martes, 16 de marzo de 2021

El equilibrio en cuarentena



"Por muy loco que nos parezca el mundo, más vale cuidar de nuestros compañeros de manicomio "  - Irene Vallejo -

Siri Hustvedt es una excelente escritora estadounidense que entre sus galardones cuenta con el premio Princesa de Asturias de las Letras.  Leo un excelente artículo suyo donde, a modo de ensayo,  desgrana de forma admirable el desarrollo y las consecuencias que nos traerán estos doce meses de Pandemia. Casada con el escritor Paul Auster asume que, hasta ahora,  su vida no ha sufrido grandes cambios pues siempre ha trabajado desde su casa donde pasa muchas horas.  Como todos, eso sí,  ha visto seriamente menguados sus contactos personales y profesionales con las consecuencias psicológicas que esto conlleva.  Los efectos estructurales, a nivel social y económico,  que la Pandemia van a dejarnos pueden ser demoledores, pero es previsible que poco a poco se vayan recuperando.  Lo preocupante, lo verdaderamente preocupante,  van a ser las secuelas psicológicas que dejará la Pandemia.  Ya ha provocado entre la ciudadanía (fundamentalmente entre los más frágiles y desfavorecidos) una catarsis de alteraciones psicológicas que se configuran en torno a depresiones,  ansiedades,  estrés,  insomnios, miedos..... de consecuencias imprevisibles.  Volver a recuperar esto que ahora llaman "Nueva normalidad " nos va a resultar difícil y lejano en el tiempo.  Sería conveniente que nuestras autoridades sanitarias tomaran de inmediato cartas en el asunto. Desgraciadamente hay serias dudas (afortunadamente hay excepciones) de que los políticos estén a la altura de cuanto la Sociedad les demanda. Los últimos acontecimientos dejan pocas dudas de que están,  de manera prioritaria,  para velar por sus propios intereses.  Lo preocupante es que ya no son parte de la solución: son parte del problema.

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