viernes, 6 de mayo de 2022

Carmen y María




Ayer, jueves de Feria, nos trajo una más que excelente noticia para los que amamos el Flamenco y el Arte en general. Puede que sea verdad que las buenas noticias si se producen en la semana de Feria son doblemente buenas. El notición era que a la cantaora Carmen Linares y a la bailaora-coreógrafa María Pagés les habían concedido el Premio Princesa de Asturias de las Artes por toda una vida dedicada a la dignificación y magnificación del Arte Flamenco. Pocas veces vamos a encontrar un Premio mejor concedido y, por extensión, con un mayor predicamento artístico -cultural. Carmen Pacheco Rodríguez “Carmen Linares” (Linares-1951) es una cantaora portentosa que asentando su cante en los raíces más profundas se eleva hacia la modernidad sin detenerse ni un momento en veleidades de falsos vanguardismos. Una carrera, la suya, construida paso a paso y apurando sin prisa pero sin pausa todos los estamentos sonoros del Cante. Al día de hoy se nos configura como la gran Dama del Flamenco contemporáneo. María Jesús Pagés Madrigal “María Pagés” (Sevilla-1963) reparte su inmenso caudal creativo como bailaora enriquecida y embrujada por una baile femenino preñado de raíces sevillanas y, por extensión, como coreógrafa ampliamente reconocida y premiada en todos los confines del mundo. Hoy, cuando definitivamente impera en todos los órdenes de la vida la “Cultura del pelotazo” ellas, Carmen y María, son un claro ejemplo de que la vida es una carrera de fondo donde con sacrificio, trabajo y talento se terminan por conseguir los sueños. Ellas, una de Linares y la otra de Sevilla, deben (o debían) representar faros luminosos que guíen a las nuevas generaciones de cantaoras y bailaoras flamencas. Vivimos tiempos de figurones y de politiquillos de tres al cuarto donde los premios, en no pocas ocasiones, se dan a voleo y en clave “política”. Esto termina denigrando a los que los dan y sobre todo a los que, sin pudor, los reciben. Este Princesa de Asturias de las Artes a Carmen y María queda contextualizado entre lo justo, lo emocional y lo genuinamente gratificante. Todavía nos quedan atisbos para la esperanza y con la concesión de este premio nos dan motivos para creer en ella. Se llaman, no lo olviden, Carmen y María. Son dos mujeres andaluzas y grandes referentes del Arte Jondo. 

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