martes, 8 de febrero de 2022

El reinado que empezó en un árbol

El pasado domingo se cumplieron 70 años del reinado de Isabel II (95 años de edad). Su comienzo como Reina se produjo de una forma un tanto peculiar.  Era un 6 de Febrero de 1952 y la entonces Princesa se encontraba en Kenia con su marido el Duque de Edimburgo. Ambos estaban en una cabaña situada encima de un ficus para divisar mejor a los animales en libertad.  Entonces la avisaron que se bajara del árbol que tenían que darle una noticia muy importante. Su padre, Jorge VI, había fallecido y ella pasaba a ser la Reina. Para entendernos: se subió al árbol siendo Princesa y se bajó siendo Reina. En su larguísimo reinado ha pasado por toda clase de vicisitudes y su familia, en muchas ocasiones,  más que una ayuda ha sido una fuente inagotable de quebraderos de cabeza. Ha conocido siendo Reina a 14 Primeros Ministros británicos. El primero fue Winston Churchill y el último (no sabemos por cuanto tiempo) es Boris Johnson.  Uno era un estadista de talla mundial y el otro un personaje de difícil clasificación. Sin embargo hay que reconocer que ambos tienen un común denominador: considerar una herejía que los vasos estén vacíos. Esta ilustre Dama ha conocido durante su reinado a 13 Presidentes de EEUU. De manera permanente se realizan sondeo para recabar entre la población el nivel de aceptación de la Reina. Con algunos altibajos estas encuestas la muestran como una persona muy valorada por la mayoría de la ciudadanía británica. La última encuesta realizada hace muy pocos días determinan que el 76% de la población tiene de ella una opinión muy favorable. Incluso para la Generación Milenial esa aprobación alcanza el 65%. En la portentosa Serie "The Crown" queda reflejada con todo lujo de detalles las distintas etapas de su vida (ninguna exenta de grandes dificultades). Ahora, para no variar, su entorno familiar la tiene seriamente preocupada. Su hijo, el Principe Andrés, no nos deja muy claro si tenía malas compañías o la mala compañía era él. Su nieto favorito el Principe Enrique (Harry para los colegas) le ha dado un portazo a la Casa Real y se ha marchado a Norteamérica con su esposa. Aunque, eso sí,  parece ser que allí no renuncia a seguir viviendo como un Principe (ahora dice sentirse muy agotado). En fin, larga vida a su Majestad Isabel II y a por el siglo de existencia (su marido, Felipe de Edimburgo, cuando falleció le quedaban dos meses para cumplir el siglo). Ya queda menos para el centenario de la Reina y también para que el "amigo" Boris se vaya por la puerta por donde entró.



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