"La ciudad desierta
se sale a los montes
por las siete puertas".
-Antonio Machado -
El Sheriff del Gran Cañón del Colorado propuso que le pusieran a los enfermos de coronavirus inyecciones de lejía directamente en los pulmones. El mandamás del Reino de la Samba y la magia futbolera animaba a la gente, en pleno confinamiento, a celebrar barbacoas por las calles. El primer mandatario de la tierra de sus majestades The Beatles iba de pasota con el virus, hasta que este lo pilló y lo mandó a una UCI londinense. Por aquella dura experiencia se ha reciclado en un gobernante sensato y prudente. Le honra su gesto de agradecer públicamente la profesionalidad de un enfermero portugués (llamado Luis), el cual lo acompañó cuando peor pintaba la cosa. Cualquier hora es buena para tomar el "Té de las cinco". Es fácil comprender que muchos ciudadanos de este planeta proyecten su miedo en dos direcciones: los efectos del virus y el comportamiento de algunos dirigentes llamados a pilotar las naves. La "Teoría del Caos' confundiendo las luces con las sombras. Debemos ser responsables no porque así lo dicten decretos gubernamentales sino porque lo imponga el sentido común. Nos esperan tiempos difíciles y llenos de incertidumbre. No es momento de pusilánimes ni de enfrentamientos ideológicos. Los que suelen pescar en ríos revueltos estarán al acecho de cualquier ocasión que se les presente. Solo mostrando nuestro lado más humano y solidario podremos doblegar los efectos de esta terrible pandemia. Racionalizar la "Teoría del Caos" es difícil pero no imposible. Pongámonos a ello cuanto antes.
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