jueves, 30 de julio de 2009

La Senda de los Suspiros.

La memoria socio-cultural se nutre fundamentalmente de experiencias obtenidas a través de lecturas, películas, exposiciones, música, obras de teatro y en definitiva de las experiencias a que sometemos a nuestro intelecto. Bien a nivel corporativo o mediante un proceso de introspección interior individual. Quedamos marcados por aquello que nos educa, nos hace crecer como personas y nos conmueve dejándonos una huella indeleble. Somos el resultado de nuestras experiencias vivenciales y manejamos fundamentalmente el cofre de nuestras inquietudes utilizando la llave del conocimiento, la experiencia y el rigor.

Nuestra memoria sentimental aún siendo paralela y convergente con la anterior funciona en otra dimensión muy distinta. Es decir: aquí lo que prevalece son fechas, momentos, situaciones de muy diverso índole que dan alas a nuestros sentimientos y nos hacen crecer como personas y desde una perspectiva espiritual.

En nuestro calendario sentimental quedaron marcados a golpes de sentimientos aquello retazos de nuestra vida que acudieron a nosotros puntualmente, o en algunos casos sin previo aviso. La trágica fecha del fallecimiento de algún familiar querido. Nuestra primera mirada furtiva de adolescente enamorado. El día que nacieron nuestros hijos. Una jura de bandera o una licencia militar que nos devolvía a la vida civil. Un casamiento. Un bautizo. Una primera comunión. Un desengaño amoroso. Aquel amigo que un día despedimos en una estación de tren con un hasta pronto, y que luego la vida lo convirtió en un hasta siempre. Una separación sentimental inevitable. La terminación o el comienzo de algún trabajo o alguna tarea concreta. Para un sevillano cofrade siempre permanecerá en lo más hondo de sus sentimiento el día que salió a la calle por primera vez con su Hermandad. Aquella tunica que tu abuela o tu madre te plancharon con tanto esmero, y que al enfundarte en ella, tenías la misma sensación de un novillero que estrena su primer traje de luces.

Mi círculo sentimental-cofradiero no estaba cerrado del todo. Me faltaba integrarme como hermano en la Hermandad del Señor de Sevilla. Esto ocurrió una fecha que llevaré de por vida en lo más hondo de mis sentimientos. Fue un 9 de Mayo del 2008. Cuatro días antes de que Alicia, mi hija mayor , cumpliera 29 años.

Mi vinculación con el Gran Poder arranca desde mi niñez. A edad muy temprana ya acompañaba a mi abuela Teresa a verlo. Luego durante muchos años acompañé a mi madre (la cual a punto de cumplir las 97 primaveras todavía hasta hace un año recorría conmigo el Camino de San Lorenzo. Hoy, ya desgraciadamente, vive en el tiempo de los que ya no tienen tiempo). Se me viene a la memoria un día que la acompañé a San Lorenzo militando yo entonces en el vacio –pero siempre respetado- mundo de los agnósticos. Le dije….”mamá, ¿tu crees de verdad que te escucha y te puede conceder lo que le pides?”; ella me contestó…..”pues no lo se, pero de lo que estoy segura es que Él te comprende, te alivia y nunca echará en tu hombro la carga del suyo”.

Por eso cada vez que puedo, que afortunadamente son muchas veces, acudo a la presencia del Señor de Sevilla en busca de sosiego, recarga de fé y tranquilidad de espíritu.

Siempre me llamó poderosamente la atención algo que era un denominador común en las mujeres que se plantaban ante su misericordiosa figura: los suspiros. Entre petición y petición con un leve susurro hacían un breve paréntesis para suspirar. Poco importaba que hubieran olvidado el Padre Nuestro. Establecían una comunicación de tú a tú con el Señor de Sevilla. No es el rezo colectivo de la Misa, es algo más personal y donde sobran los intermediarios. Rezaban desde lo mas hondo de sus corazones con una plegaria cuya letra la escribe las necesidades de cada cual. Recuerdo una anécdota que viví personalmente durante la restauración del Gran Poder. Dos mujeres mayores coinciden en la puerta de la Basílica. La que salía le comenta…..”no entres si no quieres que no está el Señor”….. la otra le pregunta….. “ ¿y donde está¿ “ ……a lo que le responde……. “es que dicen que esta malito y lo estan sanando“. ¡Toma ya ejercicio de sevillanía ¡. Teología del pueblo de Sevilla en estado puro.

En el revuelto mar de la vida siempre encontraremos el faro luminoso del Señor del Gran Poder. No hay mayor verdad que la que dimana de su rostro. A Él se le pueden confiar todos nuestros avatares. Los entiende y los hace suyo siempre. Yo he visto a una mujer llorar desconsolada apoyada en su divino talón y luego verla sentada en “El Sardinero” tomandose un café con una “tostá” con manteca de lomo. ¿Contradicción ¿, para nada. Esta mujer vino a descargar su pena buscando el divino consuelo y luego había que seguir viviendo.
Por eso a la mujeres de Sevilla no hace falta señalarles donde está la Senda de los Suspiros. La recorren siempre que pueden y por ella van derramando petalos de sentimientos camino de San Lorenzo. Allí donde siempre les espera Aquel que nunca las defrauda.

martes, 28 de julio de 2009

El Cielo debe esperar.

(Aclaración previa: el presente Toma de Horas lo escribí el pasado 28 de enero del presente año. Corrían –y corren- malos tiempos para la lirica, pero siempre con las ventanas abiertas a la esperanza. . Nunca llegó a publicarse por decisión propia. Hoy, de nuevo, la luz se abre paso entre las sombras y mi hija primogénita Alicia, se encuentra de nuevo en estado de buena esperanza. Si el Señor de la Salud y la Candelaria así lo quieren, ellos se estrenarán como padres y yo como abuelo en el próximo mes de enero. Tenía dos opciones: guardar este Toma de Horas en el baúl de los recuerdos o compartirlo con vosotros, me decidí por la segunda).

En mi inventario personal el pasado lunes día 26 puedo considerarlo como nefasto (horribilis que dirian en la patria de don William). Empezaba otra semana con otra derrota del equipo de mis amores y desvelos. Como dice una letra del Flamenco….” tan acostumbrao estoy a perdé que cuando gano me enfao”. Pues por ahí andamos los verdolagas. Ya vendrán tiempos mejores.

Ignoro si aquel día el grajo volaba bajo, pero aquí en Sevilla hacía un frío del c……. Lo pude sufrir nada mas asomar -mí cada día menos cuerpo serrano- a la calle. Un aire polar que mi artrosis (la muy ingrata) recibió con los brazos abiertos. En fin paciencia que ya va quedando menos para la soñada Primavera. Tomando a pequeños sorbos el primer café mañanero la cosa tenía pinta de enmendarse. Voy despues a por el pan nuestro de cada día y a padecer las casi siempre malas noticias que traerá el periodico. Es lo que hay y querer ignorarlas nos llevaría a un mundo tan irreal como falso en su verdad impresa. Entre otras –casi todas malas- hoy comentan la muerte de unos niños en un pueblo catalán a los que se les cayó encima un techo, debido a los rigores de lo que llaman “la tormenta perfecta”. ¿Perfecta?. Perfecto es un atardecer en las Piletas en Sanlúcar o un amanecer en la Sierra de Ronda. Convulso y confuso tiempo este con tantos conceptos llenos de cursilería y “modernidad”. Al maltrato criminal a las mujeres le dicen: violencia de género. A algunas sustancias que dañarán irremediablemente el cerebro y el futuro de muchos jóvenes le llaman: drogas de diseño. Triste Sociedad esta que pretende tapar con contenidos banales y cursis a la realidad más espantosa.

Antes de abandonar mi barrio de Pino Montano donde prevalecen las buenas personas y las obras callejeras siempre pendientes de terminar, me encuentro a un amigo/vecino que me dá una triste noticia: el fallecimiento de un amigo común el cual llevaba tres días muerto en su dormitorio. Estaba separado pero por causa de la crisis vivía (¿?) con su antigua esposa bajo el mismo techo. Ella dice que como dormían en habitaciones separadas y apenas convivían no se percató de nada. ¡A lo que hemos llegado!.


Enfilo sin mas preámbulos el camino de la parada del autobús y alla voy como cada lunes camino de mi cita con el Señor de la Salud y la Candelaria. Pasamos en el último tramo de nuestro trayecto urbano por la Alameda y me reafirmo (una y mil veces más) de la barbaridad que han cometido con tan mágico e histórico entorno sevillano. Afortunadamente hoy no están saliendo del suelo los chorritos de agua (el liquido elemento donde debía estar hace tiempo era en el estanque de la Plaza de España).

Camino ya pausadamente hacia San Nicolás cuendo me suena el móvil. Es mi hija mayor que me llama desde el hospital para darme una triste noticia: está ingresada pues ha sufrido un aborto del hij@ que esperaba. Curiosamente (y no es la primera vez) es ella la que me anima a mí. Me dice que son jóvenes y lo volverán a intentar. Que este tranquilo que no me moriré sin estrenarme como abuelo.

Camino cabizbajo y pensativo hacía mi destino y el epicentro de mis emociones infantiles y juveniles: el Templo de San Nicolás de Bari. Una vez dentro y como si mis pasos tuvieran vida propia, me veo apoyado en la cancela donde estaba ubicada la antigua pila bautismal. Allí dónde fuimos bautizados mis hermanos y yo. Precisamente en ese emotivo y recordado lugar es donde rezo una plegaria para que al próximo intento nazca en mi familia un nuevo candelario. Mientras camino al encuentro del Nazareno de la Salud y los sublimes ojos de mi Candelaria, esbozo una pequeña sonrisa disimulada en una mueca de tristeza y me digo con firmeza: el Cielo debe, o tendrá que esperar. De aquí no me muevo hasta tener a un niet@ en los brazos, inmerso y gozoso entre la gente escuchando la Marcha Real, mientras se asoma esplendorosa en la puerta de San Nicolás la Reina de la judería sevillana. Ellos saben que los tres tenemos un acuerdo y que estamos anhelantes por verlo cumplido. Será –por el momento- el último eslabón de mi cadena sentimental. Aquella que nace de generación en generación y que nos hace renacer cada primavera sevillana. En Sevilla somos siempre un punto y seguido. No hay mayor verdad que aquella que queda anclada en lo más profundo de nuestra alma. Es decir: vivir eternamente en los sentires de los que nos precedan. Tomarán el relevo amoroso de nuestros más nobles sentimientos y de nuestra Fé, y un día serán ellos los que también podrán ser relevados. El mágico y eterno círculo sentimental de nuestra Ciudad.

Al Cielo siempre con Él. Al Cielo siempre con Ella. Pero contando con vuestra divina bondad y vuestro santo permiso -os lo ruego- conmigo todavía no.

P.D. Desde la fecha original de este Toma de Horas han pasado en Sevilla algunas cuestiones de especial relevancia. Unas trascendentes y otras más superficiales. A saber: unos canallas acabaron con la vida de Marta del Castillo y siguen acabando día a día con el sosiego de sus familiares. En Semana Santa pudieron salir –despues de algunos años- todas las hermandades a la calle. El paro subió de manera alarmante y dejaron sola a Caritas para paliar las necesidades más apremiantes de las gentes. El Betis–cosa más que previsible- bajó a Segunda. A pesar del bajonazo y de una manifestación –sin precedentes- de 60.000 béticos en la calle, donmanué no se vá ni aunque desde lo alto de las almenas le tiren aceite hirviendo. ¡Cualquiera pensaría que ha estado – y está- negociando con el Betis!. Eso solo son patrañas de Hugo Galera, José Manuel Soto y 200.000 béticos más. Las hijas de Santi Pardo juraron como hermanas del Gran Poder. A Eduardo Pérez López lo nombraron Duque del Infantado de Casa Coronado. Salvador Gavira consiguió dignamente tener un sueldo sin necesitar la ayuda de ZP. Hoy de mañana al pasar por la Alameda pude comprobar que los desmanes urbanísticos con este emblemático lugar aún no han terminado. Han colocado los monumentos de La Niña de los Peines, Manolo Caracol y el reciente de Chicuelo ¡juntos! en un reducisimo espacio, y fuera del entorno natural de la Alameda. Por cierto del “invento” de los chorritos de agua han terminado apareciendo brotes verdes. ¿Qué solo sabemos quejarnos?, hombre algo tendremos que hacer para no reventar con los continuos sofocos que nos brindan nuestras autoridades municipales. Don Antonio Rodrigo Torrijos “amenaza” estos días con que IU puede romper el Pacto de “Progreso” con el PSOE en Sevilla (eso no se lo cree ni él). Por ultimo, Alicia Franco Serrato y Joaquín Muñoz López serán padres (D.m.) el próximo mes de enero. Para separar lo banal de lo importante de todo lo expuesto tres cosas me conmueven especialmente. Una, como padre y ser humano, mostrarme solidario con el tremendo dolor de los padres de Marta. Dos, la enorme preocupación de comprobar como hay muchas familias golpeadas por la crisis: la misma que han propiciado banqueros y políticos corruptos. Y tres, mi espectación y alegría ante el nacimiento que, poco después de que nazca el Mesías en Navidad, acontecerá en mi familia.

jueves, 23 de julio de 2009

“… y le pusieron Triana”.

(A Angel Vela, que me enseñó a comprender y amar una Triana que se sueña, se goza y se padece).

Lo cantaba el Trovador de Sevilla, Paco Palacios “El Pali”: “Sevilla tuvo una niña y le pusieron Triana”. Así debió ser y si no lo soñamos. Porque en ese “lao” del río, como en ninguna otra parte, se dan la mano de manera armoniosa la Historia y la Leyenda. Aquí la realidad y los sueños se confunden hasta ignorar donde empiezan los unos y terminan los otros. ¿Y que mas dá?....”Si toda la vida es sueño, y los sueños sueños son”.

Triana quintaesencia de Sevilla, que la llevó primorosamente de la mano a conocer la otra orilla del río, y allí la dejó a cambio de que no olvidara que su madre vive y la mima desde la otra orilla. Triana alfarera y cofrade. Artesana y rociera. Marinera, cantaora y torera. Popular y señorial. Solidaria y tolerante. Aquí solo se sienten extraños aquellos que traen la intolerencia colgada en las paredes del alma. Tantas trianas como trianeros/as la aman, la sienten y la añoran. Triana soñada desde la distancia en los ojos melancólicos de sus hijos/as desterrados por crueles planes urbanísticos. Triana la de los días “señalaitos” de Santiago y Santa Ana. Con un puente que lo mismo dice “juí” cuando pasa la Reina que se engalana con banderas republicanas. La de sus “corrales” de vecinos rebosantes de Humanidad y Arte. La de las compras pausadas en su Mercado, donde en sus entrañas ejercian su mezquino oficio los inquisidores. Escucuchándose todavía en noches invernales los primeros ecos siguiriyeros del arrabal…”Yo te quiero más que a Dios, Dios mío que cosa he dicho, que me merezco la Inquisición”.

Triana de ayer, de hoy y de siempre. Que tiene como faro de su esperanza los ojos de una virgen morena, y donde un Cristo prefiere ser eterno trianero agonizante antes que Principe en el Reino de los Cielos. Triana que como Juncal saluda cada mañana a la Real Maestranza desde el balcón de la calle Betis. Que se hace toreo sublime en el capote y la muleta de Gitanillo, Belmonte o Emilio. Que se ennoblece con los sindicalistas de la Hispano Aviación. Que se hace rigor histórico en Demófilo o Manolo Macías. Poema de amor en las plumas de Juan Sierra o Emilio Jiménez. Copla majestuosa en Gracia, Marifé o Isabel. Pintura en Antonio Badía. Vanguardismo exquisito en Gualberto. Música flamenca en los Miños. Fútbol de seda en Quino (¿cuántos lo nombraron en el Centenario del Betis?). Fórmula magistral en Aurelio Murillo. Pasado y presente del Cante en las voces de los Cagancho, Oliver, Abadía, Niño Segundo, Naranjito, Chiquetete, Paco Taranto o Esperanza Fernández. Palomas al viento en el baile majestuoso de Matilde, Canales o el Mimbre. Gracia popular en los Morancos……¿seguimos?

Triana, crisol de culturas, cruce de caminos y formas de vida que tienen como finalidad la busqueda de la felicidad. Que se oxigena con el talento y el aliento infatigable de Angel Vela. Que añora sobre su corteza terrestre el andar cansino y señorial del patriarca Luis Caballero.

Que manda carretas al Rocío. Barcos a Sanlúcar y gloria cofrade al epicentro de Sevilla. Nos llegan desde el arrabal trianero con olores de nardos e incienso los nombre de: La Estrella, San Gonzalo, La Esperanza, La O (la primera que procesionó a Sevilla cruzando el puente de barcas) y….el Cachorro. “Que puñalaita te han dado, que tu cara va diciendo: ¡me muero por mi costao!”. Pero siempre en suntuosos caminos de ida y vuelta. Que así nos lo recuerda una soleá alfararera que dice……”
Me siento tan trianero
que en la calle de las Sierpes
ya me encuentro forostero”.


Triana para soñar. Triana para vivir. Triana para sentir. Triana del ayer, el hoy y el mañana.
“Eran los días señalaitos
de Santiago y Santana
y yo le he rogaito a mi Dios
que me alivie las duquelas
que llevo en mi corazón”.


Termino recordando al querido y admirado patriarca Luis Caballero cuando cantaba por Soleá aquello de:

“Trianilla, Trianilla, yo pasé por Trianilla, las dos daban en Triana, las dos daban en Sevilla.