciudad (Teatro Lope de Vega y Teatro Central). Se lamentan de que nuestras televisiones públicas se hayan olvidado en sus programaciones del Arte más emotivo y directo de cuántos existen. Nada hay equiparable al Teatro por su inmediatez, cercanía y emotividad. La evidencia nos muestra de manera contundente que no hay el más mínimo interés en producir en TV públicas obras de Teatro. Las nuevas generaciones viven ajenas a esta extraordinaria expresión artística y cultural y eso, con el paso de los años, supondrá pagar un peaje de analfabetismo cultural. Había una vez un….programa televisivo dedicado a las representaciones teatrales llamado Estudio 1. Estuvo en antena desde 1965 hasta 1984. Por allí pasaron lo más granado de los/as  intérpretes españoles/as donde se representaban obras de grandísimos autores nacionales y extranjeros. La realizaciones fueron de una enorme calidad técnica figurando como abanderado el gran Gustavo Pérez Puig. Resulta curioso que, a pesar de la férrea censura de la época, se pudieran representar en televisión obras (nacionales y extranjeras)  claramente  enfrentadas con los postulados políticos y sociales  de la etapa franquista (valga como ejemplo “Historia de una escalera” de Antonio Buero Vallejo). Sobra decir que la audiencia de estas representaciones televisivas eran enormes y sin obviar que era la única cadena televisiva existente la gente aprendió a amar el Teatro. La 2 de TVE tiene en la actualidad una oferta cultural realmente interesante. Allí se podría emitir un programa a la semana para hacer renacer el añorado Estudio 1. Vivimos una televisión anodina y vulgar donde interesa más airear la vida personal (cotilleo) de los “famosillos” de cartón piedra que procurar entretener a través del Arte y la Cultura. Esta moda de programar teatro televisado causó furor en su día no solo en España. En Francia se emitía a través de TF1 y en Inglaterra (donde si no) por medio de la BBC. Al Teatro lo llevan matando desde hace ya muchos años pero siempre aparece como un Ave Fénix que renace de sus cenizas. Visto el nivelito cultural de no pocos de nuestros políticos actuales existen pocos motivos para la esperanza. Aunque dicen que esta (la esperanza) es lo último que se pierde. Si lo hace esperemos que sea porque se fue a ver una función de Teatro. Arriba el telón del teatro televisivo y abajo la tele basura mediática.

martes, 25 de octubre de 2022

El Arte entre cipreses



Desgraciadamente ocurre con demasiada frecuencia  que en la Historia del Arte se producen fallecimientos de grandes artistas en plena juventud. Ausencias que no han hecho más que transformarlos de grandes artistas a grandes leyendas. Se van las personas y permanecen para siempre los mitos. Nunca, absolutamente nunca, podemos reivindicar la muerte como algo positivo en el transcurrir existencial de las personas. Nada existe más importante que la vida y perderla joven es una auténtica tragedia. Mozart falleció con 35 años de edad. Creó en su prolífica vida artística más de 600 creaciones abarcando todos los géneros musicales. Sus primeras obras las compuso con 5 años de edad y tocaba varios instrumentos (incluso con los ojos cerrados). Con muy pocos años su padre lo paseaba por todas las cortes europeas para hacer caja con sus extraordinarias habilidades. La música de Bach te acerca a Dios; la de Beethoven se hace presente en la comunión del hombre con la Naturaleza. En la de Mozart está todo reflejado: Dios, la Naturaleza y los Hombres. John Coltrane (también conocido como Trane) dejó de respirar cuando contaba 40 años de edad. Saxofonista tenor y saxo soprano le dio la vuelta como un calcetín a todo el Jazz contemporáneo. Su inmortal música tenía aires reivindicativos hacia los Derechos Civiles de los negros y una cierta trascendencia religiosa (espiritual). Grande entre los grandes su fama se acrecienta con el paso de los años. Elvis Presley nos privó de su mágica presencia cuando tenía 42 años de edad. Cambió radicalmente no solo la música ligera contemporánea sino una forma expresiva que provocó una catarsis social nunca antes alcanzada por ningún artista. Un crítico del New York Time llegó a decir: “Es curioso que el negro que mejor ha cantado en toda la historia se llamara Elvis y fuera blanco”. El rock and roll y las baladas de Elvis superan las barreras del tiempo y las modas estilísticas hasta situarlo en el Olimpo de los dioses de la Música. Estos días se está proyectando una excelente película sobre su vida. La dirige Baz Luhrman con dos interpretaciones de Óscar: Austin Butler como Elvis y Tom Hanks como el Coronel Parker. James Dean se mató en un accidente de coche cuando tenía 24 años de edad. Nos dejó tan solo tres películas filmadas (“Al este del Edén”; “Rebelde sin causa “ y “Gigante”). Con este corto bagaje interpretativo ha pasado con letras de oro a la cima más alta de la Historia del Séptimo Arte. Cuando falleció Camarón de la Isla su partida de nacimiento nos decía que sumaba 41 años de edad. Un auténtico revolucionario del Flamenco que, junto a Paco de Lucia, trazaron la senda sonora del Arte Jondo del siglo XXI. El Cante de Camarón se vertebra desde las viejas raíces cantaoras para crear nuevas y frondosas ramas en el Árbol de las sonoridades flamencas. Un Genio que nos dejó un rico y extenso legado discográfico. Todos los citados representan una excelsa muestra de grandes Genios del Arte cuyas vidas se truncaron sin poder traspasar la frontera de la madurez existencial. Cuesta asimilar que nos dieran una muestra tan extraordinaria de sus inconmensurables talentos en unas vidas tan cortas. Puede que sea verdad que, en no pocas ocasiones, prevalece la calidad sobre la cantidad. A los cipreses de los viejos cementerios en días otoñales los mueve la Música en cualquiera de sus expresiones. Son, han sido y serán para siempre los cipreses del Arte. 

jueves, 20 de octubre de 2022

El Otoño sevillano


A Manolo González profundo sevillano de otoños y primaveras

En Sevilla existe una tendencia cíclica donde se va difuminando por medidas humanas o climatológicas la belleza, la extrema belleza, que a lo largo de los siglos la han configurado como una de las ciudades más hermosas del mundo. En los últimos años ya se ha hecho realidad la desaparición del mágico Otoño sevillano. Literalmente se lo ha comido los calores pegajosos y membrilleros de Septiembre. Definitivamente la calor dura ya en Sevilla la friolera (más bien calurosa) cifra de seis meses. Tenían razón nuestros mayores cuando decían que Sevilla tenía cuatro Estaciones: el Invierno, el Verano, la de Córdoba y la de Cádiz. El Otoño sevillano es (más bien era) un tiempo de templanza donde las cosas de la vida armonizaban con la verdad de las cosas cotidianas. El largo y cálido verano es frenético por su propia naturaleza. Todo se mueve en aras de huir de lo cotidiano en busca de paraísos soñados que, al final, se nutren de la gran mentira del consumismo compulsivo. El Otoño es un tiempo propicio para la templanza y eso en Sevilla siempre son palabras mayores. No es casualidad que en Sevilla nacieran los Machado, Luis Cernuda, Bécquer, Vicente Aleixandre o Rafael Montesinos. Sevilla crea Poesía porque Ella lo es en su más profunda interiorización. Por eso en Otoño la Ciudad se reviste con sus colores más suaves para que nada enturbie el duende de sus poetas. Las tardes otoño-invernales nos retrotraen a olores de alhucema en braseros hogareños de cisco picón. Al olor de Heno de Pravia impregnado en camisetas de manga larga de Pérez Cuadrado. A los infantiles guantes de lana de Casa Peña. El Otoño nos reconciliaba con una Ciudad que marcaba  este tiempo desde la sabiduría y el reencuentro. Sevilla es una Ciudad creada para la templanza y sin la necesaria quietud el temple ni está ni se le espera. Como tantas cosas, el Otoño ya no es lo que fue y, desgraciadamente, nosotros tampoco lo somos. El cambio climático nos quita este mágico tiempo donde Sevilla se mostraba deslumbrante en su recogimiento. Tardes otoñales de luz tenue de color azul-esmeralda que se mueren lentamente por las calles señoriales aledañas a la Plaza de San Lorenzo. Adiós Otoño sevillano, adiós Amigo. En tus hojas caídas por los parques y jardines sevillanos está flotando el alma de los ausentes y el recuerdo melancólico de los presentes.


lunes, 17 de octubre de 2022

Agravios comparativos



Sevilla, de manera endémica y pertinaz, padece unos problemas sociales y económicos que la sitúan de manera vergonzante en los parámetros más altos de paro, pobreza y marginación de nuestro país. Entre los barrios más pobres españoles Sevilla hace una triste aportación muy significativa. Hace un año estuvo por esos barrios el Señor de Sevilla para llevar algo de sosiego y esperanza en esas zonas tan castigadas y deprimidas de nuestra Ciudad. Nos temíamos lo que ha ocurrido posteriormente. Detrás del Señor tenían que aparecer los humanos (la política social) para dar trigo después de la predicación. Esto no ocurrió y estos barrios siguen abandonados a su suerte. Dejemos este preámbulo social para un posterior análisis más exhaustivos y toquemos hoy algo menos importante como son los agravios comparativos que padece está Ciudad de nuestros amores y desvelos. Sevilla también está en la calle Alondra. 
Si algo de manera reiterativa nos ha enseñado la Historia de esta Ciudad, a la que llamamos Sevilla y a la que muchos llevamos en el corazón como una segunda Madre,  es que continua y pertinazmente vive inmersa en lo que se conoce como agravios comparativos. No es cuestión de victimismo ni de pataletas de niños mal criados es, simple y llanamente, constatar algo que resulta más que evidente. Antonio Muñoz, que se nos configura como un buen Alcalde y mejor persona, ha explotado estos días contra los abusos burocráticos que la Junta de Andalucía ejerce contra nuestra Ciudad. Primero propuso de manera razonable que administrativamente se le concediera a Sevilla la Capitalidad Oficial de Andalucía. A la Administración Municipal malagueña no le pareció oportuna está concesión y nuestra Junta  archivó la solicitud sevillana. Después llegó una petición para crear una tasa turística (un euro por turista y día) que evidentemente tampoco era del agrado de los jerarcas malagueños y la Junta, como dirían los gaditanos, pegó un cajonazo. La gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de nuestro Alcalde ha sido el ninguneo de los vuelos aéreos con la ciudad de Nueva York. Después de años de gestiones municipales sevillanas al final, en un ejercicio de truco-trato, la intersección de la Junta ha sido clave para que la concesión de estos vuelos se vayan a Málaga. Estoy convencido de que la confrontación es negativa por su propia naturaleza y que los pueblos progresan cuando elaboran proyectos comunes y solidarios. Lo que ocurre es que esto no es óbice para permanecer impasibles ante los agravios comparativos que padece Sevilla. Como ocurrió siempre la Sociedad Civil sevillana ha permanecido indiferente ante estos agravios comparativos dejando a su Alcalde (Antonio Muñoz) solo ante el peligro. Los hosteleros sevillanos  andan distraídos en su permanente reivindicación corto-placista de aumentar los turistas y la calidad monetaria de los mismos (teta y sopa no caben en la boca). Los depositarios de las esencias, tan aburridos como reiterativos, cubren una parte importante de sus energías en criticar ferozmente a los políticos que no consideran afines a sus intereses antes que velar por las justas reivindicaciones de la Ciudad. La Junta ante el lógico malestar de nuestro Alcalde ya ha dicho que no hay que preocuparse. Dicen que los vuelos neoyorquinos a Málaga son buenos para toda Andalucía (sobre todo para Málaga) y que no se preocupe Sevilla que ya están trabajando para que vengan a nuestra Ciudad otros vuelos. La teoría del caramelo. Te pertenecía a ti pero se lo dieron a tu hermano. No debes preocuparte pues habrá en el futuro más caramelos y seguro que alguno terminará en tu boca. Andaluces levantaos pero sin soltar las sillas que te las quitan y se las llevan para otro sitio. Ser solidarios no puede llevar implícito el que te tomen por estúpido. Conviene no engañarse: o defendemos los sevillanos y sevillanas a nuestra Ciudad o se quedará más sola que la una. ¡Que difícil le han puesto siempre a Sevilla sus avances de futuro!

viernes, 14 de octubre de 2022

La granja de los farsantes

Una de las cosas que me marqué como prioritarias cuando terminó hace años mi actividad laboral era el intentar no aburrirme. Doy fe, no sin ciertas complicaciones, que lo he conseguido. Para ello he utilizado los sacrosantos comodines del Arte y la Cultura con el añadido de prestar atención al epicentro de mis emociones: el Flamenco y la Ciudad de Sevilla. Entiendo que hasta en el aburrimiento hay clases. Todo consiste en si el aburrimiento es buscado o inducido. Lo que ofrece pocas dudas es que el panorama político de nuestro país es, en la actualidad, un canto al aburrimiento y al desosiego. Todo es puro postureo y, con estos elementos, es complicado que la gente se interese por cuánto se cuece en el Parlamento o el Senado. La política, a nivel internacional en general y española en particular, ha perdido cuanto de grandeza debía atesorar y, en la actualidad, es más un problema para la gente que un remedio contra sus problemas. Siempre, absolutamente siempre, debemos diferenciar a los políticos sensatos, decentes y con buena capacidad de gestión (afortunadamente quedan algunos  todavía) de  esta maraña de impresentables sectarios que están en política para su propio beneficio y el de la Empresa que los mantiene (su Partido). Desgraciadamente la política española “goza” en la actualidad de un descrédito que hay que reconocer que muchos políticos se han ganado a pulso. Estamos enmarañados entre una falsa política y unos falsos periodistas que no dejan de ser meros activistas de una determinada tendencia ideológica. Siempre valoro a las personas por lo que hacen sin importarme lo que sienten o piensan. Por sus obras los conoceréis y, lo más importante, sabréis valorarlos. No es cuestión baladí que traten de enterrar la Filosofía y las Humanidades en el campo de la Enseñanza. Nos quieren mansos y predispuestos para incorporarnos al rebaño de los que no piensan (otros ya lo harán por nosotros). El problema no es sólo que nos vendan humo; el problema es que encima nos piden que soplemos para que la llama (la suya) nunca se apague. La granja de los farsantes funcionando a pleno rendimiento.

martes, 11 de octubre de 2022

Guillermo el del Museo

Guillermo Ciria Ruiz, Guillermo para su incondicional legión de amigos, es un sevillano de la calle Bailén cuya vida laboral -cuarenta años la contemplan- ha transcurrido en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Allí ha visto pasar la vida de esta Ciudad entre cuadros majestuosos y personajes y personas que de manera permanente se pasaban a contemplarlos. En su productiva actividad laboral ha hecho prácticamente de todo en este mágico recinto sevillano.  Vigilante, guía y expendedor de entradas que nos llevan al Reino de Murillo. Siempre reconoció que sus debilidad es la Virgen de la Servilleta, obra cumbre del pintor sevillano. Nos recuerda que en sus múltiples tareas llegó hasta fregar, en pleno Enero, las columnas del patio con jabón verde. Siempre consideró al Museo como su segunda casa y siempre estuvo dispuesto en colaborar para darle brillo y esplendor a la segunda Pinacoteca española. Conozco a este Hermano de Las Penas de San Vicente desde hace ya muchos años. Vecinos de Barriada y cómplices permanentes de principios y sentires sevillanos. Es difícil, muy difícil, encontrar hoy día una persona tan firme, generosa, culta y desprendida como este Guillermo de modales renacentistas y porte aristocrático. Guillermo, en tiempos como los actuales donde los farsantes campan a sus anchas, es un antídoto contra la mentira y un claro ejemplo de hombre cabal entre los cabales. Posee la sabiduría filosófica y socarrona de los sevillanos profundos. Allí, donde se gestó la Hermandad de Pasión, queda para la eternidad su buen hacer y su paciente laboriosidad. Aquí se pueden invertir los términos: las obras quedan pero los hombres cabales también permanecen. Guillermo, Guillermo el del Museo. 


sábado, 8 de octubre de 2022

Un pregonero llamado Enrique Casellas




“Con el aire maestrante de la tarde se abrió de capa Sevilla para situarse frente al toro de la verdad”
Sinceramente no tengo reparos en reconocer que soy más bien un sevillano de pregoneros que de pregones. Me interesa más la verdad desnuda con faltas de ortografía que los folios bien escritos desde la impostura. La próxima primavera sevillana el Pregón de nuestra Semana Mayor lo dará Enrique Casellas. Este sevillano que hunde sus raíces capuchinas entre las Hermandades de Gloria y los ecos profundos y luminosos de los Gitanos de Sevilla y Utrera, ha sido elegido para dar el Pregón soñado desde la cercanía por muchos corazones hispalenses. Para entendernos, Enrique Casellas es lo que lo flamencos conocen como una persona cabal. Lo empecé a tratar en mi etapa de coordinador del Área de Flamenco de la Compañía Discográfica Pasarela. Tiempos aquellos de verdades creativas y paraísos soñados desde el Arte Jondo. Desde entonces siempre que lo veo en mis paseos matinales tengo la sensación de ver a una persona por la que siento un gran afecto. Pocas personas, como Enrique Casellas, en esta Ciudad (de ojanas encubiertas) tiene de verdad una mayor legión de amigos y admiradores. Sabe, por venir cargado con la sabiduría de la más pura esencia sevillana, que los amigos van y vienen mientras que los enemigos están siempre. Casellas, Enrique para los amigos, dará un Pregón donde estarán presentes los ausentes y ausentes, por irrelevantes, algunos de los presentes. No hay gran poesía sino grandes poetas. En este Casellas de soles y lunas no hay sitio para la impostura. Dará un Pregón, su Pregón, que desde entonces ya será el suyo y el nuestro. La Semana Santa del 2023 con el añadido de un Santo Entierro Grande y el Pregón de Enrique Casellas dan para mucho. Toca ir acumulando sensaciones para después poder contárselo a nuestros nietos. Suerte Enrique, ya te tocaba y así lo reclamaba tu madurez personal y sevillana. Te espera Sevilla y, lo más importante, te esperamos los que bien te queremos. Demuestra que eres profeta en tu tierra. 
 

lunes, 3 de octubre de 2022

El Loco de la Colina


En esta tarde lunera de principios de Octubre me llega la noticia, triste noticia, del fallecimiento de Jesús Quintero. Es mi colega de sentires sevillanos, Salva Gavira, quién vía wassap me advierte que debo aumentar una nueva cuenta en el rosario de la orfandad de mi Generación. Se nos ha muerto “El Loco de la Colina” y cada vez somos más conscientes que vivimos casi de prestado. Mi mundo se desmorona cada día y por la mañana le doy gracias a mi espejo por poder verme reflejado en él un día más. Jesús Quintero tenía 82 años de edad y se encontraba en una Residencia del bello pueblo de Ubrique. Si morirse es inevitable, hacerlo en uno de los más bellos rincones andaluces siempre, dentro de la tragedia, tiene algo de consuelo. Este andaluz lucido, imaginativo y creador de mundos de ensueño había nacido en San Juan del Puerto. La mayor parte de su fructífera existencia la pasó en Sevilla, a la que amaba profundamente y a la que convirtió en el epicentro sentimental de sus más nobles emociones. Sus comienzos en la radio (“El Loco de la Colina “) supuso una auténtica revolución en los conceptos filosóficos que dimanaba de su voz aterciopelada y cercana. Escuchar sus reflexiones nocturnas con la música de Pink Floyd de fondo era de una belleza extrema y, a pesar del cansancio acumulado durante el día, peleabas para que el sueño se retardara un poco más. Luego aterrizó en la televisión dejándonos una serie de programas únicos e irrepetibles. Lo mismo entrevistaba a un famoso (de cuando los famosos eran de verdad famosos y no “personajillos” de tres al cuarto) que a un limpiabotas con un pasado legionario. Jesús Quintero fue genial desde la más absoluta naturalidad y haberlo dejado morir casi en el olvido es algo que no hace más que constatar el tipo de Sociedad que entre todos hemos creado. Dios sabrá guardar a este agnóstico de mirada limpia y corazón andaluz universal. Fue genial y propició, que no es poco, que nuestro paso por esta Tierra de María Santísima fuera más feliz y llevadero. Que tu “Perro verde” te sirva de lazarillo por las llanuras eternas de los cielos. Descansa en paz Amigo.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

El pórtico de la desvergüenza


Hace unos días, dentro de la programación de la Bienal, “El Niño de Elche” actuó (eso es lo que hace, actuar: cantar flamenco ni puede ni sabe) en el Teatro Lope de Vega. Este “elemento” que es  fruto de una Sociedad donde todo, incluyendo el Arte y la Cultura, es motivo de confusión se retroalimenta de la provocación permanente. Se sube a los escenarios para soltar una sarta de sandeces con la esperanza de que los medios lo pongan a caer de un burro. Esa es su victoria y nuestra derrota: tener que escribir de Flamenco de alguien completamente ajeno al mismo. Aquí estoy malgastando mi tiempo escribiendo de un “cantaor” que se nutre de las escandaleras. El día que se subió (para denigrarlo) al mágico escenario del Lope de Vega la sala no llegaba ni por asomo al medio aforo. Sevilla, por su Historia y sabiduría, siempre ha sabido calar de inmediato a este tipo de farsantes. Reconozco que me resulta difícil de digerir la cacería mediática que los medios de comunicación aplican a los barrabasadas de este “cantaor flamenco”. Entiendo que esto forma parte de los objetivos que él persigue. Provocación igual a reacción e igual, por extensión, a nuevos contratos. Nada nuevo bajo el sol de Andalucía. La pregunta es, ¿quién lo contrata para la Bienal dejando fuera del evento a tantísimos grandes artistas?  ¿Quién o quiénes desde una falsa intelectualidad flamenca le han otorgado al “Niño de Elche” el título de vanguardista?  Esta Bienal, posiblemente como todas, nos está dejando momentos de una belleza suprema. La actuación de Vicente Amigo en el Maestranza o la de Tomasa Guerrero “La Macanita “ en la Iglesias de San Luis de los Franceses ya justifican por si solas toda una Bienal. Hoy nos queda como uno de los momentos más esperados el Baile de Manuela Carrasco en el Teatro de la Maestranza. ¿Merece la pena perder nuestro tiempo en debatir sobre estos ”flamencos” de pacotilla con la que está cayendo? En un ejercicio de cinismo pretenden comparar al “Niño de Elche “ con Rosalía. Por favor un poco de seriedad. Rosalía es una estrella deslumbrante con una proyección global y “El Niño de Elche” es un globo que hace tiempo lo desinfló la mágica aguja del Arte Jondo. El pórtico de la desvergüenza abierto de par en par por “programadores” y políticos de tres al cuarto.

martes, 20 de septiembre de 2022

El orden de las cosas




“De continuo nos decían que lo primero es lo primero. Todavía estamos esperando que alguien nos aclare cómo podemos distinguir lo primero de lo segundo”
Primero nos dijeron que el dinero no daba la felicidad para luego decirnos que hay que ganar dinero que las cosas no la regalan. Primero nos educaron como monaguillos perpetuos para luego aclararnos que solo en el ateísmo encontraríamos la felicidad. Primero nos dijeron que tuviéramos como referencia a nuestro hermano mayor para después, cuando voló en libertad, decirnos que era mejor que tuviéramos referentes más fiables. Primero nos pedían que amaramos el barroco sobre todas las cosas para luego hacernos vanguardistas de paraísos en ciernes. Primero nos daban gatos por liebres para después cambiarlos por perros callejeros . Primero nos vendían las canciones de Renato Corosone para luego situarnos frente a los anaqueles donde relucían The Beatles. Primero nos daban su afecto para después aclararnos que cada uno en su sitio y que era mejor guardar las distancias. Primero nos llevaron a conocer el mar y después, con el paso del tiempo, nos desvelaron que los misterios del mar son insondables. Primero nos dijeron que en el cuento de Caperucita el malo era el lobo para después decirnos que en realidad la mala de verdad era la puñetera abuela. Primero les decían a nuestras hermanas que las ranas se convertían en príncipes para luego darles la mala nueva: son los príncipes los que al final salen ranas. Primero nos animaban a ir a misa de doce para luego decirnos que bastaba con los propósitos de enmienda. Primero nos trajeron las frutas prohibidas del paraíso para luego sancionarnos por haberlas probado. Primero nos enseñaron a hacer los nudos de las corbatas para después decirnos que los encorbatados eran señoritos burgueses. Primero nos enseñaron a amar los trenes de latón para luego vendernos que donde se ponga el AVE que se quite todo lo demás. Primero nos vendieron la obediencia como un bien supremo para luego transformarnos en rebeldes sin causa. Primero intentaron confundirnos pero a la vista está que no lo consiguieron del todo. Eso sí, siempre nos quedará la eterna duda de si lo primero era más importante que lo segundo. Lo primero de lo segundo o lo segundo de lo primero. La noria de la vida girando sin pausa pero sin prisa. El orden de las cosas siempre pendientes de ser ordenadas racionalmente.

viernes, 16 de septiembre de 2022

Sin serpientesde verano

“En búsqueda de la verdad tienes que conseguir los dos lados de una historia”.  (Walter  Cronkite) 
Ya nada es como antaño. Ni el verano, ni los medios informativos ni, evidentemente, nuestra percepción de cuánto ocurre a nuestro alrededor. El verano era, fundamentalmente, un largo  periodo de calma chicha donde la prensa anunciaba donde se iban a veranear el  grupo de los muy  pudientes y omitían, por su falta de interés informativo, como (no) veraneaban la gran mayoría de los habitantes de la Ciudad. La Prensa debía salir cada día y ante la falta de noticias de interés se creaba lo que se conocía como “Serpientes de verano. Se generaban noticias banales o inventadas (lo que actualmente se conoce como “Fake News”) que solo tenían como finalidad cubrir la falta de  titulares de algunos periódicos. Si no existían noticias de interés se inventaban y a otra cosa mariposa.  Estas “Serpientes de verano  informativas” eran poco o nada dañinas pues solo tenían como principal finalidad la distracción veraniega. En la actualidad, dada la vorágine de noticias (fundamentalmente negativas) que nos llegan a diario, las “Serpientes de verano” duermen para siempre en el falso paraíso de lo efímero. Hoy, desde algunas trincheras mediáticas, se nos engaña informativamente de una manera tendenciosa donde, más que el periodismo, se practica el activismo político. Se trata de intoxicar más que informar. Las noticias se dividen entre las malas y las muy malas. Todo, salvo honrosas excepciones, gira en torno al “Circo mediático “ donde, en aras de nuestra salud mental y cívica, conviene racionalizar y cuestionar el montón de basura “informativa” que depositan en el interior de nuestras casas. En la actualidad el pretender estar bien informados se ha convertido en un ejercicio de masoquismo existencial. Quién nos iba a decir que, visto lo visto, íbamos a recordar con nostalgia las “Serpientes de verano” del ayer. No eran de verdad pero tampoco eran dañinas. Lo del rigor y la objetividad a la hora de informar ya sólo queda en manos de una minoría que lucha contracorriente para que la verdad no sea un rara avis en esta Sociedad mercantilizada. 

lunes, 12 de septiembre de 2022

Javier Marías


Ayer, cuando el domingo empezaba ya a vestirse de lunes, me llega la triste noticia del fallecimiento de Javier Marías. Parece ser que en Agosto le detectaron una severa neumonía que al final le ha mandado a la eternidad de los grandes escritores. Tenía 70 años de edad y todavía estaba en disposición de ofrecernos grandes dosis de su enorme talento literario. Siempre he sido un gran lector de periódicos (de papel) aunque ahora, por razones obvias, solo los compro los fines de semana. Los domingos para mí siempre era prioritario leer los artículos que Javier Marías publicaba en “El País Semanal”. Los mismos siempre fueron un alto ejercicio de civismo envueltos en una excelsa literatura. Javier Marías se me configura como uno de los escritores contemporáneos más interesante (de España y de Europa). Sus novelas han sido editadas en más de 50 países. Siempre estaba en las quinielas del Nobel de Literatura y siempre le daban “una larga cambiada”. Ya forma parte de los grandes escritores a los que les ningunearon el Nobel. Su última novela (Tomás Nevinson -2021) es un ejercicio supremo de buena literatura. La anterior (Berta Isla – 2017) ya nos parecía imposible que pudiera ser superada. Una de la lecturas más apasionantes que he disfrutado en los últimos años fue “Tu rostro mañana” (2002). Ñ Un novelón de 1.592 páginas dispuestas en tres apartados. La eternidad de los escritores estará siempre garantizada en función del interés que muestren los lectores de los mismos. Se nos va el hombre hacia los laberintos del más allá y nos queda para siempre su espíritu cívico y su inconmensurable talento. Descanse en paz este madridista de pro que supo contextualizar la vida en todas sus variantes. Como cantaba Serrat:  

“Quién pondrá fin a mi diario / al caer / la última hoja en mi calendario”.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Isabel II

Ayer, 8 de Septiembre de 2022, falleció la reina Isabel II. Tenía 96 años de edad y llevaba siete décadas de reinado. Fue en 1952 y ante la repentina muerte de su padre Jorge VI cuando, a los 25 años de edad, quedó proclamada Reina. Se encontraba en África donde viajó siendo Princesa y retornó siendo ya Reina. Tuvo cuatro hijos y su actual descendencia se vio incrementada con ocho nietos y doce bisnietos. Conoció durante su reinado a quince Primeros Ministros británicos. El primero fue Winston Churchill y la última, de hace tan solo un par de días, la recién nombrada Liz Truss. La reina Isabel II se nos configura como uno de los más grandes personajes del siglo XX. Una vida fecunda con una plena dedicación al pueblo británico que tenía una alta consideración y un gran afecto por su Monarca. Ahora, más que nunca, procede ver (por primera o segunda vez) la exitosa y famosa serie The Crown donde se refleja, con una gran precisión histórica, la vida y los avatares (buenos y malos) de esta gran mujer. Le va a sustituir en el cargo su hijo que, a las 74 años de edad, reinará con el nombre de Carlos III. Estos días tendremos una enorme saturación mediática de la vida y obra de esta excelsa  Dama. Ella supo reinar para todos y se nos configura como la gran artífice de la supervivencia y esplendor de la Monarquía británica. El siglo XX y lo poco que llevamos del XXI no serían los mismos sin la estela de la reina Isabel II. La Reina ha muerto, Dios salve al Rey.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

La Bienal de Flamenco


Dentro de pocas horas comenzará una nueva Bienal de Flamenco de Sevilla, será la número XXII y se desarrollará del 8 de Septiembre al 1 de Octubre. Visto el programa flamenco que se nos ofrece creo que es sumamente atractivo aunque, a qué negarlo, siempre aparecerán los “objetores” que se nutren de los elementos del negativismo. Ante un evento con un recorrido tan largo y que a la postre se nos configura como el evento mundial más interesante del Flamenco acertar al cien por cien se nos antoja una tarea imposible. Para algunos faltarán determinados artistas y para otros sobrarán algunos de los programados. Nada nuevo bajo el sol sevillano que más que calentar nos quema de manera inmisericorde. Insisto, repaso la programación y me parece excelente. ¿Mejorable?, sin duda. Como cualquier obra humana contentar a todo el mundo no es que sea  difícil es, simple y llanamente, imposible. Se puede (y se debe) avanzar más para que la Ciudad y la Bienal se complementen hasta convertirse en un evento de los más importantes de Sevilla. Si solo nos ponemos en manos del turismo para garantizar el éxito de la Bienal siempre tendremos la asignatura pendiente de una vertebración (Flamenco y Ciudad) absolutamente necesaria. Hay que intensificar la llegada de la Bienal a los Barrios de la periferia para conseguir que estos, a través de la inclusión, se sientan participes de tan magno acontecimiento. Este año podré ver a mi sobrino Marco Serrato tocando el contrabajo junto a la guitarra de Raúl Cantizano para apoyar el cante de Tomás de Perrate. Son momentos existenciales que a ciertas edades se nos antojan de un gran calado sentimental. Apoyemos siempre la Bienal desde la atalaya de lo genuinamente positivo. Disfrutemos cuánto podamos de lo mucho y bueno que se nos ofrece. La vida son tres días y mejor pasarlos con el goce y disfrute del Arte Jondo. Septiembre, Sevilla y la Bienal son un mágico trío que bien merece la pena conservar, mejorar y, sobre todo, valorar y preservar. Empieza otra Bienal, la XXII, y Sevilla se viste de gala para recibirla con todos los honores. Arriba el telón y, sobre todo, arriba los corazones flamencos

lunes, 5 de septiembre de 2022

Tiempos de incertidumbre



Vivimos tiempos difíciles de analizar pues quienes se encargan de dirigir nuestras vidas y (modestas) haciendas ponen cuanto pueden de su parte para que esto no ocurra. La tan manoseada verdad ni está ni se le espera. Aunque esto parece importarle poco al personal. Un Ministro/a  de nuestro Gobierno puede decir una cosa el lunes; contradecirse el martes y plantear lo contrario el miércoles. No pasa nada y al equivocarse demuestran que son humanos pero habría que preguntarse si aciertan al rectificar o cuando no rectifican. Este pasado mes de julio descartaron la necesidad de una cuarta dosis para frenar los avances del virus (aunque miremos para otro lado siguen falleciendo muchas personas). Tres días después se nos dice que sería conveniente ir pensando en vacunar en otoño a los mayores de 70 años de edad y a los residentes en Centros de Mayores. Cinco días después se  plantea que lo sensato sería vacunar a todos los mayores de 60 años. Más pronto que tarde se llegará a la conclusión de vacunar (o no) con otra dosis a todo el personal (todo esto cuando la tercera dosis no sé la ha puesto una parte considerable de la población). Este es un Gobierno que cada día proporciona gratuitamente  “balas” a la oposición y esta dispara a todo cuánto se mueva hacia adelante. Se trata de mantener el Poder o de conquistarlo a toda costa. ¿Legítimo en una Democracia? Posiblemente, pero no todo vale para gobernar ni todo vale para llegar al Gobierno. Salvo honrosas excepciones el nivel de nuestros políticos actuales es paupérrimo y manifiestamente mejorable. Nos arropamos en la bandera del sectarismo y solo vemos los defectos del bando contrario. La necesaria capacidad -nuestra capacidad- de análisis objetivos y constructivos es ya una tarea a la que renunciamos para no tener que enfrentarnos a la realidad. La capacidad de pensar, que a la postre se nos presenta (o debía presentarse) como la herramienta más poderosa con la que cuentan los seres humanos, duerme el sueño del olvido existencial. Pensar es una tarea complicada y es mejor que piensen otros por nosotros. La incertidumbre ya forma parte de nuestras vidas cotidianas y convivir con ella se ha convertido en algo habitual. La política de hoy se traduce en operaciones de marketing donde a corto o largo plazo nos hacen creer en falsos Mesías. Ponga un Juanma (buena gente) o  una Yolanda (sonrisa permanente) en sus vidas y todos  sus problemas desaparecerán como por arte de magia. Estaba claro que el populismo había llegado para quedarse y solo de nosotros dependerá por cuánto tiempo. Lo curioso es que los populistas siempre son los demás. Un país que se retroalimenta de la confrontación permanente siempre tendrá un escaso margen de mejora. País que diría el genial Forges.