“Buscadme por donde brillan los luceros
Y el río Betis comienza su andadura
Allí donde se cruzan los senderos
Y el alma se sostiene en su locura”
Lo cantaba la recordada Violeta Parra: “Gracias a la vida que me ha dado tanto / me dio dos luceros que cuando los abro / perfecto distingo lo negro del blanco / y en el alto cielo su fondo estrellado….”. Dentro de pocas horas se nos marchará definitivamente este desosegante Año del Señor del 2012. No debemos rendirnos ante los duros avatares que nos han impuesto estos impresentables que reciben el nombre de “políticos”. Este año, me temo que de manera definitiva, hemos descubierto algunas cuestiones fundamentales: 1) Que don Mariano Rajoy no era la solución –más bien lo contrario- que muchos con sus votos presagiaban. 2) Que tampoco don José Antonio Griñán tenía la “Llave” para que, ¡por fin!, los andaluces pudieran abrir graneros y ventanas. 3) Que don Juan Ignacio Zoido representa, en la política negativa de la Ciudad, un más de lo mismo. Al final, como muchos nos temíamos, ganó la batalla de sus actividades políticas su cargo dentro del PP (Sevilla, como siempre, tendrá que esperar tiempos mejores). Pero no son momentos de derrotismo ni de augurios de negros presagios. Ahora, más que nunca, debemos unir manos e ilusiones. Disfrutemos estos días con los nuestros –lo más importante que no da la vida- estas horas de calor de lumbre hogareña en cuerpos y almas. En esta Tierra nuestra, tan hermosa como vilipendiada, siempre reinó la Esperanza. Desde San Roque a la Trinidad o desde el Arco hasta el Puente. No hace mucho le preguntaron a Carlos Colón, en una televisión local, que definiera a la Esperanza Macarena de la forma más breve y concisa posible. Contestó: “Ella es la luz que permanece encendida cuando las demás se apagan”. Dicho queda y agregó: “Lo mismo que el Señor de Sevilla representa el único camino que sigue abierto cuando los demás se cierran”. Nuestra Generación, a diferencia de la de nuestros padres y abuelos, no huele a pólvora; miseria; pena amarga; exilio de cuerpos y almas o a cerrojos y rejas de presidios. Tarde o temprano saldremos adelante y ojala –cosa que dudo- sea con la lección aprendida. La Fe, siempre la Fe, anidando en nuestros inquietos corazones. Hasta los que siempre, desde el báculo y la mitra, cuestionaron el “Poder de las Imágenes” van a poner ¡catorce! pasos en la calle por Febrero. Un Vía Crucis con los pasajes trucados por lo “eclesialmente correcto”. Nunca es tarde si la Imagen es buena. Vivamos y bebamos el vino que le da sentido a la vida. Cuando el Nazareno brindó con vino en la Última Cena por algo sería. Disfrutad este restillo de tiempo que todavía le queda al Año que se nos va para no volver. En mi nombre y el de Salva Gavira os deseamos Suerte, Salud, Trabajo y Felicidad. Que el Señor de Sevilla en su puesta de largo sevillana –que es también la de la Ciudad- nos ayude a resistir estos malos tiempos. En Él, solamente en Él, se encuentra la Fuente que sacia definitivamente la sed. Nos vemos (D.m.) el próximo 7 de Enero del Año de Señor del 2013. Un abrazo.